Agoney Hernández, un fotógrafo que trabaja haciendo reportajes de bodas y comuniones, se ve obligado a aceptar una tarea más delicada: hacer una sesión de fotos a un modelo profesional. Lo que al principio parece todo un desafío y un paso más para a...
Salimos de la cocina y Álvaro se pone a hablar con Raoul. Yo no puedo dejar de pensar en lo que me dijo Álvaro. Hoy acabo de grabar todas las escenas del vídeo, me dará la patada? Se esperará a la presentación del video para hacerlo? Y si no me la da? Puede que conmigo sea diferente... No creo.
Ra: *chasqueándole los dedos en la cara* Agoneeey Ago: *parpadeando rápidamente* qué? Ra: que si te quedas a cenar
Miro a Álvaro como buscando su aprobación, pero él no me dice nada, simplemente me devuelve una mirada confusa.
Ago: no, creo que debería irme a casa Ra: en serio? Ago: sí, estoy un poco cansado, pásenlo bien Ra: va...vale... hablamos Ago: sí, claro Ra: adéu Ago: *ríe* déu
Nos damos un abrazo, me despido de Álvaro y me voy a casa. No podía seguir en esa casa, con él, comiéndome la cabeza. Irme a tiempo fue la mejor decisión que tomé en los últimos días. Tampoco les digo nada a Nerea, Ricky y Ana. Necesito estar solo. Llego a casa y me pido una pizza para cenar. Mientras ceno me pongo de fondo los capítulos repetidos de The Big Bang Theory que echan por la tele. No sé qué tienen pero aunque los haya visto mil veces ya, siempre me río con las mismas estupideces. Me acabo la pizza y me tumbo en el sofá para seguir viendo la tele. El móvil, que descansa en mi tripa, empieza a vibrar. Me mandaron un mensaje.
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Por qué soy tan patético? Por qué no puedo decirle que no? Cojo la cámara y me pongo a ver los vídeos que tengo guardados. Me vuelvo a ver la entrevista de Álvaro, me parto con sus historias. Y, cómo no, acabo viendo el dichoso video de la piscina. Me doy cuenta de que realmente me da igual que me esté utilizando, yo seguiría acudiendo a él aunque solo quiera tener sexo y eso es algo que hace que me odie a mí mismo. Cómo soy tan gilipollas como para ningunearme por un tío? Decido dejar el móvil y la cámara e irme a dormir, necesito despejar la mente.
Despierto y, como cada mañana, voy a desayunar a la cafetería.
Ago: Ana, esta tarde quedamos con Raoul y con Mimi para ir a tomar algo, puedes? Ana: sí, claro claro Ne: no me puedo creer que Ana lo vaya a conocer antes que yo Ago: tampoco te pierdes gran cosa...
Las tres miradas se fijan en mí con cierto tono de sorpresa.
Ri: problemas en el paraíso? Ago: es que creo que me está utilizando, creo que sólo quiere follar Ne: ya ves tú qué problema... Ana: *riendo* Nerea... Ago: esto es serio, chicas Ana: nosotras ya te dijimos que no te pillaras Ago: pero es que eso no es lo peor... Ri: estás dispuesto a seguir quedando con él, no? Ago: ya lo hice, de hecho Ne: joder, Ago, si te hace daño mándalo a la mierda Ana: eso, no puedes ser su cachorrito faldero toda la vida Ago: ya, si tienen razón pero es que me resulta imposible alejarme de él Ri: no sé, ya eres mayorcito para saber qué te conviene y qué no, pero no te rebajes, Ago, por favor
Acabamos el desayuno y, mientras ellos se van al estudio, yo voy a mi casa a seguir editando el vídeo. Me paso así todo el día hasta que Ana llama a mi puerta. Joder, ya es la hora de la cit... de la quedada. Le abro la puerta. Está guapísima, se ha puesto unos vaqueros rotos y una camiseta negra en plan informal pero lleva una americana roja que le da un toque de color. Me encanta como viste esta mujer.
Ana: aún no estás listo? Ago: joder, es que editando el video se me pasó el tiempo volando, enseguida me arreglo Ana: si al rubio le vas a gustar igual... Ago: al rubio no le gusto ni con un traje de Dior Ana: no digas bobadas, él insistió en venir, no? Ago: porque quiere entretenerse y conmigo lo tiene fácil, pero ya lo asumí y no hay dolor *sonríe falsamente* Ana: ya... buen intento...
Ruedo los ojos y voy a cambiarme. Es verdad, ya lo asimilé. Raoul solo me quiere para pasar el rato y no me importa, de verdad... espero que no me importe... da igual, ya me entienden. Me pongo una camisa hawaiana, de estas que todo el mundo dice que son horteras pero que a mí me flipan, con unos vaqueros negros rotos y unas botas de estilo militar. Arreglado. Voy a peinarme un poco pero recuerdo que a Raoul le gustan mis rizos alborotados, así que al final me lo dejo tal cual. Vuelvo al salón con Ana y ambos salimos de casa en dirección a casa del rubio, que es donde quedamos. Qué nervios!
