Propuesta Irresistible [En Edición]

Capítulo 13

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— ¿Qué te parece?

— Es...— enorme, cerca de tres veces más grande que el pequeño departamento en el que vivía, no estaba impresionado; Akaashi no era ajeno al lujo y esplendor del que las personas como Sugawara o Tsukishima estaban a acostumbrados a estar rodeados, llevó una vida llena de esa clase de privilegios y también obligaciones. Sin embargo si estaba un poco aturdido.

— ¿Te gusta? — volvió a preguntar, Sugawara. El joven albino se adelantó a él y caminó hasta el centro de la sala de estar y estiró ambas manos; había un enorme sofá Chaise longe, además de un largo sofá de tres plazas y un sillón más pequeño ubicado junto a un bajo mueble que contenía algunos de las pocas novelas que había pedido trajeran — Eres libre de cambiar cualquier cosa y si necesitas algo más solo tienes que pedirlo, queremos que te sientas lo más cómodo posible.

Sin duda su idea de comodidad era completamente distinta a la suya, sin embargo tampoco podía quejarse; un lugar como ese era más de lo que habría podido imaginar o que siquiera habría podido permitirse costear. Innecesariamente grande, pero sin duda cómodo y equipado con todo lo indispensable para vivir. — Es increíble, también parece acogedor — murmuró arrastrando la pequeña maleta que había traído consigo.

La mayor parte de sus cosas ya estaba ahí, pensó que se sentiría menos fuera de lugar rodeado de objetos familiares, sin embargo no esperaba que ese departamento fuera tan grande. Tendría que acostumbrarse a eso por lo menos durante su permanencia.

— Es genial — exclamó Sugawara, pudo notar como sus hombros se destensaban ligeramente — Yo mismo lo elegí, también me encargue de la decoración y de acondicionar todo para ti.

— No tenías por qué haberte molestado en hacer algo así, sé que eres una persona ocupada.

— Fue todo un placer — Sugawara sonrió, esa sonrisa gentil fue suficiente para hacer que Akaashi también se relajara — ¿Quieres que demos un paseo por el lugar? Quisiera mostrarte algunas cosas y hablar un poco contigo.

— Antes me gustaría dejar esto en mi habitación.

— Por supuesto, acompáñame.

Fue guiado por la sala de estar hasta un corto y amplio pasillo; había un par de cuadros con dibujos abstractos colgados sobre ambas paredes, era realmente sorprendente como los colores de estos armonizaban con el tono ocre de la pintura en la pared, los detalles en blanco y la intensidad de la luz lo hacían parecer un lugar acogedor y hasta cierto punto cálido y agradable. Parecía un sitio en el que alguien podría relajarse pese a su discreto esplendor.

— ¿Podrías darme un segundo? Quisiera refrescarme un momento.

— Tomate tu tiempo.

No le sorprendió encontrar una enorme cama tamaño King en su dormitorio, la gran ventana doble contra la pared estaba cerrada, pero mostraba una gran vista de la zona, también pudo notar una mullida butaca blanca con reposa pies y una pequeña mesa en la que fácilmente podría imaginarse tomándose un café por la mañana o la tarde mientras observaba el ocaso en el balcón. Era una imagen relajante y supuso que esa fue la razón por la que Sugawara lo dispuso de esa forma.

Él siempre fue una persona muy atenta, uno de los profesores privados que se encargaba también de su educación solía usarlo como ejemplo y a menudo hacía hincapié en su espléndido comportamiento y en lo exquisito de su gusto. Decía que tenía un toque especial, discreto, pero difícil de ignorar. Creía entenderlo un poco ahora, estaba implícito en el ambiente y decoración del lugar.