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Jeon se había despertado temprano para ir nuevamente a aquel vecindario donde estuvo la noche anterior, y aun que su bella esposa le reclamó, terminó su desayuno lo antes posible.

—¿No irás a trabajar? —Sun hee lo miró desde su asiento con un poco de chocolate en sus labios.

—Tengo algo pendiente —Se le acercó para besarla, limpiando los restos de chocolate.

—Jeon...

—Amor. —Le miró con un puchero.
—Vendré en menos de lo que canta un gallo.

—Eso dijiste ayer.

—Pero ésta vez si es verdad.

Dentro de 10 minutos, el azabache ya estaba en camino a su destino. Jungkook es un hombre con un buen puesto en el departamento judicial, si bien, no es el mejor pero es algo que le gusta. De vez en cuando puede hacer éste tipo de trabajos de investigación pero siempre los hace por su cuenta. La última vez que trabajó con un compañero le costó demasiado que éste de verdad le creyera. Aun que hace unos meses atrás había fallado en un caso, un señor adulto era sospechoso para Jungkook sobre un caso de secuestro infantil, pero resultó que el mismo padre fue quién secuestro a su hija. Jungkook sabe que por donde quiera hay gente enferma, así que no distingue entre edad, sexo o raza. En sus cortos 6 años de trabajo, le trajeron bastante experiencia.

Estacionó su auto una cuadra antes de llegar, meditó una última vez y por fin se decidió a bajar y caminar hasta la calle. Llevaba consigo lo necesario para arrestar a una persona, siempre estaba preparado. Conforme avanzaba sentía más cercana una aventura, se detuvo cerca a un poste de luz y revisó su celular. Las 11:33 de la mañana, había tardado demasiado en pasar por algunos informes sobre Park Jimin.

El chico tiene un arresto por consumir marihuana en un zoologico. Jungkook rió por lo idiota que es el chico, y si de verdad es ese secuestrador que ha estado buscado por dos años, seguramente dejó una pista más para él o si no, en cualquier momento lo haría.

La carpeta se le cayó al suelo, se agachó para tomarlas y limpió un poco con sus manos, chasqueó la lengua cuándo la carpeta tenía una mancha misteriosa. La regó con sus dedos y frotó. Miró hacia el piso y pudo divisar algunas otras gotas, alzó su mirada y avanzó adelante para encontrarse con una sustancia más grande y oscura impregnada en el concreto. Jungkook supo que se trataba de sangre, lo sabe perfectamente.
Miró a su alrededor en busca de más, se detuvo cuando las manchas retomaban otro camino. Apenas distinguibles, se pudieron ver en el concreto del estacionamiento de esa casa que estuvo observando.

(...)

Taehyung acariciaba el cuerpo desnudo de T/N, mientras que Jimin veía ésta escena un poco lujurioso. El mayor quería tocar también pero Taehyung no se lo ha permitido. La chica sacaba lágrimas sin fuerza, cansada y con un gran dolor de cabeza.

Taehyung había prometido no tocar antes de que ella se lo pidiera, pero se estaba tardando y el ya está deseoso de probar cada rincón de su precioso cuerpo. Sus dedos largos se mantenían en sus piernas y subían un poco para tocar más.

—Quiero hundir mi pene en ti una y otra vez, T/N —Se acercó a su rostro para verla con detenimiento y tocar su cuello. —Te haré mía una y otra vez —Le susurró cerca de sus labios.

Una vez la besó en los labios, fue bajando a su cuello y dejar con suavidad pequeños besos. Jimin se acercó con lentitud mirándo ésta acción que le provocaba tanto. Su cuerpo se detuvo del susto cuando escuchó el timbre llamar. Taehyung miró a su amigo con los ojos bien abiertos.

—¿Qué esperas para ir?

Taehyung escuchó zollozar a T/N y le prestó atención acariciando su cabello mientras le sonreía.

—Ayudenme —Susurró apenas audible la chica. Taehyung sonrió ampliamente.

—Ahora me perteneces, pequeña T/N. —Le dijo para ponerle una mordaza e irse de la habitación hasta dónde estaba su mejor amigo.

STALKER [K.T] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora