¿Puedo Quedarme Contigo?

59: "¿Cita doble?"

- ¿Puedo rehusarme? - dice Ricitos.

- No. - digo mientras termino de poner la mesa.

- Tu padre va a matarnos, puede que a ti no porque diriges la empresa, pero si a mí por no detenerte.

- No exageres. - digo y comienzo a poner las copas sobre la mesa.

- Hablo enserio, a tu padre no va a gustarle nada.

- A tu padre, a tu padre. - digo en torno burlón. - ¿Ahora intercedes por él? ¿Que puede ser lo peor que puede pasar? Una cara de orto de su parte, eh recibido bastantes de esas.

- No debes presionarlo, el va a dar ese paso cuando se sienta listo.

- Ese es el problema, nunca va a estarlo.

- ¿Por qué lo haces? Honestamente.

Lo miro. - Ah pasado por mucho, ah sido infeliz la mayor parte de su vida. Ahora el es un hombre diferente, las cosas le están resultando bien.... Tiene dos pequeños que lo adoran, también consiguió el amor de sus tres hijos mayores, recupero a su familia. Creo que merece una nueva oportunidad de amar a alguien realmente y ser feliz. Así como tú padre con Jill.

Suspira. - Está bien, te apoyaré en esto.

- Gracias. - digo y dejo un beso en sus labios.

- Por cierto, ¿a dónde mandaste a Tim?

- Al teatro con los pequeñines, le dije que quería la casa solo para nosotros.

- Dime que no es cierto. - dice. - ¿Algo mejor no se te ocurrió, que decir que vamos a usar la casa de tu padre como motel?

Comienzo a reír. - Te has puesto rojo como un tomate.

La puerta de la entrada se abre, entrando Robert por ella.

- Hola muchachos. - dice dejando su maletín y sacándose el saco.

- Hola papá. - digo.

Se acerca al comedor. - Vaya, ¿Que es todo esto?

- Preparé la cena. - digo.

- ¿Acaso ahora cocinas? - pregunta extrañado. - Lo siento, no seré tu conejillo de indias.

- Ian preparo la cena, mejor dicho. - digo.

Robert mira a Ricitos. - Tu padre una vez mencionó que prendiste fuego la cocina, ¿O fue una excusa para salir antes del trabajo?.

- Había olvidado eso. - dice Ricitos divertido. - De todos modos aprendí, tuve que tomar un curso o nos la pasaríamos a comida pedida.

- Sino fuera que ya conozco a Ian pensaría que es una cena de presentación. ¿Dónde está tu hermano?

- Fue al teatro con los peques. - digo.

- ¿Por qué hay cuatro? - pregunta confundido. - Te recuerdo que acabo de dejar a tu hermana en la capital.

- Lo sé, lo sé, invité a alguien.

- ¿A quien? - pregunta aún más extrañado.

Estaba por responder cuando suena el timbre.

- Iré a abrir. - dice Ricitos y se dirige a la puerta.

- ¿Porque no vas al baño y te refrescas un poco? - digo, el me sigue mirando confundido. Se aleja por el pasillo hasta el baño.

Veo en ese momento Ricitos abre la puerta y entra Celine.

- Celine, hola. - digo.

- Hola Patrick, muchas gracias por la invitación. - dice amable.