La vida es impredecible (MORBY /regular show)

Capitulo 3

Durante su trabajo Rigby sentía como le dolía y palpitaba la mano, pero trataba de ocultarlo de Mordecai, en ocasiones se retiraba de él para sobarla o quejarse por lo bajo, cuidando de no ser escuchado. Y para su mala suerte, Benson les había cargado la mano con la cantidad de trabajo.

Desde barrer las hojas, cambiar los avisos de la entrada, pintar los grafitis de las paredes, quitar la goma de mascar que estaba pegada en las bancas y podar el césped; un sinfín de tareas que hacían que el dolor de su mano incrementara. En cierto momento tuvo que irse con la excusa de que iría al baño solo para cambiar el vendaje de su mano, el cual estaba completamente manchado de sangre.

Después de tratarse la mano regreso junto a Mordecai. El cual estaba terminado de cortar el césped.

- Veo que regresaste, pero ya terminé el trabajo y acabo de ver a Benson y me dijo que podíamos tomarnos el resto del día libre - decía de forma alegre, yo sabía el motivo de su felicidad y por lo tanto sabía que comentaría después - que te parece si vamos a la cafetería por algo de comer.

Rigby está por negarse, porque quería descansar, pero la mirada suplicante de Mordecai hacia que este se doblegara y se decidió a ir con él.

Durante el viaje Mordecai hablaba de Margarita y lo linda que era, para Rigby todo eso eran como navajas que se enterraban en su corazón, ahora, además de lidiar con el dolor de su mano tenía que lidiar con esa tristeza.

En ocasiones durante el camino se sobaba la mano para tratar de calmar el dolor, tratando de que Mordecai no lo viera.

En cierta parte del camino Rigby se quedó completamente callado y Mordecai se percató de eso.

- Que pasa Rigby, te sientes mal- pregunto volteándolo a ver.

- Ah-... que...no.... no es nada, solo estoy un poco cansado - dijo Rigby saliendo de su transe y ocultando su mano, para que no la viera.

- ¿En serio? - volvió a preguntar Mordecai, un poco preocupado.

- Sí, es solo que tengo hambre, recuerda que no comí nada- le contesto con una sonrisa nerviosa y fingida en su rostro.

- Eso es tu culpa por no haber bajado pronto a desayunar- respondió Mordecai mientras seguía viendo a Rigby. - pero tranquilo viejo ya casi llegamos.

Y era verdad ya estaban por llegar, cuando estaban entrando a la cafetería, Mordecai entro primero - viejo, seguro que estas bien- preguntaba a Rigby que venía detrás de el - sí, es que estoy muy hambriento, jajaja- dijo Rigby mientras fingía una risa, pero en cierto momento mientras entraba logro ver de reojo en una de las ventas esa sombra con su risa burlona.

- ¡Seguro que es hambre! - al escuchar eso Rigby se detuvo en seco y giro para ver la ventana, pero esa sombra ya se había ido. Este se encontraba con los ojos abiertos como platos y sudando un poco, por lo que vio y escucho.

- Rigby, ¿qué pasa? - pregunto Mordecai al ver como este se detuvo

- Aa... No, nada - dijo rápidamente, saliendo de su transe y continúo caminando para llegar con Mordecai y sentarse a su lado- es que... vi... un enorme emparedado en la ventana

Jajaja debes de tener mucha hambre, para imaginar comida gigante jajaja - dijo de forma graciosa Mordecai, mientras veía a Rigby.

En ese momento se acercó Margarita junto con Eileen, dispuestas a tomar su orden. Margarita es una chica un poco alta con el cabello rojo y negro, piel pálida y ojos grises, además de tener un buen cuerpo. Eileen, era una chica más bajita casi de la estatura de Rigby, con una apariencia más infantil de cabello café, piel un tez blanca y ojos verdes.