Capítulo 27

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JungKook no sentía sus piernas, por instinto seguía corriendo por las calles de Seúl, para ir en busca de su padre al campo militar.

Las cosas no pueden seguir así, appa estaba muriendo.

Gotas perladas y diminutas bajaban por su afilada cara, y sentía que no podía más. Pero YoungJae permanecía en su mente.

El castaño estaba frente a un gran muro, con alambre de púas y con alto voltaje. Quién quisiera subir y tocarlo, lo que le esperaba. Tomo un pequeño respiro.

—Por favor appa, aguanta un poco —pidió el alfa con lágrimas.

Un vigilante se encontraba durmiendo en su puesto, el alfa castaño se acercó dónde estaba derpertandolo rápidamente por su gran y embriagante aroma similar al de JaeBum. De pequeño JaeBum solía llevar a su hijo al campo militar para mostrar como entrenaba a los lobos alfas y betas, recordaba que no había un lobo descansando. Siempre estaban entrenando, ejercitándose, haciendo algo productivo. Y así era aún, trabajaban arduamente proteger a su manada, y al líder claro.

JungKook buscaba desesperado a su progenitor, un grupo de alfas se encontraba en el campo, dos figuras reconocidas su tío Yongguk y su padre JaeBum entrenaban. Jeon se acercó trotando a JaeBum, el pelirrojo al mirarlo se dió la vuelta para evitarlo.

—¡Papá! —exclamó JungKook al ver como su progenitor le daba la espalda para marcharse, tomándolo del brazo—. P-por favor padre, regresa a casa.

El alfa resopló, y se quedó quieto.

—¿A que veniste? —preguntó seco—. Tú y tu padre no necesitan que esté en casa, buscaré donde estar para no lastimarlos más, iré de vez en cuando a visitarlos. ¿Eso querías niño?

Papá está dolído, estúpido por tus hormonas alteradas.

JungKook volteó a su padre para que le diera la cara y no se ocultara más de ellos. Se llevó una sorpresa que hizo que su corazón doliera más.

JaeBum tenía unas terribles ojeras, sus ojos se encontraban rojos. Al jalar de su brazo, se encontró con cortadas por doquier, ¿Su padre se estaba lastimando?

—P-papá... Papá te necesita —el castaño murmuró con voz quebrada—. E-el está enfermo, ti-tienes que ir por él.

El alfa mayor, le miró molestó.

—¿Dónde está mi YoungJae, JungKook? ¿Qué le sucede? —preguntó rápidamente el alfa.


—ChanYeol Hyung, tengo hambre —el omega hizo un puchero, al ver qué el mayor estaba jugando con tu teléfono.

ChanYeol dejo aún lado su teléfono, y levantó la vista. El rubio estaba recargado en el umbral de la puerta con un puchero, solo la mitad de su pequeño cuerpecito se veía y era demasiado adorable. El alfa palmeo sus piernas, invitando al omega a sentarse en ellas, JiMin tímido acato la orden sentándose en las piernas de ChanYeol recargar su cuerpecito en él y hundiendo su cara en el cuello del alfa aspirando su delicioso aroma a café.

—¿Qué te gustaría comer? —ChanYel besó ambas mejillas del omega con dulzura, provocando que el pequeño JiMin se ruborizara.

El omega, se alzó sin querer levantarse de la piernas del mayor, pensando un momento.

Realmente tenía hambre, su hijo pedía comida, pero no quería salir. Quería estar en casa descansando con ChanYeol, viendo películas y estar con él porque sí.

El alfa se estaba ganando su corazón.

—Lo que sea está bien, realmente no tengo ganas de salir —JiMin murmuró acariciando el pecho del alfa.

ChanYeol sonrió, y abrazo de la cintura a el pelirubio, dejando un beso en su frente.

El azabache no se atrevía a darle un beso en los exquisitos labios del omega, pues no quería verse atrevido o ser rechazado por el menor ya que le dolería demasiado.

—¿Te gustaría comer fideos negros?  —preguntó el alfa, y vio como a JiMin le brillaron los ojitos—.

—Sí —dice JiMin emocionado—. ¡Por favor Hyung!

El mayor levantó a JiMin con cuidado, y lo acosto en el sofa para ir a la cocina a prepararle a su pequeño pelirubio unos fideos negros. La tonta sonrisa qué traía ChanYeol, nadie se la quitaría.

ChanYeol se había ya adueñado del omega, y sin ser novios. Pero el se lo iba a pedir, anteriormente su excusa era qué necesitaba "tiempo" para pensar las cosas.

Nada de tiempo, para el amor que tiene hacía el menor, lo haría antes de que le arrebaten al omega. Pues era muy bonito para otro alfa como JungKook lo lastimara, hasta él mismo lo decía; que no era digno del hermoso omega, JiMin.

Terminó de cocinar los fideos, y comenzó a servirle en un plato al rubio los fideos, sintió como unos bracitos rodeaban su cuerpo. Su estúpida sonrisa se formó al sentir ese dulce aroma a frutos rojos.

—Yeollie, ¿ya está? —JiMin preguntó asomando su cabecita por su brazo—. Huele delicioso.

—Ya Chimmy, —respondió y se volteó para ver a el pálido—. Ve a sentarte, llevaré tu comida.

ChanYeol sonrió nervioso, y trago duró.

ChanYeol inhaló, y se armó de valor. No desperdiciaría está oportunidad que tenía con el omega, salió con ambos platos en mano.

—¡Gracias Yeollie! —su voz sonaba emocionada, tomó los palillos y empezó a degustar su comida. El alfa sonrió al ver esa linda imagen de JiMin—. Esta muy rico hyung.

—Gracias Chimmy, —el azabache se ruborizo y sonrió—. ¿Te puedo preguntar algo?

El omega asintió sin dejar de comer los fideos.

—Bueno, r-realmente no sé cómo empezar —ChanYeol rasco su nuca nervioso—. Pero, JiMin m-me gustas mucho. No lo puedo evitar, ¿Quieres ser mi chico?

 No lo puedo evitar, ¿Quieres ser mi chico?

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Holaaaaa.

Y adiós, que seguiré con este maratón.

Wattpad me falló ayer, y me está fallando hoy xd.

Pero bueno, ojalá suba el capítulo.

Awacheeeen.❤️

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