05 de Enero del 2019.
Madisson.
Estaba en mi casa, viendo un maratón de mentes criminales. Eran las tres de la tarde, hasta las seis tengo que ir a entrenar.
Nada mal para llevar cinco días de año nuevo.
Apenas hoy comenzaría otra vez a entrenar luego de algunos días del mes de Diciembre. Necesito demasiado entrenar.
Tocaron a la puerta y me puse en pie para ir a abrir.
Por un momento sentí que no podía respirar. Todo mi cuerpo empezó a temblar.
-¿Hola? -Habló Ryan mirándome.
-¿Que haces aquí Black?
-Buscarte, ¿no es obvio?
-Pues... Solo... ¿Que quieres?
-Hablar contigo, por favor, permiteme eso al menos.
Lo pensé por un momento y en realidad si quiero escuchar que rayos quiere decirme, quiero dejar las cosas claras con el, quiero cerrar ese capitulo de mi vida con. Y solo con el mismo puedo hacerlo.
Lo deje entrar a mi casa y me senté en el sillón donde solo cabe una persona. Frente a él.
-Te escucho Ryan. -Dije tratando de esconder mi nerviosismo y tratando de no parecer incómoda.
-Primero que todo, perdoname por lo idiota que me comporte, se que fui un imbécil, se que te dañe -mis lágrimas amenazaban con salir y pude notar que la voz de el se quebró y también sus lágrimas amenazaban con salir- Créeme que también me dañe a mi mismo, prometí protegerte de todo e incluso de mi mismo si así lo veía necesario y al parecer no pude hacerlo y no quiero hacerlo, no puedo protegerte de mi mismo por que eso tendría que hacerlo alejandome de ti y... Y no quiero, simplemente eres mi talón de aquiles Madisson.
Las lágrimas de ambos salieron sin consentimiento de ninguno de los dos.
Las palabras de él eran reales, podía ver que decía la verdad, que sus palabras no eran de dientes para afuera.-Ryan, yo ya te he perdonado, lo digo en serio, te he perdonado, solo que aún sigo recuperandome del combate, me diste un maldito golpe al hígado con el cual me quitaste la respiración y me hiciste dudar si podía ponerme en pie otra vez y seguir la pelea. Fue el peor nocaut de mi vida.
El no soportó más y se puso de rodillas frente a mi, con un mar de lágrimas deslizándosen por sus mejillas, tomó mis manos y las envolvió en las suyas.
-Si me das una oportunidad más, te lo juro por lo que más quiero que no te dañare más, nunca, y si lo llego hacer me alejare por completo de ti, si es posible hasta de el país me iría, te lo juro Madisson, solo quiero una oportunidad más y te juro que no te arrepentirás nena.
Yo solo lo miraba fijamente a los ojos, mi corazón estaba derritiendose de amor, mis emociones explotaron y no sabía ni que rayos sentía en ese momento. Tampoco sabía que demonios responder.
-Por favor ya dime algo o dame una señal de que sigues aquí, tu silencio me esta matando Jones.
Llevaba unos tres minutos que solo lo miraba estática y de mi boca no salía nada, mi mente estaba en blanco por completo y mi corazón, bueno... Mi jodido corazón tenía un millón de diferentes emociones y todas al mismo tiempo, no sabía lo que sentía, no estaba segura de querer intentarlo con Ryan y... Abrieron la puerta de mi departamento.
Oh por Dios, ¿por qué demonios me pasa esto a mi ahora? ¿Qué tan malo fue lo que hice en mi vida pasada para que me suceda esto?.
Adonis Macclean estaba enfrente de ambos con bolsas en sus manos las cuales cayeron al piso cuando se percató que Ryan Black estaba conmigo.
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¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.
أدب المراهقينAmbos practican un mismo deporte, los une una misma pasión. Son tan diferentes el uno del otro. . ¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.