>3< Actualización final >3<
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Suaves sollozos ahogados se agitaban dentro de la habitación, cargados de amargura y frustración, provenían de un frágil y delgado cuerpo hecho un ovillo sobre la cama. Rompían el silencio, perturban a un espíritu ya hecho pedazos. Destrozaban, laceraban, herían. No sé detenían y él temblaba, su Kei se refugiaba en un mundo donde el tormento de su pena lo asechaba a cada instante, en medio de murallas impenetrables, en la oscuridad, en sus temores, en la maldita pesadilla que se negaba a terminar.
¿Qué era lo que tenía que hacer para cambiarlo? ¿Cómo podía calmarlo? ¿Cuánto tendría que abrazarlo? ¿Cuánto tendría que llamarlo? ¿Cuánto? ¿Cuánto tendría que verlo sufrir así? Era una tortura. El infierno, le asustaba. No sabía qué hacer. A veces se sentía como si, hiciera lo que hiciera, todo sería inútil, como si no tuviera el poder de cambiar nada, como si nada estuviera haciéndolo. Lo frustraba, era su más terrible desesperación, Kuroo estaba aterrado, quería gritar, ansiaba destrozarlo todo, le dolía, sin embargo no estaba deteniéndose, no quería hacerlo.
Sin importar cuántas veces tuviera que intentarlo o cuánto tuviera que llamarlo, Kuroo no quería soltarlo.
— Kei...
— Lo siento — el susurro de la voz de Kei detuvo a la mano que se aproximaba en su dirección — Lo siento — alzó la cabeza, esos ojos dorados cubiertos de tormento y miedo encontraron a los suyos, le apretó el corazón, lo atravesó como una daga ardiente en cada lagrima que se negaba a morir y fue eso, la muerte para Kuroo — Lo estoy intentando — sollozó, las manos del rubio aferrándose con más fuerza a sus rodillas, le temblaban los hombros, se estaba cayendo a pedazos — Lo intento, pero cada vez que lo veo yo...— se hizo un ovillo aún más pequeño, negó con la cabeza, desesperado, ese rostro contorsionado por la angustia, mas sollozos ahogándolo — Cada vez yo, no...no puedo, lo siento...lo siento...no puedo más con esto, estoy harto.
— Bonito, lo sé...lo estás haciendo bien — se aproximó nuevamente y con lentitud, Kei se tensó tras el primer roce de las manos de Kuroo, sin embargo continuó avanzando. Él no lo rechazó, no se negó a su calor o a su cobijo, se permitió ser sujetado como a un niño pequeño y frágil y se desató su llanto al mismo tiempo que se aferraba a su pecho y el moreno lo estrechaba con todo lo que tenía, con su desesperación — Está bien ¿Sí? Lo estás haciendo bien — repitió, se le estaba rompiendo el corazón ¿Por qué era tan inútil? ¿Por qué no podía hacer nada para ayudarlo? ¿Por qué maldita sea? — Por favor no llores...todo está bien.
— Lo siento, soy un inútil, lo siento...lo siento...
El rubio negó con la cabeza, se encogió bajo sus sollozos ahogados, en su amargura, en su miedo y tormento. Tan pequeño, tan frágil, tan roto, tan asustado de todo y de todos ¿Por qué? ¿Por qué no podía pararlo? ¿Por qué no podía detenerlo? Todo era un desastre, nada estaba bien. Creía que podría, estaba intentándolo, pero no servía de nada; estaba frente a él, lo miraba a los ojos y todo lo que Tsukishima podía sentir era angustia y miedo, como si estuviera debajo de su piel, le quemaba, lo asqueaba y quería arrancársela de una maldita vez. No podía soportarlo, estaba volviéndose loco, ya no más, no quería más de esto, estaba harto.
Quería correr, quería alejarse de ese tipo y de todo lo que representaba para él, sin embargo su cuerpo no era capaz de moverse ni un solo ápice, no podía hablar o escuchar, no pensaba, a penas y podía sostenerle la mirada. Era como si lo asfixiara, lo absorbía, lo atormentaba, lo hundía en los recuerdos que solo quería dejar atrás, lo sentía en la piel. Profundo, tanto que resultaba insoportable, tanto que no sabía qué hacer con esa desesperación.
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Propuesta Irresistible [En Edición]
Fanfiction"Podemos disfrutar el uno del otro sin jurarnos amor eterno, sin cenas románticas, sin hacer promesas tontas que jamás vamos a cumplir, ni siquiera tenemos que llegar a conocernos o volvernos amigos. Te propongo una relación solamente física que dur...