Episodio 9

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«Porque te quiero...»

Lo ha dicho... me quiere... Emily me quiere.

—Hay algo en ti que me provoca quererte —dijo mirándome con amor, en sus ojos podía notar que era algo que estaba sintiendo ¿sería por pena por lo recién ocurrido?, era como si estuviera descubriendo cosas nuevas conmigo, como si intentara descubrirme y descubrir lo que sentía cerca mío.

—Perdón por comportarme como idiota —le dije cabizbajo.

—Oye, no. Tranquilo. —posó su mano en mi rostro, la cual aferré más a mí con la mía. Era tan delicada y suave que me entraban ganas de estar tomado de la mano de ella todo el día—. Todos tenemos días malos, ahí tienes a tu amigo, a mi recién me conoces, pero yo quiero estar para ti y estar contigo. ¿Vale?

Asentí y le abracé—. Gracias, en verdad gracias.

La moto estaba tirada en medio de un poco pasto casi marchito que había por ahí. Con fuerza la puse nuevamente a dos gomas y la encendí. Emily se montó cuando el motor arrancó y la invité a sujetarse de mí. Sus brazos rodearon mi cintura, no podía explicarte la paz interior que sentía al tenerla tan cerca de mí y, así mismo, sin alejarme de ella, quería aventurarme a conocer ese misterio que ella oculta.

Arrancamos y, luego de diez minutos de paz, llegamos al colegio. Luego de aparcar la moto, entramos tomados de la mano, era una nueva experiencia para mí, pero ese acto tan insignificante me hacía sentir confiado, valiente. Quedé frente a mi salón, ella y yo nos despedimos, no quería soltar su mano, quería seguir sintiéndome vivo, estaba tarde en clase, pero aún así entré.

—Buen día. —saludé al entrar.

—Buenas noches, Dominick. —me respondió la maestra. Era Raquel, la profesora con la que tuve sexo.

—Lo siento, tenía problemas...—dije sentándome en mi lugar de siempre. Ethan estaba hasta atrás y lo miré de reojo lanzando una mirada desafiante por no guardarme un lugar.

—De acuerdo. ¿Hicieron sus deberes?—preguntó mirándonos a todos.

—Sí. —respondieron algunos.

—Bueno, organícense. Tienen un examen.

—¡¡¿QUÉ?!!—gritaron todos al unísono.

«Este será un largo día...»

Lleve mis manos a mi rostro expresando frustración, con los ojos cerrados vi la mano de alguien venir rápido hacia mí, abrí los ojos y no había nada. Solo la luz de las lámparas en el techo del instituto. ¿Qué está pasando?

Al salir, me encontré con Ethan fuera del salón, vi a Mia caminar hacia los baños, hacia días no hablábamos:—Em, Dom. —me llama Ethan mientras me le acercaba al igual que Emily.

—¿Qué pasa tío?—le pregunto.

—Pues, no tengo más clases hasta la tarde. Daré una vuelta...—sonrió. Lo miré achicando los ojos divertido, indagando, porque sabía que ocultaba algo—. Está bien, te diré... Es con la chica del Night Club. —confesó.

—Eres muy fácil de convencer...—reí. Froté su cabello y lo abracé—, ve. Yo estaré con Emily —solté el abrazo, le miré y ella sonrió.

—Vale. Hasta ahora. ¡No dudes en llamar si necesitas algo! —frotó su mano, despidiéndose.

—Ese es el puto amo de éste mundo. —le grité, orgulloso.

«Dominick...»

En un segundo, todo mi alrededor se hizo oscuro. Estaba en una habitación vacía, solo y podía ver un pequeño niño arrinconado en la esquina del sombrío lugar, llorando.

¿Qué? No...

«Dominick... Hazlo...»

No... Ahora no.

—¿Dominick, te pasa algo? —me pregunta Emily, la luz volvió al lugar, mi corazón comenzó a latir de prisa.

—Aléjate. Aléjate por favor...—dije echándole hacia atrás en un intento de protegerme y protegerla.

La podía sentir, la sensación que me desgarra por dentro haciendo que mi cuerpo experimente un caliente intenso. Es obvio que era un ataque.

—¿Estás teniendo un ataque de pánico? —me pregunta Emily poniendo su mano sobre mi hombro. Las manos comenzaron a temblarme.

—Necesito... Respirar...—dije entre susurros dirigiéndome al baño. No sé si me siguió.

—¡Dominick, espera!—me suplicó. «Sí, me siguió».

No hice caso y me fui a la ducha lo más rápido que pude y abrí el grifo. Caí de golpe sentado bajo el agua.

—Dom. Sal del agua...—me pidió tratando de ponerme de pie.

—Emily...—susurré—, ayúdame...—supliqué con la respiración dificultada.

—¡¡Dom!!—gritó. Comencé a perder la fuerza poco a poco—. ¡¡Ayúdenme!!—vociferó.

Quedé en un trance. El lugar volvió a ponerse oscuro, los pasos de un señor alto me dejaron pasmado, no sabía lo que significaba eso, quería entenderlo, y lo supe cuando ese hombre vino a golpearme, no sé si grité, no sé si lloré, lo último que escuché fue a ella decir:—¿Dom...? ¿Dom? No puede ser... ¡¡Dominick!!

Perdí. Quedé totalmente inconsciente.

«Lo siento papá, no se volverá a repetir. —decía entre pequeños gritos.

—Demasiado tarde.»

Desperté asustado. Buscando el lugar donde me encontraba: Era la enfermería del colegio. A mi lado estaba Ethan, cabizbajo y con ambas manos por su cabeza, rascándose. A mi derecha estaba Emily, con su mano sobre mi brazo.

—¿Qué pasó?—pregunté llamando la atención de ambos.

—Despertaste... Qué bueno. —dijo Ethan poniéndose de pie junto a mí—. ¿Estás bien, tío?

Asentí.

—¿Cuánto tiempo llevo aquí?—pregunté, mareado.

—Casi tres horas. —contestó Emily—. Me puse mal... Pensé que te había pasado algo.

Sonreí y traté de incorporarme.

—No, no te esfuerces...—me dijo Emily tratando de que yo no me incorporase.

—Necesito, por favor, salir de aquí. —le dije.

—¡Y yo necesito por favor que me hagas caso...! No quiero perderte. —soltó de golpe, dejándome congelado.

—Aaa... Yo... mejor me voy...—dijo Ethan, dirigiéndose a la salida—. Os veo afuera.

Terminé de incorporarme y le miré por unos segundos. La tomé del brazo haciéndola balancearse sobre mí y la besé con pesimismo, ella se dejó llevar de mis besos y así seguimos. Comencé a rozar mis labios por su cuello con exasperación provocando en ella leves agitos. Llevé mis manos a sus nalgas y con fuerza hice que rodeara sus piernas en mi cintura, dentro de mí una sensación de calma, sentía solamente una única cosa: ella, unida a mí para siempre.

«Fóllame, hazlo»

¿Qué...?

Dulce amor.

DOMINICK © ✅  [#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora