Dedicado a SuckingDreams, porque eres una pesada y si no te dedico un capítulo no dejarás de molestar :v Gracias por tu apoyo, espero que sigas formando parte de esto para siempre :3
—Prométeme que no gritarás como una loca— la voz de Ethan sonaba divertida, algo que me asustaba más que si estuviera completamente serio.
— ¿Por qué iba a gritar?
— Tú sólo prométemelo y te dejaré verte en el espejo— hubo una pequeña pausa mientras que mis ojos seguían puestos en los suyos —Vamos, confía en mí.
— Vale, lo prometo— cedí finalmente deseando desvelar por fin el desastre que había hecho.
Apartándose a un lado, me permitió el acceso al espejo en el que, por razones obvias como su risa de culpabilidad, tenía intriga por mirar. Y fue entonces, cuando analizando cada centímetro de mi rostro, bajé por mi cuello dándome cuenta de lo que había en él.
— No puede ser— restregué la mano por mi cuello deseando que tan sólo fuera un error en mi reflejo — ¡Malditamente no puede ser!— alcé la voz logrando que la risa de Ethan se cortase en seco.
— Tampoco es para tanto.
— ¿Qué no es para tanto? Tengo un chupetón del tamaño de una pelota en mi cuello. Y encima de eso, hoy es la noche de la gala esa de ricos a la que debemos ir —respiré con fuerza dejando de restregar mi mano por mi cuello y tratando de encontrar una solución a mi problema.
— Sólo es un chupetón, ni que te hubiera marcado con mi nombre el cuello —trató de quitarle hierro al asunto mientras que se acercaba a mí con lentitud.
— ¡Ni se te ocurra acercarte! Sé lo que tramas y el sexo es lo que nos ha llevado a este problema— le amenacé mientras que retrocedía un par de paso para que no me alcanzase.
— Entonces el problema es el sexo ¿no?— achinó los ojos -como cada vez que tenía una idea- y soltó la toalla de su cintura dejando que ésta se cayera al suelo, —probemos a ver si el sexo también es la solución — hubo una sonrisa traviesa en sus labios y sin pensárselo dos veces echó a correr hacía mí. Por mi parte no quedó otra opción que huir, y sintiendo la adrenalina en mis venas, busqué algún sitio que me permitiera recobrar el control.
Para mi suerte, no me dio tiempo y cuando me quise dar cuenta estaba atrapada entre Ethan y la pared, rodeada por sus brazos sin ninguna posibilidad de escapatoria.
— ¿Estás tratando escapar de mí, Abril?— su voz sonaba tan malditamente tentadora que quería pecar desde la primera letra.
—Pensé que era obvio —contesté tratando de ser lo más fría posible y no dejarme llevar por la cercanía de su cuerpo desnudo al mío.
— Y yo pensé que había claro que conmigo no hay huida que valga—y como confirmación de su teoría movió la cadera dejándome sentir la dureza de su miembro. Mierda, estaba en problemas.
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60 veces por minuto
RomanceUna chica con un trágico pasado. Un padre en la cárcel. Un jefe insistente. Una medio hermana obsesiva. Un chico realmente increíble. Una muerte que lo cambiará todo. Se aceptan apuestas, ¿Quién será el que no sobreviva?