Capitulo 51: Es el momento.

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Madisson.

Cuando la rabia y la adrenalina te consumen no piensas, no tienes control sobre tu mismo, simplemente actúas de acuerdo a tus impulsos y listo... No piensas en las consecuencias. No se a cuantas personas en el mundo les sucede pero en lo personal a mi me pasa.

Mientras, Keila me seguía lanzando golpes y yo seguía esquivandolos y moviéndome al rededor del círculo... Hasta que logró acorralarme entre el círculo en llamas y ella. Sus golpes está vez no iban a mi rostro sino que iban directamente a mi abdomen.

Sentí como este ardía y la sangre empezaba a emerger debido a los cortos que me provocaban las manoplas en sus manos.

Es el momento. Cambió de planes.

La adrenalina y la rabia crecieron dentro de mí, ya no estaba teniendo control sobre mi misma.

Lancé mi jab izquierdo y luego un golpe cruzado derecho directo a su mandíbula el cual provocó que ella cayera de espaldas contra el suelo. Rápidamente me subí sobre ella y la golpeé más, no escuchaba a nadie, ella me dio otros dos golpes pero esta vez a mis costillas, el dolor era intenso pero para ese momento ya no me importa nada, ni siquiera el dolor de los golpes que ella me había provocado o el dolor en mis nudillos.

Solo quería acabar con todo de una vez por todas.

Ella en un momento dejó de defenderse, ya no reaccionaba y yo seguía golpeandola.

Un disparo al aire provocó que dejara de golpearla. En ese momento observe su rostro y mis nudillos. Amabas cosas estaban totalmente destrozados y completamente llenos de sangre.

-Gana la que quede con vida ¡ACABALA AHORA! -Gritó un hombre el cual no conocía.

-¡PARÁ POR FAVOR MADISSON! -Gritó esta vez la persona por la cual entre en el círculo. Mi hermana.

Voltee a verla, ella corrió y se acercó a mí rápidamente. Tras ella venían Ryan y Daniel.

-Estas bien, ¿no te hicieron daño? -Pregunté poniéndome de pie y al ella observar a una inconsciente Keila tirada en el suelo y todos los golpes que yo tenía en mi cuerpo y rostro, se llevó sus manos a la boca muy impactada y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¿De qué demonios hablas? -habló con un hilo de voz y mirándome horrorizada directamente a los ojos- Nadie me hizo daño, solo me fui a recoger algunas cosas mías y dejé mi celular en el auto, pensé que no iba a tardarme pero alguien cerró la puer... Te engañó para que pelearas con ella. -Dijo y yo desvié mi mirada hasta Keila.

Sentí muchas ganas de llorar. Fue uno de esos momentos en los cuales quieres tener una gira tiempo como las de Harry Potter y devolver el tiempo para evitar y cambiar alguna cosa, precisamente en ese momento fue lo que más desee, yo había caído en su jodido juego y por ello casi la asesino a golpes.

Caí de rodillas al piso y observe a mi alrededor.

-Son las reglas bonita, no te iras de aquí hasta que acabes con ella. -Habla una chica con otra chaqueta roja.

-Vete a la mierda, ya nos vamos de aquí y llevaremos a Keila a un hospital ahora mismo. -Dice Mia limpiando sus lágrimas y le pidió ayuda a Daniel para que cargará a Keila.

-Amor -Ryan se puso de rodillas frente a mi y tomó mi rostro entre sus manos- Keila estará bien, esto no es tu culpa, ella te engañó, debes reaccionar por favor. -Dice y yo me limitaba solo a mirarlo.

-Si ella muere será mi maldita culpa Ryan, por Dios, no podré vivir con ello, te juro que con toda la rabia que tenía yo si iba acabar con ella. -Digo y está vez mi lágrimas empiezan a salir. La culpa me empezó a invadir y Ryan me envolvió entre sus brazos.

¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora