Ryan.
Estoy seguro de que lograre obtener un; "Si, está bien, intentémoslo de nuevo", por parte de Madisson.
Iba camino a entrenar, debo ganar la pelea que tengo contra Jayden Canela, por el título mundial de peso pesado.
Ganare, estoy seguro de ello.
Llamada de: Joan Murphy.
-Hola? - Conteste mientras iba manejando.
- ¿Estas ocupado?
-Ehhh No, ¿qué pasa?
-Debo desahogarme con alguien y ese alguien debes ser tu Black, ¿Dónde podemos vernos?
-Joan, ehh Está bien, veámonos en la cafetería que esta por la sabana, tu sabes la de siempre, yo ya voy de camino, allá te veo.
-Está bien, aquí te espero.
-Bien.
Fin de llamada.
Cuando un amigo o amiga te necesitan de inmediato debes ir en su ayuda, nunca sabes que tan malo es lo que esta pasando y creo que para eso están los amigos, para las buenas y las malas.
Joan nunca ha sido de contar sus cosas personales, ni siquiera a mi me las contaba, siempre que me contaba las cosas es por que en serio ya no soportaba llevar las cargas el solo, necesitaba de un consejo, opciones o simplemente alguien que le iluminara el camino para salir de equis situación. Todos alguna vez en nuestra vida necesitamos ha alguien que nos ayude y apoye, somos humanos y la mayoría de las veces todo lo hacemos complicado cuando de solucionar problemas personales se trata.
Mi amigo me necesita e iré en su ayuda.
Llegue a la cafetería, aparque el auto y entre, con la mirada buscaba a Joan y lo vi con los audífonos puestos, un café frente a el a medio terminar y su mirada estaba perdida en algún punto de afuera de la ventana.
Me senté frente a él y ni siquiera se percató. En serio estaba sumido en sus pensamientos.
-Oye, estoy aquí, ¿Estas bien?
-No en definitiva no estoy nada bien, Ryan.
- ¿Qué te paso Murphy?
-Abby-El no logro terminar de decir la oración por que su voz se quebró horrible y de inmediato sus lágrimas amenazaron con salir.
-Espera-Me dirigí rápidamente a ordenar- Muchacha me podría llevar un vaso con agua y un batido en agua de fresa, gracias. -Pagué y me fui a sentar nuevamente.
-Ahora sí, quiero que me cuentes todo, ¿Qué paso con Abby y tú?
-El punto es que no se como rayos contarte esto sin derramar una sola lagrima.
-Solo hazlo, no te juzgare por ello, Murphy.
El me conto todo, cuando me dijo todo pude ver como en sus ojos reflejaba el dolor que sentía, como sus sentimientos estaban débiles y como con cada palabra que me dijo en el trasfondo, en grande me estaba decidiendo: No volveré a amar a alguien, no me volveré a enamorar para no sufrir como lo hago ahora.
Mientras más lo escuchaba más sentía que era Madisson quien me estaba contando la traición por parte de la persona que mas ama y como la hacia sufrir esa traición. Vi en ese momento como se pudo haber llegado a sentir Madisson. Por mi traición.
-Rayos Murphy, no sé qué decirte, estoy en shock... tu bien sabes que yo pertenezco al grupo de personas al que pertenece Mercury, somos una mierda de persona por lastimar a quien nos ha amado con cada fibra de su cuerpo, que nos ha dado lo mejor de sí mismos, ¿y sabes que Joan? No deberías siquiera estar llorando por ella, tú fuiste la víctima y quien debería estarse sintiendo mal es ella por ser tan mierda de persona, no sabe realmente que acaba de perder a el mejor chico que se le pudo haber atravesado en toda su jodida vida. Tu conciencia esta bien, no fuiste tu quien traiciono, por ende, tu currículo con las chicas esta aun limpio, el de ella no tanto.
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¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.
Novela JuvenilAmbos practican un mismo deporte, los une una misma pasión. Son tan diferentes el uno del otro. . ¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.