[17]

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La noche arribó. Jimin caminaba sin rumbo fijo. Únicamente sus pies avanzaban, dejando libremente el paso a sus pensamientos que en esos momentos lo carcomían.
Una vez que salió de la casa, enojado con todos, no pudo evitar llegar a un prostíbulo como lo hacía cada que tenía un disgusto con T/n.
No había cambio alguno, Jimin seguía siendo el mismo chico abusador y no cambiaría nunca.

Acomodó su pantalón y le tiró unos cuantos billetes al cuerpo desnudo, conforme avanzaba se podía escuchar cubículos en donde había gente fornicando con menores o gente adulta que sólo buscaba dinero para comprar droga. Al salir y despegarse de una mujer que lo había estado hostigando para que tuvieran sexo, fue a una máquina expendedora a beber soda.

—Estuvo bien, ¿no? —Jimin sintió alguien detrás, su voz recorrió su columna. Una risa sorna se escuchó. —Creí que no saldrías.

Park miró sobre su hombro, concluyó a dejar la botella a un lado y girarse. —¿me estabas esperando?

—Hm... —Caminó unos cuantos pasos a lado, siendo observado por Park. —No te vez sorprendido.

—Conozco las habilidades de mi mejor amigo. —Taehyung destapó su rostro, la ligera luz de la luna resaltó la larga cicatriz.

—¿Tu mejor amigo? —Alzó ambas cejas. —¡Ah! Hablas del que traicionaste.

—Hermano, recuerda que la última que yo tuve, tu tuviste su atención. Estamos a mano, ¿no?
—Taehyung se detuvo y lo miró, pudo notar la navaja que ocultaba con su mano tras su espalda. Jimin avanzó a él.
—Te extrañé demasiado, me sentí solo sin ti —Su mano desocupada fue directo a su hombro. —¿Porqué no dejamos todo atras y comenzamos de nuevo? —Lo miró a los ojos, animandolo.

—Nunca te podré perdonar, Jimin. —El mayor se incorporó, mostró seriedad ante él e inhaló.

—Eso es un problema —Sonrió ampliamente. Park levantó su mano con la navaja, Taehyung inmediatamente lo tomó con fuerza evitando que la punta llegara a su cuello. —¡No tendrás a T/n! —Gritó enfurecido. Ambos forcejeaban, Jimin cayó encima de Taehyung quién hacía un intento por no ser apuñalado. Taehyung aventó a Jimin, intentando respirar y se posicionó encima a su cuerpo, soltó un gemido al sentir la navaja rasgar su capucha pero sin llegar a herirlo. —Esa maldita hizo esto, la puta te convirtió en esto, Taehyung.

—¡No le llames así! —Tomó su cuello, impidiendo que respire como antes. Jimin rasguñó su rostro, lo soltó. El mayor comenzó a reír.

—La maldita ya tuvo su merecido, y cuando te desaparezca de nuestras vidas podré cogermela todos los días —Habló con repudio. —Debes aceptarlo —Inhaló con dificultad. —T/n es mi puta. —Taehyung se levantó, con la botella de vidrio que Park antes había bebido. Sus pensamientos se pusieron en blanco, sólo pensaba por impulso. Estreyó la botella en la cabeza de Jimin, él un poco sosegado, no pudo reaccionar hasta que sintió el filo del vidrio traspasar su abdomen tres veces seguidas. Tomó fuertemente de la chaqueta a Taehyung. —Tae —Susurró con dolor.

Kim soltó al chico y tembló al verlo inerte en el suelo. Miró sus ojos, su expresión sin luz y comenzó a llorar. —Ji-jimin —Sacudió su cuerpo. —¡Hey! —Sus manos pasaron a su rostro luego cuello y revisar el pulso. —¡Jimin despierta!
—Decía con desespero. —¡No me dejes Jimin! —Lo abrazó, estaba lleno de su sangre, estaba sucio e indefenzo. —¿Que te hice? Mierda, mierda, mierda —Miró su rostro y acarició su mejilla. Cerró sus ojos y depositó un beso en su frente. Corrió, debía salir de ahí.

STALKER [K.T] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora