Eres Mía • || Draco Malfoy ||

-23- El vuelo con Buckbeack

— Bien acérquense con cuidado y lento, ahora inclínense despacio —nos dió instrucciones Hagrid y así lo hicimos pero Buckbeack  hizo un movimiento brusco y nos alarmó, nos hicimos para atrás pero sin querer pisamos una rama y Hagrid nos dijo que no nos moviéramos.

— De acuerdo ya pueden tocarlonos dijo y nosotros nos acercamos con mucho cuido, al final Buckbeack se dejó acariciar por nosotros —Bueno parece que los dejará montarlo.

— ¿Qué? —fue lo único que pude decir antes de que Hagrid nos subiera a Buckbeack y empezara a volar, la vista era hermosa, volamos sobre un lago y todo era precioso hasta que llegamos de nuevo al bosque con los demás y Hagrid nos ayudó a bajar.

—¿Cómo lo estoy haciendo? —preguntó.

— Excelente profesor —le dijo Harry con una sonrisa, pero yo vi que el rubio trataba de acercarse mucho a Buckbeack y este se puso un poco agresivo.

— ¡Draco cuidado! —le grité antes de que el ave lo rasguñara y se lo llevaran a la enfermería.

Estábamos en el gran comedor hablando y viendo como una chica se le acercaba mucho a Draco, debo de admitir que eso me puso un poco celosa pero que mas da, ah también el rubio le presumía y exageraba lo que había sucedido en el bosque.

— ¡Lo vieron, vieron a Sirius Black! —nos dijo Seamus gritando. Lo habían visto cerca de la escuela y eso nos preocupaba demasiado, no sabíamos de lo que era capaz.

Nos encontrábamos en la clase del profesor Lupin y la verdad es que era muy entretenida. Nos estaba explicando que adentro de un ropero que había en el salón se encontraba un Bogart el cual tomaba la forma de lo que más nos aterraba pero que si pensábamos en algo divertido y decíamos Riddikulus este se convertiría en eso. 

Primero paso Neville y del ropero salió el profesor Snape, pero luego de que dijera el encantamiento este aparecía pero con la ropa de su abuela, luego continuó Ron, que, como era de esperarse su miedo era una araña gigante pero después a esta le salieron unos patines en las patas y resbalo, continuaron pasando algunos chicos más hasta que por fin llegó el turno de mi hermano y el mio, tristemente el Bogart se convirtió en un Dementor y estábamos a punto de desmayarnos si el profesor no nos hubiera defendido.

Llegó la noche y yo me dirigía a la torre de astronomía la cual era de mis lugares favoritos de la escuela, estaba pensando en lo sucedido con el Bogart cuando una voz me desconcentro.

— ¿Que haces aquí tan sola Potter? —preguntó.

— ¿Qué necesitas rubio? —le dije mirándolo.

— ¿Otra vez soy rubio?.

— Siempre lo has sido, aunque yo opino que eres oxigenado pero bueno, ¿Porqué lo preguntas?.

— Porque en la clase de Hagrid me llamaste Draco.

— Oh ya, bueno, siéntete afortunado, ahora si me disculpas necesito pensar ¿Porqué no mejor vas y les sigues presumiendo a todas de que sobreviviste a un simple rasguño?.

— ¿Celosa?.

— ¿Celosa yo? ¿Porqué debería?.

— No lo se tu dímelo.

— Si que estás demente —le dije riendo.

— ¿Te han dicho que te vez linda cuando sonríes?.

— Eh si tú muchas veces, bueno, fue un gusto hablar contigo pero me tengo que ir, así que nos vemos luego Malfoy.

— Espera —me dijo para depositar un beso fugaz en mis labios.

— ¿Qué rayos fue eso?.

— Se llama beso, pero bueno no te quito más tu tiempo adiós —se fue casi corriendo y con una gran sonrisa.

Al día siguiente fue la excursión a Hugsmaide pero solo podían los que tenían el permiso firmado, y, como nosotros no lo llevábamos, no pudimos ir. Nos encontrábamos en uno de los puentes y nos encontramos al profesor Lupin, quien nos contó anécdotas de nuestros padres, también nos dijo que teníamos los ojos de nuestra madre y ese fue un lindo comentario, después de que llegaran de la salida quisimos entrar a nuestra sala común pero la señora gorda no estaba, cuando la encontraron ella dijo que Sirius Black estaba en el castillo. En la noche no nos permitieron entrar a nuestras habitaciones así que dormimos en el gran comedor.

Nos encontrábamos en la clase del profesor Lupin, pero como el no la pudo dar nos la dió Snape y como de costumbre todos estábamos callados, mi mesa estaba vacía ya que Herms no estaba lo cual era muy extraño, y más viniendo de ella.

— Vamos a la página 394 —nos dijo con su típico tono de voz fuerte.

— ¿Hombres lobo? —preguntó Ron.

— Pero señor aún no llegamos ahí —dijo de repente Hermione, quien no sé de donde rayos salió.

— Bien, ¿Quién sabe la diferencia entre entre un animago y un hombre lobo? —preguntó y yo levante la mano.

— Un animago es un mago que elige ser un animal, y un hombre lobo no lo decide, se transforma con la luna llena y hasta olvida quien es el, podría matar a su mejor amigo, además solo responde al llamado de los suyos —le respondí.

— Es la segunda vez que usted y la señorita Granger hablan sin permiso ¿No pueden contenerse? ¿O se sienten orgullosas de ser las insoportables sabelo todo? 5 puntos menos Gryffindor.

Al día siguiente mi hermano jugaba Quidditch y como era de costumbre yo me encontraba ahí para apoyarlo, el día era bastante feo ya que había mucha neblina y llovía demasiado, mi hermano iba en busca de la Snitch pero ascendió demasiado, lo perdí de vista por unos minutos hasta que después vi como mi hermano caía al suelo, nunca me había asustado tanto, el profesor Dumbledore hizo un encantamiento para que dejara de caer y lo llevaran a la enfermería, claramente yo estaba ahí con el junto con el equipo de Quidditch, Ron y Herms.

— Hermano al fin despiertas —le dije en cuanto abrió los ojos para abrazarlo.

_ ¿Qué me paso _____? —preguntó.

— Bueno pues te desmayaste  gracias a un Dementor, pero Dumbledore los hechó.

— Hay otra cosa que debes saber —le dijo Ron— Bueno básicamente cuando caíste de tu escoba la atrapó el Sauce Boxeador y pues aquí está —le contó mostrándosela.

                              [...]

Estábamos caminando con el profesor Lupin cuando le hicimos está pregunta

— Profesor ¿Porqué nos afectan tanto los Dementores? —peguntó mi hermano.

— Los Dementores les afectan más por sus terrores del pasado.

— Necesitamos defendernos, enséñenos, alejó al Dementor del tren —dije.

— Solo era uno _____ no pretendo ser un experto, pero ya que los Dementores tienen un cierto interés en ustedes, lo haré.

La nieve volvía a cubrir los pisos de Hogwarts y otra salida a Hugsmeade a la que no podríamos ir nos acompañaba, pero esta vez teníamos un plan el cual esperemos que funcione.

-DEVIL BABE