Capitulo 33: No era una broma y yo no quería aceptarlo.

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Ryan.

Era jodiamente feliz.

Luego de luchar tanto, de pasar por tanto al fin logre recuperar al amor de mi vida, a mi chica. A mi Madisson.

Luego de nuestro encuentro la lleve a su casa y yo me fui a la mía.

Estando allí me llegó un mensaje.

Número desconocido:

Hola Ryan, soy tu mamá, regrese, quiero verte, ¿te parece si nos vemos en la cafetería a la que siempre íbamos? Te espero allí en 20 minutos.

Me tomó por sorpresa el que mi madre me haya escrito, que quiera verme, hace mucho no la veo, hace mucho no recibo un abrazo de mi madre. También debo ir al cementerio, mi hermana debe estar sumamente enojada conmigo por que la tengo abandonada.

Me puse mis tenis y salí rápidamente de mi casa para llegar a la cafetería.

Entre y allí estaba mi señora madre, tenía la vista en su celular y no se percató de mi presencia.

-Buenas señora, ¿le puedo ayudar en algo? - Dije y ella levantó la mirada, se levantó de inmediato y me abrazo muy fuerte y yo la abrace de la misma forma.

-No imaginas cuanto te extraño hijo de mi vida. - Dijo con su voz quebrada y con lágrimas acumuladas en sus ojos.

-También te extraño mamá, no imaginas cuanto. -Dije acariciandole la mejilla.

-Toma asiento, tengo algo muy importante que decirte cariño.

Ambos nos sentamos y me puse nervioso, tenía una corazonada que no era algo muy bueno lo que mi madre me diría.

El mesero llegó, tomó nuestras órdenes y yo me atreví a hablar.

-¿Que tienes que decirme mami?

Ella me miro, tomo su bolso, saco un sobre y me lo entrego.

-¿Que es esto? -Pregunte un tanto preocupado, tenía una corazonada muy mala.

-No soy capaz de decirte, no se como decírtelo cariño mío, lee por favor. - Respondió rompiendo en llanto y rápidamente abrí el sobre y empecé a leer.

Mi madre tenía cáncer terminal.

Sentí un nudo en mi garganta, sentí como mi mundo se derrumbaba, sentí miedo, mucho miedo y esto provocó que empezará a llorar como un niño pequeño.

Mi madre se sentó a mi lado y me abrazo muy fuerte.

-Lo siento cariño, lo siento tanto. -Decía acariciandome como cuando era niño y lloraba.

-Mamá por favor dime que esto es una broma, por favor no, no me puedes abandonar mamá, por favor no. -Dije mirándola a los ojos y rogándole a Dios que ella me dijera que todo era una broma de mal gusto.

No era una broma y yo no quería aceptarlo.

-Es tan duro para ti aceptar la realidad tanto como lo fue para mi aceptar que mi vida esta con los días o meses contados, pero a la final es algo que debe suceder mi niño, nacemos, nos reproducimos y morimos, es la ley de vida cariño mío. -Decía limpiando mis lágrimas.

¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora