El niño miró el colegio con mala cara. Arrugó su nariz observándolo. No era precisamente atractivo, era como una catedral, vieja, antigua y para nada encantadora. El hecho de que fuera una mañana triste, gris y lluviosa no ayudaba.
Daba cierto miedo.
Su padre le tocó la espalda, animándole a que siga caminando.
—Venga, Connor, entremos.
El moreno caminó pero no dijo palabra alguna.
Caminaron por los pasillos, eran bastantes amplios, las paredes era de un color amarillo fuerte, la mitad era de una madera oscura. Habían bastantes estatuas de María con Jesús, o de Jesús ya adulto, cada dos metros, la luz era de un amarillo oscuro, dándole cierto toque anticuado al lugar. Connor miró el piso, era de madera también.
Al llegar a una puerta en la que ponía "Padre" se detuvieron.
Connor miró de reojo al hombre que se encontraba al lado suyo, ¿tenían que entrar ahí?
Su padre al notarlo, se agachó para estar a su altura y le sonrió.
—Es buena persona, ya lo verás.
El Niño moreno se encogió de hombros, su padre tocó la puerta y esperaron hasta que escucharon un "adelante".
Al abrir la puerta, había un señor de probablemente unos cuarenta años sentado en la silla de su escritorio.
<Todo es muy antiguo> Pensó Connor, al ver ese lugar. Las paredes no eran del mismo estilo que los pasillos, tenían un estilo medieval, con un color rojo fuerte que hacía a la habitación lucir más oscura. Había grandes estanterías repletas de libros.
Connor observó más detalladamente el sitio y se dio cuenta que había un niño de unos más de 10 años, al lado del Padre, vestido de negro, una chaqueta fina de botones con una tira blanca en el cuello y un pantalón largo.
—Oh, señor Worren, ya están aquí.—el Padre se levantó y el padre de Connor se acercó para darle la mano.
—Sí, ya llegamos.—Worren se dio la vuelta mirando a su hijo que aún seguía en la puerta.—Este es mi hijo.
Connor fue acercado a la mesa por el hombre que le engendró.
—Hola, Connor, soy el Padre Filiph y este es mi aprendiz y futuro sucesor: Christian.—Señaló al niño rubio cenizo.
Connor miró al Padre y después al niño, y asintió.
—Lo siento, mi hijo es un poco tímido.—Se disculpó el señor Worren.
—No soy tímido, solo que no quiero hablar con esta gente.—Lo contradijo.
El Padre y su aprendiz miraron al moreno, luego se miraron entre sí y sus ojos, ambos azules, volvieron hacia Connor.
—Bueno, Connor—el Padre se volvió a sentar.—Tengo entendido que vas a Segundo de primaria.
Connor asintió.
—Tienes siete años.
Connor estuvo apunto de cuestionar al Padre el porqué le decía a él, información que ya sabía.
—Sí.—Contestó en su lugar, debía ser educado.
—Bien, Christian te acompañará a tu habitación, mientras, te explicará los horarios. Mañana por la mañana ve con tus compañeros de cuarto a Clase, ¿si?
Connor asintió.
Mientras Christian se acercaba al pequeño, el señor Worren se despidió de su hijo.
—Cuídate, ¿bien? No olvides el trato, vendré a por ti.
—Sabes que no me gusta ir a uno de tus colegios y me llevas a uno hasta los 18.—Murmuró enfadado, aunque su padre lo vio tierno.
—Hey, sabes que podrás hablar conmigo si te pasa algo, si sucede cualquier cosa, puedo cambiarte a otro.
—No quiero a ir a uno de tus sitios.—Murmuró más alto.
Christian ya estaba su lado, así que el padre de Connor le dio un beso en la frente y se despidió.
Connor salió de ese lugar y volvió a los pasillos con el mayor.
—He oído lo que hablabais, sé que no está bien escuchar, me confesaré mañana por meterme en asuntos que no me conciernen, pero ¿le has dicho "a uno de tus colegios"?
Connor asintió, ignorado la exageración de confesarse únicamente por preguntar.
—¿Me lo explicas?—insistió el rubio ceniza.
—No.—Contestó Connor.
Connor sintió la mirada incrédula del mayor pero la pasó por alto. Christian tardó unos segundos en volver a hablar.
—Como quieras.
Connor miró de reojo al alto, aunque, si tenía diez; según Connor, era más bajo de lo que un promedio de esa edad sería.
—¿Cuántos años tienes?
El rubio lo miró.
—Doce.
Connor frunció el ceño, ¿doce? Era algo bajo para esa edad.
—Bueno, el horario de clases es de 9:00-13:30. El desayuno es a las 8:30, tus compañeros de habitación te pueden llevar al comedor, el almuerzo es cuando acabes las clases a la una, y la cena es a las nueve. Llega antes si quieres comer rápido.
Subieron unas escaleras, luego más pasillos, hasta llegar a la puerta con el número 45. Christian se detuvo y la señaló.
—Bueno, esta es tu habitación, hazte amigos de tus compañeros. Bienvenido y...buena suerte, Connor.
El moreno estaba algo asustado, era nuevo en un colegio tan grande y tenía que hacer amigos. Él no era alguien tan social, y para ser un niño, era extremadamente serio, aburrido y era considerado odioso. La mayoría de las veces no le gustaba jugar y eso, para un pequeño, significaba no tener amigos.
Tal vez esa era una de las razones por las que su padre lo metió a un internado.
Connor frunció los labios. No. Claro que eso no era un motivo. Más que una ayuda, era una tortura. Pues si Connor no hacía amistades, estaría condenado a vivir con niños de su edad, los cuales no querrían ni estar alrededor ni hablarle, durante varios años.
Pero, repito, eso no era un motivo. Su padre simplemente lo metió en aquella cárcel porque era mucho para él el cuidar de un niño.
Bien. Connor tampoco quería convivir con David Worren, le demostraría que era capaz de estar solo en un sitio así. Él no necesitaba a un padre.
Miró al mayor y le ofreció la sonrisa más tierna y brillante que pudo.
—Gracias.
Connor vio como el rubio abría un poco más los ojos de lo normal y su rostro cogía un color rosado mientras observaba su boca.
—De nada...Nos vemos.—Dijo rápido y caminó por el pasillo, desapareciendo por una esquina.
Connor frunció el ceño.
Se posicionó delante de la puerta y suspiró mientras ponía la mano en el pomo.
Bien, hora conocer a sus compañeros de habitación.
Se mordió el labio.
Giró el pomo y...
Bueno, entraría cuando su pulso se estabilizara y no se sintiera tan nervioso. En unos segundos...O tal vez minutos.
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No somos pecadores (2.5)
Teen FictionHistoria de Connor Esta historia no influye en absoluto con las anteriores ("Besos indecentes" y "Juguemos a ser heteros"). Es una historia aparte. +Embarazo masculino #1 en amorgay 19/08/21