Capítulo uno

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Un rayo de luz se filtra por la amplia ventana de mi habitación. poco a poco voy abriendo los ojos y me quedo un rato contemplando el desorden que hay en mi cuarto. Busco a tientas mi reloj, el cual dejé anoche en mi mesilla y me doy cuenta de que ya es tarde. La mayoría de las personas se levantan en verano pasadas las diez, pero yo me despierto todas las mañanas a las siete en punto y saco a mi perro a la calle. Después de desayunar y ducharme cojo mi bici ( que un día de estos se va a caer a pedazos) y recorro la ciudad hasta llegar a la pastelería que tenía mi madre. Paso allí la mayor parte del tiempo, ya que en mi casa el único que está es mi perro, y no se puede decir que tenga muchas amigas.

Mi padre trabaja en la marina y solo lo veo un par de veces al mes, y mi madre, bueno... ella está muerta. Murió el año pasado. Sin explicación alguna. La única que parece saber algo del motivo de su muerte es mi abuela y cada vez que saco el tema se pone histérica y tengo que dejarlo.Así que vivo prácticamente sola a excepción de mi abuela que está todo el día en casa, y mi perro. Por lo demás mi vida es bastante normal, si no tenemos en cuenta esos mareos que tengo al hacer determinadas cosas.

Las dos vidas de esa chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora