Madisson.
Era el tercer round y ambas estabamos muy cansadas, golpeadas y yo ya literalmente no sentía los golpes. No sentía nada.
Ambas caímos al suelo a causa de una lluvia de golpes que nos dimos la una a la otra.
-¡Ahora si mamacita, te desaparecere de esta vida! -Dijo cuando ambas nos pusimos en pie. Su mirada solo reflejaba odio y sed de sangre. Daba miedo.
Yo no dije nada y solo mande un cruzado a su mandíbula, esto la hizo caer al piso de espalda. Es mi momento.
Me lanze sobre ella y solo la golpeaba, tomaba con mucha fuerza su cuello hasta verla de otro color, luego la dejaba respirar para seguir con la lluvia de golpes.
De un momento a otro ella ya me tenía acostada en el piso, no sabía como quitármela de encima, ella solo me golpeaba y golpeaba una y otra vez. Con mis rodillas golpee su espalda, un golpe a la mandíbula por debajo y un K.O fijo.
Ella cayó al piso inconsciente y yo me levanté muy rápido del piso.
-Esto es histórico señoras y señores, Madisson Jones ha ganado a la tricampeona de las peleas clandestinas.
No sonreía, solo sentía mis piernas temblar, fuí a mi esquina y mi mananger no paraba de sonreír y gritar de la alegría. Me entregaron mi cinturón y baje del ring.
-Por favor sacame de aquí. -Fue lo único que pude decir para luego caer en los brazos de Ethan.
Este me subió a su auto, me puso una manta encima y arranco el auto a toda velocidad.
-¿¡¡Que demonios hago!!?, te llevaré a el hospital, estas fatal y siento que al borde de la jodida muerte.
-¡¡NO!!, a un hospital nunca, a casa de mis mejores amigos menos, quiero -tosí- A casa de.... De Ryan Black. -Fue lo último que recuerdo haber dicho.
Me había desmayado.
Ryan.
Estaba casi dormido, había llorado un poco al llegar a casa. Una llamada me despertó.
-¡¡¡SAL DE LA MALDITA MANSIÓN EN LA QUE VIVES Y ABRE LA JODIDA PUERTA, MADISSON ESTA MAL, MUY MAL, MUEVE TU TRASERO RYAN BLACK!!! -Gritó un hombre que supuse era su manager y yo tire el teléfono a algún lado de la habitación para luego bajar de tres en tres las escaleras hasta llegar a la puerta.
Esto no estaba pasando, no podía estar pasando.
Tomé a Madisson quien estaba inconsciente y la subí a mi habitación.
Apenas pude reconocerla, su rostro estaba demacrado e hinchado a causa de la paliza que recibió.
-Dijo que a un hospital no, donde sus mejores amigos menos, me pidió que la trajera aquí antes de perder por completo el conocimiento, ¿que hacemos? -Preguntó el hombre muy angustiado mientras entraba a mi habitación.
-¡¡Maldición!! piensa Ryan, piensa, que hacer, que hacer, que hace....¡¡Lily!! -Grite y busque mi celular como un loco.
Lily Waston, una chica de la facultad de medicina general, es una de las tantas con las que he estado.
Busque su nombre entre mis tantos contactos hasta que dí con el número.
-Lily: ¿Hola?
-Ryan: Te necesito ahora mismo Lily, soy Ryan.
-¿Que rayos te sucede Black?, son las doce de la noche.
-Tu don es salvar vidas, pues tienes que venir ahora mismo a salvar una Waston.
-No salvaré tu culo o tu maldito pene, solo déjame dormir Ryan.
-Lily de que demonios hablas!?, Madisson Jones está mal, muy mal, debes venir ahora a revisarla, por favor.
-Santa mierda, en veinte minutos estoy en tu casa.
-Te espero en la puerta.
Pasaron los 20 minutos que para mi fueron eternos. Madisson sangraba mucho en su rostro, su estómago tenía algunos cortes y estaba hinchada completamente. Esta chica no puede morir.Mientras la observaba muy angustiado y pensaba en el que dirá cuando despierte.
La puerta de mi habitación se abrió muy rápido y una melena peliroja se apareció frente a mi con una bata blanca de doctor, short de pijama y pantuflas de conejito.
Lily paso frente a mi sin siquiera saludarme y de inmediato reviso los signos de Madisson, sacó muchas cosas de un maletín lleno de vendas, pastillas... En fin, todo lo necesario y más para salvar a alguien en peligro de muerte.
-Por un demonio Ryan, esta chica tuvo que haber tenido un accidente o algo parecido, tiene cortes en su rostro muy profundos, los moretones son muchos. Es un milagro que aún conserve todos sus dientes. Su estómago esta hinchado a causa de los constantes golpes que recibió, no me explicó como rayos Madisson no tiene alguna costilla quebrada. -Dijo Lily mientras cosía los cortes en el rostro de Madisson.
-Si sabes que fue en las peleas clandestinas?
-Ryan, por supuesto, ella es popular en la mayoría de las facultades, los rumores al parecer resultaron ciertos y en serio que jamás imaginé que iba a ser yo quien la salvara de un coma seguro luego de que saliera de una pelea.
-Gracias Li, no imaginas cuánto.
-Ese es mi trabajo -ella empezó a quitarse y guardar sus cosas- Salvar vidas.
-Lily, te pido un último favor.
-¿Que cosa?
-No quiero que nadie, absolutamente nadie se entere de esto, nadie puede saberlo, cuando Jones despierte yo le diré que fuiste tu quién la ha salvado, estará muy agradecida -miré a Madisson- Pero se que no quisiera que nadie se entere.
-Seré una tumba, Black.
Acompañe a la puerta a Lily al cerrarla la puerta suspire profundo antes de ir a la cocina.
-Ryan -el manager de Madisson entró a la cocina- No nos hemos presentado, mi nombre es Ethan Granger. -Dijo mientras se sentaba frente a mi.
-Soy Ryan... Me interrumpió.
-Ryan Black, se perfectamente quien eres muchacho, Madisson se la pasa hablando de tí y maldiciendote todo el tiempo.
-Ella me odia, pero sabes?, el sentimiento es mútuo.
-No niño, tu y esa chica no se odian, solo odian la maldita forma en que se aman.
Me había quedado sin palabras. No sabía que demonios responder, los recuerdos y los sentimientos hacía Madisson me invadieron de inmediato.
¿Tenía o no razón?
No lo se.
Madisson Jones, nuevamente apareciste a desordenar todo mi mundo.
Te odio.
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¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.
Teen FictionAmbos practican un mismo deporte, los une una misma pasión. Son tan diferentes el uno del otro. . ¡Oye! ¡Eres hermosa, mí hermosa!.