Capitulo 38: Se acabó todo.

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Ryan.

Todo estaba jodidamente bien, todo estaba de maravilla.

¿Por qué cuando todo parace ir bien tiene que llegar algo que arruine toda esa felicidad que sentías?.

Por eso muchos tienen miedo de ser felices ya sea en cualquier cosa por que casi siempre llega algo que arruina todo, por cada momento feliz hay dos malos y eso es lo jodido. Ahí es donde verdaderamente empiezas a apreciar los buenos momentos que pasas.

La dueña de mi corazón, el primer amor de mi vida, mi madre se ha ido.

Mientras estaba sentando en el balcón de la casa de mi madre y veía al cielo, tomaba una copa de vino y mis lágrimas no dejaban de salir, no podía parar de llorar pues en mi mente pasaban muchos recuerdos con mi madre.

-Tienes que dormir un poco, mañana será un día muy duro de vivir y debes... -Interrumpí a Madisson.

-No quiero, no quiero dormir. -Dije suspirando y limpiando mis lágrimas.

Apreciaba muchísimo que mi chica estuviera junto a mi en estos duros momentos, era mi fortaleza para no cometer una estupidez ahora mismo, pero ahora mismo preferiría estar solo aunque sea por un rato.

-No te dejaré solo si es lo que pretendes decirme, no en este estado, no ahora, prometí estar contigo en las buenas y en las malas y aquí estaré. -Dijo y me abrazó por la espalda.

Al sentirme envuelto en los brazos de ella cerré mis ojos y mis lágrimas volvieron a salir y un gran suspiro.

-Lo siento muchísimo amor, pero tienes que seguir adelante, todo ocurre por algo, sabes que tienes que seguir peleando hasta fuera del ring, que esta vida es solo un momento y en cualquier momento se nos puede pasar ese momento, amaste a tu madre hasta el momento y la seguiras amando por el resto de tu vida. Sabes? Ahora tienes dos ángeles que te cuidan desde arriba, dos mujeres que te protejeran y estarán contigo en todo jodido momento.

-Pero yo las quería aquí conmigo físicamente, como puede ser posible que me hayan quitado a dos de mis mujeres, me han abandonado, me han quitado fuerza, me han apagado y ya no se como levantarme de estos golpes, ya no puedo levantar mi guardia y no abandonar la pelea, amor esto es algo con lo que no se como lidiar, me duele el alma, ya no volveré a ver a mi madre, ya no sentiré sus abrazos, sus besos, ya ni escucharé más su risa, el timbre de su voz, ya no estará para mí los fines de semana para almorzar juntos. Se acabó todo. -Dije entre sollozos y mirando otra vez al cielo rogándole a Dios que esto solo fuese una pesadilla de la cual ya iba a despertar pero de inmediato sabía que no era una jodida pesadilla por que mi dolor era muy intenso y un dolor así no se siente en una pesadilla.

Madisson se puso frente a mi y me abrazó muy fuerte, en su abrazo sentí como quería transmitirme fuerza, y también la envolví entre mis brazos.

Nos sentamos en la banca del balcón en silencio, solo se escuchaban mis suspiros y Madisson me acariciaba, me hacía piojito hasta que caí en un profundo sueño.

(...)

Desperté en mi cama, Madisson estaba aún dormida al lado mío y me preguntaba como rayos una chica de peso ligero logró mover un chico boxeador de peso pesado.

Le dí un beso en la frente, me levante, me enjuague la boca y baje a el primer piso.

Al llegar a el primer escalón observe la sala y mi mente se nubló de recuerdos al ver un gran cuadro donde estábamos mi madre, mi hermana y yo.

¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora