N.A: Es Domingo por la madrugada y comenzaba a sentirme culpable por no haber subido un capítulo aún, no estoy cansada y no podía dormir, así que me dije ¿Por qué no? Así que me decidí a tomar el computador de mi papá y me puse a escribir el capítulo para ustedes. Vaya a saber yo en este instante a qué hora lo subiré, quizá incluso sea al final del día, pero bueno, dicen que la intención es la que cuenta ¿No? Eso es todo creo, no olviden comentar (COMENTEN DIJE) Dalalai, vota y tengan un bello día.
Pdta. Este capítulo puede ser un poco… intenso, si no les gusta que sea tan detallado, nos encantaría saberlo para el próximo capítulo, ya entenderán porque.Las saludan una madrugada dominguera, Catalina y Paulette.
La Flecha.
Se había alejado lo suficiente para cuando los demás comenzaron a salir de la casa, sin muchos ánimos.
Sin yo saber por qué, Dixon comenzó a caminar hacia el tronco de forma decidida, me mandó una corta mirada antes de entrar a su carpa para hacer quién sabe qué.
Yo estaba sentada en el tronco a lo indio mirando en dirección a la carpa del cazador. Segundos después, salió con el bolso en el que tenía las flechas y su navaja, el mismo de la vez en que seguí mis instintos en esa misma carpa en la cual acababa de salir, esa vez que nos llevó a nuestra situación actual.
Se sentó frente a mí, ni tan cerca ni tan lejos, quizás a metro y medio. Sacó un palo y su navaja (muy parecida a la mía por cierto) y comenzó a darle forma de supongo, una flecha. Parecía que no soltaría ni una palabra, solo estaba allí, sentado y afilando aquella flecha y yo sentada en el tronco mirándole fijamente, esperando a que dijese algo. Pero nada, no soltaba ni una sola palabra y ya comenzaba a sacarme de mis casillas. Se suponía que me había alejado para calmarme y pensar, pero con él ahí más el sonido de su estúpida navaja afilando ese maldito palo no lo estaba logrando, mejor dicho no estaba ni cerca de relajarme. De hecho comenzaba a irritarme.
Cerré los ojos, froté mi frente con mis dedos y solté un suspiro. Él bufó y yo abrí los ojos << ¿Qué le parecía tan chistoso? >>
-¿Qué haces aquí? – Le pregunté en un tono irritado para que notara que su presencia no me hacía mucha gracia.
Lenta y calmadamente – demasiado para mi actual estado de ánimo – dejó la navaja a un lado y afirmó firmemente la flecha, supongo que para comprobar que no se quebraría, la dejó en su regazo y subió su vista hacia mí, para por fin darme una respuesta.
-Vivo aquí – apuntó su carpa con rápido gesto con la cabeza.
<< ¿En serio no lo notaste? ¿O es que querías hablarle? >> No lo había notado, o eso prefería pensar.
-Por supuesto – Respondí, lo miré unos segundos más y desenredé mis piernas para poder sentarme normalmente, no tenía nada más que hacer allí. – Bueno… - Dije mientras comenzaba a pararme – Supongo que yo ya me voy – Me quedé mirándolo por unos segundos mientras estuve en pie – Sí… Adiós.
Y comencé a caminar hacia la casa, ya lo había pasado cuando su voz me detuvo.
-Yo también – Dijo.
<< ¿Ah? >> Dijeron mi subconsciente y mi yo mental al mismo tiempo.
Me di vuelta lentamente y él estaba de pie a menos de un metro de mí, con su “flecha” en la mano. Yo tenía mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón, estaba realmente confundida.
-¿Tú también… qué? ¿Te vas? – Pregunté.
-No – Dijo, pasó sus dedos por debajo de su nariz <<Oh, estaba nervioso>> parecía estar dudando de decir o hacer algo. Finalmente levantó la vista otra vez hacia mí y caminó en mi dirección decididamente, estaba ya frente de mí, a solo centímetros, tan cerca que podía sentir su respiración << ¿Qué pretende? >> Ahora yo era la que estaba nerviosa, me mantuvo la mirada unos segundos, luego miró mis labios y dijo – Esto.
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Sobreviviendo a Dixon.
FanfictionLos hermanos Riggs tratan de sobrevivir a este nuevo mundo juntos, pero un dilema llamado Daryl Dixon se interpondrá en su objetivo. Ahora Alex tendrá que tratar de sobrevivir y sobrellevar todo su mundo que ha sido dado vuelta por el cazador Daryl...