Sobreviviendo a Dixon.

Pañuelo.

N.A: Que tal queridas lectoras, bueno pues aquí les traemos por fin un capítulo un día Martes, que esperamos les encante como a nosotras, consideramos que este capítulo es bastante bueno y... no olvides Dalalai y por supuesto comentar (viva la libre expresión) las dejamos tranquilas. Pero antes, queremos dedicarle este capítulo a todas nuestras y nuestros lectores, tanto nuevos como antiguos, fantasmas o no, los amamos <3 Ahora sí :)

Les saludan este Martes, Catalina y Paulette.

Pañuelo.

Rick y Hershell salieron del cuarto dejándome a cargo del hombre. Me senté sobre una cómoda silla de mimbre que había frente a la cama. No pasó mucho tiempo para que al fin despertara.

Al verme se removió incómodo tapándose un poco más el cuerpo con la frazada que lo cubría.

-Estás despierto.- Dije alegremente, era lógico pero no sabía de que otra manera romper el hielo.

-No me digas.- Respondió en un tono sarcástico.- Creí que aún dormía.

Reí. No sé por qué, pero me pareció gracioso. Quizás era el hecho de poder comprobar que estaba vivo.

-Esas no son maneras de agradecerle a quién salvó tu vida.- Sonreí.

Guardó silencio y el ambiente se tensó un poco. Me levanté y caminé hacia la puerta, ya había afirmado el pomo de esta cuando me decidí a hablar.

-¿Tienes hambre? - No respondió.- Bueno, de todas formas Carol te traerá la cena.

-¿Carol?

-Sí, Carol.- Dije mientras levantaba ambas cejas en un gesto sugerente, aunque la verdad no sabía por qué. <<Oh, sí que lo sabes>> Suspiré algo cansada, estaba por abrir la puerta cuando habló.

-No me gusta Carol.

En seguida mi sangre comenzó a hervir de la rabia e indignación. ¿Cómo podía seguir negándolo? Subí la voz para responderle.

-¡Ay por favor! ¡Ya deja de fingir! ¿Quieres?

-Ella no me gusta. Repitió.

Sentí como es que la vena de mi cuello comenzaba a latir violentamente.

-¡Los vi besándose! - Grité enfurecida.- ¡No mientas Daryl! ¡Ella no se lo merece!

-¡Que no me gusta! - Gritó.

Escuché los pasos de Carol cada vez más cerca, subiendo por las escaleras.

-Te propongo otra apuesta.- Dije recordando la de la flecha y el árbol en el bosque.

Daryl movió su cabeza indicándome que siguiera. Recorrí el cuarto con la mirada para pensar en que quería ganarme. <<¡Bingo!>>

-Te apuesto tu cazadora...

-No.

-Bueno, entonces... tu pañuelo.- No se negó.- A que Carol besa tu frente antes de salir.

-Ok.

Corrí hacia el asiento de mimbre para simular que dormía. Carol entró.

-Hola.- Le dijo ella dulcemente.

Daryl emitió un gruñido en respuesta.

-Te he traído la cena, debes tener hambre.

-Gracias.- Respondió él.

-Pobre, debe de estar exhausta.- Supuse que se refería a mí.- Ha estado aquí desde que llegaste.

Silencio. Entre abrí los ojos para poder ver lo que ocurría. Lo siguiente que dijo Carol no logré escucharlo, ya que habló casi en un susurro, pero como predije justo antes de irse besó la frente del cazador. Apenas ella cerró la puerta, me puse de pie victoriosa. Levanté las manos como diciendo <<¿Qué dije?>>