Especial Judas -Parte 4-

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Desde aquella primera noche juntos, no pude separarme ya de ella.

Sabía que había sido un error haberla aceptado en mi cama, pero la tentación había sido más fuerte.

Se había vuelto mi debilidad, aunque jamás se lo dijera, o demostrara.

Y fue entonces, cuando entendí lo que Mike sentía por su mujer.

Jane había cambiando. Ahora era más confiada, más segura de si misma.

Ya no temía tomar un arma, al contrario, ahora hasta estaba dispuesta a ir conmigo, y hacer algunos trabajos juntos.

Me había vuelto adicto a su cuerpo, dependiente de sus besos, abrazos, y caricias. Y lo mejor de todo, es que no hacía falta que buscara su afecto, ella me lo daba sin pedido alguno.

Dormir juntos, se había hecho tan placentero, que era lo que más esperaba al comenzar el día. Poder tenerla entre mis brazos, y estrecharla.

Sentir su calor, sus latidos. Poder escuchar su calma respiración, me daba paz.

Era mía, mía y no quería perderla, me aterraba la idea de que algún día pasara. De que ella... Se alejara de mí al saber la verdad.

Después de todo, existía una razón por haberla secuestrado aquella noche, una que me carcomía por dentro, desde que había comenzando a querarla.

Ese día al llegar a su casa, siguiendo la pista de Alicia, encontré a un hombre que rondaba los cincuenta, y no dudé ni por un segundo, lo desmayé de un golpe en la cabeza, para poder interrogarlo.

Aunque lo torturé durante horas para conseguir información sobre Alicia, y el paradero del bolso, él decía no saber nada, que sólo había ido allí a ver a su hija.

No le creí, pensando que sólo estaba fingiendo, y harto de su presencia, terminé con su sufrimiento de un disparó en la frente.

Una hora después, había llegado Jane, a quién había confundido con Alicia.

Misma estatura, mismo color de cabello. Su voz era muy parecida, y pensé que sólo estaba cambiando el tono de voz para confundirme, como su llanto al amenazarla.

Y tan estúpido me sentí, al ver que realmente era otra mujer, a quien estaba asustando.

Había sido cierto, ese tipo había dicho la verdad. Era el padre de Jane, y yo lo asesiné de una forma violenta, sin piedad.

Sentía la obligación de hacerme cargo de ella, de evitar que la asesinaran también. Ya que a Alicia, no era él único que la estaba buscando.

Jamás pude decirle la verdad, sé que ella no me perdonaría, sé que ni siquiera querría escuchar mi versión.

Y evitar que viera las noticias, no era por puro capricho. Sólo no quería que supiera lo de su padre.

Al correr los meses, y conocerla mejor, no ayudó a mi culpa. Era hija única, y de lo único que me hablaba, era de cuanto amaba a sus padres, cuanto los extrañaba. Lo bueno que había sido su progenitor, siempre tan condescendiente con ella.

Y yo le había quitado el hombre que quizás, más amaba. Aquel que le había dado la vida, que la había protegido, escuchado, amado.

¿Cómo podría perdonarme luego de aquello? ¿Cómo podría ella llegar amarme?

Jamás lo haría.

...

Amores, el próximo es el último capítulo 💔😢

JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora