Capitulo 40 - Ciudad del Templo

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Luego de ese encuentro cercano con los lobos, el resto del viaje fue extremadamente tranquilo y antes del anochecer del octavo día, por fin llegaron a la ciudad del Templo Principal del Dios del Oráculo. Por ser tan tarde el grupo decidió buscar una posada para pasar la noche y a la mañana siguiente ir al templo.

Shinze Aldun: Por fin llegamos, no puedo esperar a dormir en una cama de verdad.

Yo: Hay mucha gente rondando por aquí, ¿Nadie duerme a estas horas?

Shinze Gait: A diferencia de la Ciudad de Jasinto, la Ciudad del Templo nunca duerme, siempre hay algo para hacer aquí, ya sean eventos del templo principal o de otros fieles devotos para recaudar fondos para sus respectivos templos.

-Pues con tantas "piedras de luz" y gente divirtiéndose parece "Las Vegas". Cuando uno escucha la palabra "templo" espera a un montón de viejos con ropas ceremoniales extrañas rezando de un lado a otro... esto parece mas una feria.

Nautim Mein: ¿Encontraremos donde hospedarnos con tanta gente en la ciudad, padre?

Nautim Derek: Si hay algo que sobra en esta ciudad son posadas y hoteles, tarde o temprano encontraremos una. y tendrá que ser una grande y con establo para dejar a los caballos.

-Después de caminar por media hora encontramos una posada, "La Cueva del Osos Lanudo", que nombre tan excéntrico. Los 6 guardias, que nos acompañaron, junto a Nautim Derek y su hija pasarían la noche en una "habitación comunal" con otras personas, esta tiene la capacidad para 12 personas, el cuarto en sí era pequeño con apenas un poco de espacio para las 6 literas, sus colchones eran de heno con un par de mantas encima, y 6 mesillas para guardar o apoyar las pertenencias de cada uno. En cambio nosotros, los miembros del Clan Shinze dormiríamos en 2 habitaciones separadas, en una estaría yo con el 5to anciano Gait y en la otra mi hermano Aldun con el 2do anciano Wang. Las habitaciones eran bastante espaciosas, habían dos camas de pieles y almohadas de plumas, un armario enorme y un escritorio con dos sillas.

-Me siento un poco mal por Mein por tener que pasar la noche entre tantos extraños, pero no se puede evitar, es la diferencia en las clases sociales... Después de este extenso viaje creo que todos se durmieron tan rápido como yo, todos menos los ancianos, seguramente se quedaron despiertos para hacer guardia.

Shinze Aldun: Buenos días hermano Kang, ¿Estas listo para ir al templo?

Yo: Si, y parece que lograste dormir bien.

Shinze Aldun: Por supuesto, no tuve que dormir en el suelo duro, ni pasar frió, ni preocuparme por los insectos, creo que no volveré a viajar después de regresar a casa.

Yo: Pero fue divertido ¿No?

Nautim Mein: ¿Seguro eres hijo de un noble? Pensé que tarde o temprano te cansarías, pero veo que te juzgue mal.

Yo: *hehe* Parece que tambien lograste dormir bien.

Nautim Mein: Supongo... pero no pienso decir que fue gracias a mis compañeros de cuartos, varios de ellos roncaron toda la noche, y mas de uno tendría que lavarse los pies con la saliva de una Iguana Infernal. 

Nautim Derek: Entiendo que sean amigos, pero deberías cuidar tu lengua de todas formas, hay cosas que uno no debería decirle a los nobles, ¿De acuerdo? *Mein asiente* Partiremos al templo después de desayunar, los veré abajo.

... ... ...

Shinze Gait: Jóvenes maestros, alquile un carruaje para ir al templo, irán con nosotros 2 de nuestros guardias, Nautim Derek y sus 2 soldados, el resto vigilara nuestras pertenencias.

Shinze Wang: Yo debo irme a encontrarme con un viejo amigo, estaré devuelta al anochecer.

Yo: ¿Mein no vendrá con nosotros?

Nautim Mein: este viaje era para que solo ustedes dos vayan al templo, y para que yo adquiriera experiencia como soldado... ademas... no creo que un dios haya puesto sus ojos en alguien tan común como yo.

Yo: Vamos, no digas eso.

Shinze Aldun: Es cierto, ¿No se puede hacer nada 5to anciano Gait?

Shinze Gait: *suspiro* Esta bien, Nautim Derek, ¿Podrías reemplazar a uno de tus subordinados por tu hija?

Nautim Derek: Sin problemas.

-A pesar de que estábamos en la Ciudad del Templo, el templo en cuestión estaba bastante apartada de esta. Aun así llegamos antes del mediodía.

Sacerdote: Bienvenidos estimados miembros de Clan Shinze, pasen por favor.

-Como era de esperarse de un fiel del Dios del Oráculo, ya sabían de nuestra llegada.

Shinze Gait: ¿Oh? ¿Ya sabían de nuestra llegada?

Sacerdote: *hehe* Nuestro dios ha estado de buen humor últimamente y parece que estaba esperando fervientemente su llegada.

Shinze Gait: *fruncir ceño* ¿Es así? Hemos venido para que los 2 jóvenes maestro de nuestro clan, y esta niña vean sus estados.

Sacerdote: ¡Ya veo! Permitan que les dé una breve explicación, al ingresar a la parte mas profunda del templo deberán dejar una ofrenda en el cesto que se encuentra frente a la estatua mas grande del centro, luego deberán arrodillarse frente a esa estatua y pronunciar "estado" y por ultimo deben permanecer en silencio hasta que reciban el mensaje completo, ahí el Dios del Oráculo les dirá todas sus bendiciones, maldiciones, favores y títulos, y repito, no deben interrumpir el mensaje, una vez terminado, pueden repetir los pasos anteriores, pero en ves de decir "estado" dirán el nombre del dios que los bendice y podrán escuchar su mensaje y el de nuestro dios. ¿Alguna pregunta?

Shinze Aldun: ¿Que pasara si hablamos?

Sacerdote: El mensaje se interrumpirá y tendrán que venir otro día para poder escucharlo de nuevo.

Nautim Mein: ¿De cuanto tiene que ser la ofrenda?

Sacerdote: Lo importante es el valor que tu le des, no es lo mismo que un pobre dé su ultima moneda de plata, a un noble que da alguna de sus monedas de oro.

Yo: ¿Si la ofrenda es mala el mensaje también lo sera?

Sacerdote: El mensaje de tu dios nunca cambiara, pero el del nuestro sí, nuestro dios puede darte información cierta o falsa, poca o mucha, a favor o en contra de lo que el dios anterior diga; Pero al final solo tu decides si quieres escuchar o no. ¿Quier ira primero?

Shinze Aldun: Yo iré... *entra solo al templo*

En menos de lo que se tarda beber dos tazas de té, Shinze Aldun ya había regresado, y su rostro reflejaba que no estaba conforme a lo que había escuchado.

Yo: ¿Que sucedió hermano? ¿Que te dijo?

Shinze Aldun: Tengo la bendición del Dios de la Envidia y del Dios del Liderazgo.

Sacerdote: Ohh, dos bendiciones, eso es increíble; Muchas personas malinterpretan la bendición de la envidia, mientra que anheles alcanzar a alguien, tu deseo no sera solamente un sueño... y el liderazgo es una habilidad con la que se nace y rara vez se tiene su bendición, entre mas subordinados tengas y te obedezcan mayor sera la fuerza de ambos, tanto del líder como del sirviente.

Shinze Aldun: Ya veo... sigues tu hermano Kang.

Yo: Mejor que pase Mein primero, tengo el presentimiento que lo mio tarda un poco.

Nautim Mein: *dudando* Esta bien... volveré pronto.

Su visita también fue corta y al volver en su rostro había una sonrisa dibujada...

Yo: ¿Como te ha ido?

Nautim Mein: Tengo al bendición del Dios de la Lealtad. *risa*

Sacerdote: Excelente, entre mas firme sean tus creencias y las defiendas, mayor sera tu crecimiento... pero no deben haber dudas en tu corazón.

-¿Uno debe tomar esas descripciones literalmente o este sacerdote solo lo hace para que dejemos aun buena ofrenda?

Yo: Sea como sea... es mi turno.

El Resurgir del Clan ShinzeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora