Eres Mía • || Draco Malfoy ||

-3- Olivanders

Estábamos sentados en el metro para ir a donde compraríamos los útiles mientras Harry leía la lista. Los de primer año van a necesitar:

- 3 Túnicas de trabajo.

- Una varita.

Pero mi hermano y yo volvimos a ver a Hagrid para cerciorarnos de que habíamos leído bien.

— Esencial para un mago, chicos. —nos contestó así que mi hermanos siguió leyendo.

- Un par de guantes de piel de dragón.

— ¿Debe de ser de uno de verdad? —pregunté esta vez.

— ¿No pensarás que uno de pingüino, verdad? —me contestó Hagrid- Dragones, me encantan. —dijo el gigante al aire.

— ¿Te gustan los dragones? —le preguntó mi hermano.

— Son bestias que nadie comprende. —nos contestó.

Bajamos del metro e íbamos caminando mientras yo seguía leyendo.

- Un caldero de peltre del número 2.

- Y si lo desea puede llevar una lechuza, un gato, o un sapo.

— ¿Lo encontaremos todo en Londres? —preguntó mi hermano.

— Claro, solo si sabes a donde ir. —nos miró.

Entramos a una especie de bar y todos nos miraban y susurraban cosas como: "no puedo creerlo son _____ y Harry Potter" "es un honor conocerlos", a mi realmente me parecía un poco incómodo, y viendo la cara de mi hermano, puedo suponer lo mismo de él.

— Harry y _____ P-potter. —un señor con un turbante en la cabeza se nos acercó con una sonrisa.

— Hola profesor, no lo había visto. —saludó Hagrid—. Harry, _____ él es el Profesor Quirrel, será su profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. —nos explicó.

— Oh, Hola. —le extendimos la mano al mismo tiempo, pero él solo se limitó a observarnos.

— Un tema interesante. N-no creo q-que lo n-necesiten eh, P-p-potters. —nos dijo con una sonrisa.

— Bueno, tenemos que irnos, aún tenemos mucho que comprar. —le dijo al profesor antes de retirarnos de ahí.

Salimos a un pequeño cuarto en el que solo había una pared de ladrillos.

— ¿Vieron? son famosos, eh niños. —dijo Hagrid sacando el paraguas de su abrigo.

— ¿Pero por qué lo somos? —le pregunté.

— Todas esas personas conocen nuestros nombres. —le dijo Harry.

— No soy la persona indicada para decírselos, chicos. —contestó dando unos golpes en los ladrillos de la pared la cual, como por arte de magia, se empezó a abrir formando una pequeña puerta que dejaba de ver del otro lado lo que parecía ser una calle.

— Bienvenidos al Callejón Diagón. —nos miró Hagrid dándonos paso para que saliéramos, o más bien, entráramos.

Empezamos a caminar por las calles mientras Hagrid nos decía en que tiendas compraríamos lo que íbamos a utilizar para nuestros hechizos, nosotros simplemente estábamos maravillados.

POV's Harry:

Estábamos muy asombrados por todo lo que veíamos a nuestro alrededor. Nos acercamos a una vitrina en donde había muchos niños de nuestra edad, parecía que estaban viendo una escoba porque uno de ellos dijo: "miren es la nueva Nimbus 2000", volteé a ver a mi hermana, la cual parecía igual de sorprendida que yo.