UN SECRETO A VOCES (Ragoney)

Jodidamente perfecto

Abro los ojos y lo primero que encuentro es a Raoul acurrucado sobre mi pecho. Siento que el corazón se me va a salir o me va a estallar en cualquier momento. No puedo desaprovechar la ocasión. Con mucho cuidado, retiro algunos mechones rubios de su frente y le doy un beso. Una sonrisa se forma en su rostro que aún mantiene los ojos cerrados. Con la mano que no está atrapada bajo el cuerpo de Raoul, le acaricio la mejilla. Mi mirada se posa en sus labios. Esos labios que besé tantas veces pero no de la forma que me hubiera gustado a mí. Esta puede ser mi oportunidad, me acerco lentamente. Ya puedo notar el roce de sus labios cuando, de repente, abre la boca. Está bostezando. Me aparto rápidamente.

Ra: *abre los ojos* hey
Ago: *hace una mueca* buenos días
Ra: perdona *se separa y se sienta apoyando la espalda en el cabecero de la cama*

Raoul se queda empanado mirando al frente con los ojos bien abiertos.

Ago: pasa algo?
Ra: es que no puedo creer que lo haya contado, lo de la cicatriz
Ago: no se lo habías dicho a nadie?
Ra: quitando de mi familia y Mireya, no lo sabe nadie
Ago: y Mimi?
Ra: tampoco
Ago: en serio?
Ra: *asiente* tenía miedo de contarlo
Ago: ya veo...

Me quedo un rato pensando... no puede sentirse mal por haber intentado estrangular a ese cerdo, es que me niego. Tengo que hacer algo.

Ago: me la dejas ver?
Ra: ehm... claro...

Se levanta la camiseta dejando al descubierto su torso. Ahora que sé lo que esconde esta marca, la veo distinta. Paso los dedos sobre ella y noto como se le pone la piel de gallina.

Ago: sabes qué?
Ra: dime
Ago: la primera vez que supe de tu cicatriz la describí como tu única imperfección
Ra: *ríe irónicamente* no sé si la única pero sí que es la peor
Ago: no, para nada
Ra: cómo?
Ago: lo que oyes, me equivoqué. Esa cicatriz no es tu única imperfección, esa marca es lo que definitivamente te hace jodidamente perfecto
Ra: y cómo me hace perfecto esto si puede saberse?
Ago: Raoul, una cara y un cuerpo bonitos los puede tener cualquiera, pero un corazón como el tuyo, no. Te la jugaste por proteger a tu amiga, no todo el mundo haría eso

Veo como el rubio se sonroja y empieza a pasarse la mano por la cicatriz. Le aparto la mano y, en su lugar, poso mis labios sobre la mancha dejando el beso más lento y suave que me sale de dentro.

Ra: *sonríe* ya me empieza a gustar más tenerla
Ago: *sonrojado y riendo* idiota...

Vuelvo a casa. En el trayecto que hago con el coche, recuerdo todo lo que pasó. Ya sé el origen de la cicatriz y no sólo eso, es que no se lo contó a nadie más. Soy la primera persona a la que le confía el secreto. Pero aún no le dije lo que siento por él... Mierda. También me pongo a pensar en que mañana es la presentación del video... espero que le guste. Llego a casa y, a los pocos minutos, viene Nerea.

Ne: hola, Ago *lo abraza*
Ago: hola, chiquitina
Ne: y bueno... qué?
Ago: qué de qué?
Ne: joder, Ago, tenemos boda? Tenemos que pillar un helado de chocolate? Cuenta cuenta
Ago: tenemos a un cobarde que no le dijo nada
Ne: no me jodas!
Ago: bueno, le dije que estoy enamorado
Ne: y qué?
Ago: creyó que era de otro tío y solo se preocupó por si dejábamos de follar
Ne: no te creo
Ago: pues lo que oyes
Ne: vale, mándalo a la mierda, en serio
Ago: dormimos abrazados *sonríe nostalgicamente* jamás me sentí como lo hice esta noche. No puedo mandarlo a la mierda, Nerea, si lo hago, yo voy detrás de cabeza
Ne: joder, ven *lo abraza* te comprendo, en serio, pero no puedes amargarte la vida de esta forma
Ago: amargarme la vida? No, por Dios. Él no me amarga la vida, él es lo único que me la da a mí
Ne: Agoney, tú te estás oyendo? Esto es muy heavy, no puedes depender de una persona
Ago: lo sé y por eso tengo tanto miedo. Si se lo digo y él me dice que no siente lo mismo y que no quiere volver a verme más, yo me muero, Nerea
Ne: pfff... no puedes seguir así... Vamos a hacer una cosa, a ver si te animas, la cámara
Ago: qué?
Ne: que me des la cámara
Ago: para qué?
Ne: ahora lo verás

Nerea coge la cámara, la conecta a mi portátil y empieza la magia. Miedo me da...