STALKER [K.T]

[2]

Kim Taehyung caminaba sigiloso a las espaldas de una chica que apenas había conocido. Ella usaba una linda blusa color negro con rayas blancas y unos pantalones negros ajustados. A Taehyung le ha llamado la atención como la chica a esas horas de la noche caminaba sola y con tanta tranquilidad.
Llegaba a su casa y de ahí no salía hasta el día siguiente para ir a la escuela.

Su falda, los zapatos de charol y un sueter azul marino la hacían lucir bien a los ojos de cualquiera. Ella tiene un grandioso cuerpo.

Eso no es todo lo que le atrae a Tae, sino, la manera en como ella habla. Su voz sale de sus labios con un peculiar acento que él no había escuchado antes. Su cabello hace su rostro más luminoso y apesar de no ser una chica con mucho maquillaje, sigue estando perfecta.
Perfecta para él. 

Taehyung intenta hacerme notar pero ella sólo le ha dado los buenos días y nada más. Taehyung quiere mas.

Meses han pasado desde él la observó aquel primer día. Meses que para él son los tiempos mejores dedicados.

Ahora que camina por las calles de Seúl mira varios cárteles con la fotografía y datos personales de esa chica que es de él.
Arranca los que puede y los deposita en botes de basura, sonriendo satisfecho por lo que hace.

Llega a su casa con una bolsa llena de ramen, salchichas, carne y bebidas. Taehyung no sabe cocinar así que todo lo compra en paquetes para recalentar o fáciles de hacer.

Un chillido se escuchó antes de entrar a la habitación y la miró despierta.

—He llegado mi amor —Acarició su cabello. —¿Me extrañaste? Traje comida, creo que necesitas comer algo. Ayer te desmayaste, quizás tengas qué.

T/N cerró sus ojos cansada. Tranquila asintió un poco. Taehyung sonrió al verla cooperar, fue a la cocina a preparar un poco de comida.

La mordasa le estaba cansando la quijada, intentó quitarla pero completamente inútil. Él regresó después de un rato y puso el plato a un lado para ayudarla a sentarse y quitarle la mordasa.

—Prometeme que no vas a gritar una vez que la quite. —Ella asintió. —Así es bebé.

Después de terminar decidió llevarla a bañar y que hiciera su aseo personal. Taehyung antes no la dejaba estar tanto tiempo a solas pero T/N había aprendido a hacer solo lo que él dijera.

Recordó como Jimin el día anterior la había visto y como la trató, pero también piensa en que su amigo sólo quiso que ella no vuelva a hacer lo que hizo. La sangre se le subió a la cabeza y decidió esperarla sentado en un sofá.

Habían pasado 15 minutos y ella no salía. Pasó media hora y ella aún estaba adentro.
Desesperado tomó las llaves y abrió la puerta. Ella se sobresaltó.

—Ponte en cuatro ahora mismo... —Le ordenó.

—Pero...

—¡Haz lo que te digo! —Desabrochó su cinto y se lo quitó.

Lo agarró cómodamente, observó como ella hacía caso y dio un primer golpe el sus glúteos poniéndole la zona roja. Otro golpe aún más fuerte resonó por las paredes del baño, jadeos haciendo eco.

—No me vuelvas a hacer eso T/N. No tienes idea de lo que he sufrido al ver como Jimin te tocaba. —Los golpes habían parado, él se acercó a la zona para acariciar sólo un poco y después miró a otro lado enojado por lo que tuvo que hacer. —¡Maldita sea! ¡Eres mía y solo mía!

T/N por el dolor había dejado su cuerpo caer contra el piso, intentando no hacer ruido. Su piel ardía, sentía como su zona estaba teniendo reacciones.

Sintió unos largos dedos en su cintura y bajaron hasta su cadera para tomarla con fuerza y arrastrar la hasta el hombro de él. Taehyung tomaba sus muslos dando con el pulgar suaves caricias. La puso de pie y con una toalla secó su cuerpo para después acostarla en la cama boca abajo.

—Mi pene necesita atención. —Acarició su trasero. —Pero necesito resistirme, necesito que me ayudes —Cogió un poco de pomada y la untó sobre las zonas rojas. Frescura es lo que ella sentía. —Necesito que me digas cuanto me necesitas T/N. No podría tomar tu lindo cuerpo a la fuerza. —Sus manos pasaron hasta las piernas con delicadeza. 
—No podría penetrar duro hasta que esté seguro que gemiras mi nombre una y otra vez.