Capitulo 17: ¿Estan todos locos?

3.6K 167 4
                                    

Madisson.

Eran las 4 de la madrugada y yo me estaba alistando para salir a entrenar.

No se como demonios estoy despierta a estas horas.

Salí de mi casa, escribí a Ryan que ya iba a ir a entrenar. Este se había empeñado en ir conmigo por que según el es mejor para ambos comenzar primero que todos.

Celos a kilómetros.

Al llegar al gimnasio escuché como alguien golpeaba un saco de boxeo por como se escuchaba daba golpes perfectos y muy fuerte.

Me asomé para encontrarme a un Jayden completamente concentrado golpeando el saco con muchísima fuerza. Su camisa sudaba muchísimo y... ¿eso eran lágrimas?, no sabía exactamente si de su rostro se deslizaban lágrimas o sudor.

¿Debería hacer algo por ayudarle o que?

Se podía notar su rabia y en un determinado momento dejo de golpear el saco y se tiro al suelo, enrollo sus piernas pegandolas a su pecho y escondiendo su rostro entre ellas.

Efectivamente, estaba llorando por alguna razón.

No sabía que hacer, si hablarle y preguntar que le sucedía o solo hacer que el se diera cuenta de mi presencia y hacer como si nada.

Rayos Madisson, haz algo que este chico no esta bien, necesita desahogarse con alguién.

-Ehmm... Jayden... ¿estas bien? -Hablé acercándome a el.

El se levantó del piso muy rápido y se limpió sus lágrimas.

-Estoy bien, no te esperaba tan temprano, digo, no antes de la hora que te indique. -Trataba de esconder su rostro para que lo viera llorando.

-¿Por que estas llorando? ¿Estas bien?

-Estoy bien, ve a cambiarte y... Y luego... Vuelves para comenzar.

No voy a insistir. Trate de ayudarle pero el no quiso.

-Bien, ya casi vuelvo.

Me cambié, me puse las vendas y lo vi arriba del ring. Antes de que pudiera subir Ryan apareció en la puerta y me llamo.

-Hey nena. -Saludo mientras rodeaba mi cintura con sus manos.

-No debiste molestarte en venir tan temprano cariño, debes estar agotado.

-Madi, no es molestia, vengo a cuidarte de ese ldiota que te entrena, no me inspira confianza para nada.

-Tranquilo Ryan, iré a entrenar, hablamos luego, te amo amor. -Le di un beso en los labios y subí al ring.

Comenzamos practicando algunas combinaciones con péndulo.

(...)

Eran las siete de la mañana, estaba agotada y lo único que quería era ir a mi departamento y dormir el resto del día.

-Saldremos a correr. -Dijo Jayden mientras ataba una soga a su cintura.

¿Que demonios piensa hacer?

¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora