Madisson.
Han pasado cuatro meses desde que estoy con Ryan. Hemos tenido discusiones como toda pareja, pero nada fuera de lo común.
Estaba a quince días de tener una pelea luego de tanto tiempo sin subir a un ring para hacer una pelea profesional. Esto sería las grandes ligas, no las peleas clandestinas.
Mi entrenador se llama Patrick, es un excelente entrenador, muy exigente y eso me encanta de alguna persona.
Ryan y yo entrenamos juntos, hemos hecho nuevos amigos.
Nina Mcclean, Adonis Mcclean y Dylan Quintana. Los tres boxeadores, Nina y Adonis eran peleadores de artes marciales mixtas. De un octágono a un cuadrilátero. Vaya cambio para los hermanos.
Al principio Nina y yo eramos esas auténticas "enemigas", cuando hicimos sparring juntas me dió una paliza, luego fuí mejorando, estudiandola más y aprendiendo más de lo que ya se. La derribé por nocaut en el antepenúltimo round. Son doce round's.
Luego de una fiesta a la que asistimos todos, Nina y yo dejamos nuestras diferencias de un lado y nos hicimos buenas amigas. Ya que te ganas su confianza es una gran chica.
Me fuí de mi casa, compré mi propio departamento. Es muy espacioso y hermoso. Ya no soportaba vivir junto a la ex de mi novio, era realmente un infierno vivir junto a esa loca.
Ryan vive solo otra vez, tiene un apartamento que su madre le compró antes de irse para Australia a vivir. Quiso alejarse de todo y todos por lo que había pasado. Aún se sentía culpable por lo que hizo, era un cargo de conciencia muy grande el que llevaba mi suegra encima. Pero era su vida o la de su ex marido.
Mi madre aún sigue con el señor Hoffman, nunca esta en casa, en la ciudad siquiera, ya no es para nada unida a mi hermana y a mi como lo eramos antes de que se casará.
Todo ha cambiado demasiado.
(...)
Eran las 5:00am, me levanté, me di una ducha corta, me puse un buso negro nike, un top blanco con negro nike y mis tennis blancas con negro. Me hice una cola alta, tomé las llaves de mi nuevo Lamborghini, toda una bellaza de color negro con un toque brillante, un regalo de disculpas por parte de mi padrastro por todo lo que me hizo su hija y esta se ganó tres meses sin dinero por parte de su padre. No tengo idea el infierno que pudo haber vivido esa niña sin dinero esos tres meses, está acostumbrada a gastar mas de tres millones por mes. Esta loca, yo a duras penas gasto doscientos mil colones al mes.
Llegué al gimnasio de boxeo, aparque mi lambo y bajé para caminar adentro.
-¡Oye! -Escuché una voz que reconocería a kilómetros pero quise jugar un poco e hice que no escuché nada.
-¡Oye! -Volvió a gritarme pero esta vez la escuché más cerca, al parecer Ryan venía trotando para alcanzarme.
Lo miré de reojo, solté una pequeña carcajada y corrí retandolo a seguirme. Obviamente me alcanzó en un segundo, es mucho mas alto que mi, digo... Un chico de 1.95 metros de alto, boxeador de peso pesado junior, tiene pasos más largos que el de una chica que mide 1.75 metros, boxeadora de peso ligero.
Me tomó por la cintura y susurro en mi oído.
-¿Creíste que te ibas a escapar de mi pequeña boxeadora?
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¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.
Teen FictionAmbos practican un mismo deporte, los une una misma pasión. Son tan diferentes el uno del otro. . ¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.