DOMINICK © ✅ [#PGP2024]

Episodio 38

Steven

—Supongo... ¿La decoración vendrá azul con negro, cierto?—le pregunto al encargado de decoración mientras tomo apuntes de lo que me está diciendo—, vale, anotado. ¿Mañana estarás por acá? Todo correcto. Le espero.

Cuelgo la llamada y dejo la agenda sobre la repisa de la sala. Escucho el timbre de la puerta y por un momento dudé en ir pero, terminé yendo.

—¿Hola?—abro la puerta y al no ver a nadie me resulta extraño. Miro a todos lados antes de volver a cerrar la puerta, pero el paquete de abajo me detiene.

¿Qué será?

Lo levanto del piso y lo observo un instante, lo sacudo para comprobar si existe algo allí y convencionalmente sí hay algo.

Destruyo su empaque y veo el interior: es una SD card.

¿Qué coño significa ésto? ¿Quién lo ha enviado?

Entonces cae un trozo de papel al suelo. Aún entre dudas levanto el papel y lo abro para leer lo que tiene:

"Con eso pagas lo que me debes"

¿Qué está pasando aquí?

Voy a por mi móvil y le inserto la SD card. Espero mientras lee todo su contenido; hasta que, concluye.

—Veamos...—me dirijo a 'Galería' del móvil y comienzan a aparecer los vídeos que allí están: selecciono uno y doy Play.

En el vídeo vi algo que no me esperaba: Era Dominick en mi coche con un extraño hombre teniendo sexo en la parte trasera. Ambos lo disfrutan, ambos se encuentran en el más alto placer...

Dominick lo hizo. Han vuelto a joderme la vida.

Sin ver un segundo más tiro el móvil fuertemente contra la pared y sale disparado por piezas a todos lados.

—¡¡MIERDA!!—me doy vuelta y propino un golpe contra el espejo que está junto a la repisa—, ¡MIERDA, MIERDA!—mi mano sangra ahora, sufre al igual que lo hace mi corazón. Se siente horrible... y no creería que volvería a sentirlo. No ahora, no ahora que era feliz.

Erik

Me llamo Erik. Tengo 16. Tengo un pasado feo... del cual me avergüenzo y prefiero no hablarte de ello ahora. La casa estaba muy silenciosa hace tiempo, pero ha llegado Dominick y la ha cargado de vida y eso... es magnífico. Y recién ahora conozco a su hermano, si así van las cosas quiero tener una oportunidad con el. ¿Y si es como el hermano de rico? Ya se ve cómo tal. Debe serlo.

He llegado, lo he logrado. He seguido a Adam, a decir verdad, me agrada, me agrada él, su forma de ser y sobretodo, su gran parecido a Dominick.

Ha llegado solo, le he seguido un buen rato. Voy de prisa para evitar perderlo y le llamo:

—¡Eh! ¡Un momento!—no me escucha y entonces me tenso—,¡Dominick!—se detiene y mira a todos lados, froto la mano para que me vea y así lo hace, una sonrisa se figura en mi rostro mientras que en la suya solo hay confusión y dudas.

—¿Qué has dicho?—me pregunta y al verme de cerca me identificó—, ¿Qué haces aquí?—pregunta algo curioso.

—Pues, sé que has ido a casa de papá a saber de tu hermano... Yo puedo responder a todas tus preguntas... Si así lo deseas.

Me mira muy dudoso. Ante todo puede decirse que tiene miedo.

—Bien, sígueme.

«Perfecto...»

Diego
Años antes...

Me encuentro observando el techo de la casa, aquí, desde la cama, solitario, aburrido, extrañándo a la persona que amo y sin que hasta ahora pueda decirle a alguien más lo que tengo encerrado y no me permite ni dormir, ni estar tranquilo.