Eres Mía • || Draco Malfoy ||

-11- Dobby y la Madriguera

Mi hermano y yo nos encontrábamos en la que ahora si era nuestra habitación viendo el álbum de fotos que nos regalo Hagrid.

- Entiendan no podemos sacarlos -les dijo Harry a nuestras lechuzas las cuales estaban en su jaula.

- No nos permiten utilizar magia fuera de la escuela -les dije.

- ¡Harry _____! -gritó tío Vernon desde abajo.

- Se los advierto si no controlan a los malditos animales deberán irse -nos dijo.

- Pero están aburridos -les dijo Harry.

- Si solo los dejaras salir por una o dos horas -ahora le dije yo.

- ¿Para que envíen cartas a sus extraños amigos?, no señor -nos regañó.

- No hemos recibido ninguna carta en todo el verano -respondió mi hermano.

- ¿Quién querría su amistad? -nos dijo Dudley chocando mi hombro lo cual me hizo enojar mucho.

- Bueno seguramente tu debes de tener muchos ¿No terroncito? -contesté con mi clásico sarcasmo.

- Cuida como le hablas a mi bebé Potter -me dijo tía Petunia y yo rodé los ojos.

- Deberían ser más agradecidos, los hemos criado desde que eran bebés, los hemos alimentado en nuestra mesa y Dudley les cedió una de sus habitaciones porque nuestro corazón es muy bondadoso -mi hermano y yo nos miramos y solo bufamos.

- Los Maison llegarán en cualquier momento ya saben que hacer, ¿Petunia? -le preguntó a nuestra tía.

- Yo estaré en la sala y los recibiré con gracia en nuestra casa -contestó

- ¿Dudley?.

- Yo estaré en la puerta para abrirla -contestó nuestro gordo primo.

- ¿Y ustedes? -nos preguntó.

- En nuestra habitación muy callado -respondió mi hermano.

- Pretendiendo que no existimos -terminé yo.

- Excelente que inteligentes son.

Subimos a nuestra habitación un poco molestos pero nos llevamos una gran sorpresa al abrir la puerta.

- Harry y _____ Potter, es un honor conocerlos -dijo lo que parecía ser un elfo encima de mi cama.

- ¿Quién eres? -pregunté.

- Dobby señorita, Dobby un elfo doméstico -me contestó.

- No queremos ser groseros pero este no es un buen momento para tener a un elfo domestico en nuestra habitación -le dijo Harry.

- Oh si señores Dobby entiende, solo que Dobby a venido a decirles, esto es difícil señores Dobby se pregunta por donde empezar -nos dijo.

- ¿Porqué no te sientas? -le dije.

- ¿Sentarme? -y Dobby empezó a llorar desconsoladamente haciendo mucho ruido.

- Dobby lo siento no pretendía ofenderte así -le dije apenada.

- ¿Ofenderme?, Dobby a escuchado de su grandeza señores, pero jamás a sido invitado a sentarse por una bruja o mago -nos explicó.

- Imaginamos que no pretendes tratar con magos o brujas decentes -le dijo mi hermano.

- No yo jamás -dijo con una sonrisa pero después se fue a nuestro buro donde teníamos una lámpara- Dobby dijo algo horrible, Dobby malo -y empezó a golpearse con los cajones.