16. Liam

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La imagen de Ruby me dejó paralizado, desee desesperadamente tomar su lugar, poder sufrir yo lo que ella había sufrido, tomar todo su dolor y poder desaparecerlo. Todo este tiempo había sufrido por no saber si estaba viva o no, pero ese dolor no se comparaba en nada al que sentía cuando podía verla y estaba frente a mi pero yo no podía hacer nada para salvarla, mis manos estaban atadas a consecuencia de que podría morir bajo su propia mano, <<yo he hecho esto, yo la puse en esa silla y permití que terminara de esa manera>>
Mi cuerpo sentía un escalofrío al recordar por lo que ella había pasado durante todos estos días. Mis ojos no podían apartarse del cuerpo magullado de Ruby, captando cada detalle mientras Cole hablaba con voz medida con el presidente.
Conocía la cara de Ruby muy bien y podía distinguir cada facción frente a mi que por un momento no expresaban ninguna emoción.
Pero de repente su mirada se despertó de manera tan sutil que nadie lo había captado <<cariño>> no enfocaba sus ojos en ningún objeto, pero aún así movía sus ojos pesadamente de un lado a otro, pasaron miles de emociones a través de ellos, y me sorprendió que pudiera identificarlos de manera tan sencilla, después de unos segundos su cuerpo se tensó por un instante pero inmediatamente sus facciones se llenaron de miedo mientras su cuerpo comenzaba a temblar. <<está peleando>> ese simple pensamiento me provoco una oleada de esperanza, ella era Ruby, la mujer más fuerte que había conocido nunca, ella podría hacerlo.
Mi cuerpo comenzó a temblar de alegría y entusiasmo hasta que vi sus lagrimas caer sobre sus mejillas, su semblante que irradiaba tristeza y miedo me partió el corazón. <<lo siento tanto cariño>> pero el pensamiento se vio interrumpido por el leguaje sin palabras de Ruby, su mirada cambió y ya no encontré ningún rastro de tristeza o miedo, solo veía la convicción que irradiaba.
De un momento a otro y sin previo aviso se levantó, sorprendiendo a todos en la habitación, sacó la pistola de su boca justo en el momento en que su dedo involuntariamente apretaba el gatillo haciendo que la bala pasara a pocos centímetros de su cara, mi corazón se detuvo al escuchar el sonido la pistola y por un instante podría haber jurado que la bala había acertado en su objetivo, estuve a punto de gritar pero el brazo de Ruby me detuvo, se alzaba en dirección al aterrorizado presidente que se había quedado sin habla.
Una bala salió del cañón de la pistola incrustándose en el pecho del presidente haciéndolo gemir de la sorpresa y el dolor, pero antes de que pudiera reaccionar mi atención se había dirigido a Ruby, ya estaba dando un paso en su dirección cuando su cara se llenó de agonía pura, se llevó las manos a la cabeza tan fuerte que tendría que haber dolido el golpe, soltó un grito desesperado y tan penetrante que sacó a todos en la habitación de su estado de shock, cayó de rodillas como una muñeca de trapo y llegue Justo a tiempo para sostenerla antes de que cayera por completo en el suelo, sentir su calor y su peso contra mi cuerpo hizo que una pequeña parte de mi se tranquilizara, aún cuando yo sabía que seguía en peligro.
-¡Cariño!-susurré consternado ante la situación, podría recordar cada momento en que había visto una cara afligida por algún sufrimiento, pero nada se podría comparar a la reacción de Ruby en ese momento.
Mientras la abrazaba podía sentir que cada músculo de su cuerpo estaba totalmente tenso hasta el punto de quiebre, sus manos se aferraban desesperadamente a su cabeza mientras yo intentaba apartar su cabello de su cara para poder hacer alguna cosa ante su dolor.
-por favor cariño, escúchame. Ya estamos aquí, estás a salvo. Nosotros estamos a salvo- le supliqué gimiendo cada palabra. Pero era inútil, ella no podía escuchar absolutamente nada. Gemía dificultosamente entre sollozo y sollozo mientras se retorcía de dolor entre mis brazos, unas lagrimas resbalaban constantemente hasta su barbilla para caer inocentes en mi regazo. Sin encontrar otra cosa que hacer, la acerque a mi pecho y la rodee con mis brazos, coloqué una mano en su nuca en un gesto protector y comencé a acariciar cariñosamente su cabello-lo siento Cariño, lo lamento tanto, todo es mi culpa- todo a mi alrededor era un borrón de personas y de palabras flotando, pero en mi mundo solo existía Ruby entre mis brazos. Lo único que obtuve de respuesta fue un sollozo saliendo de su boca.
-No a él- no sabía si lo había imaginado, o si realmente lo había escuchado, pero no me dio tiempo de pensarlo. Los músculos de Ruby se relajaron, como si alguien hubiera apretado un botón de apagado. La aleje de mi para saber que había sucedido pero su cabeza colgaba sin fuerza del cuello.
-¡Ruby!- grité en un ataque de pánico, parecía como un cadáver entre mis brazos.
Mis manos temblaban demasiado cuando tomé su cara entre ellas, sin poder pensar en otra cosa más que en la necesidad de sentir su calidez en mi cuerpo, acerqué su rostro a mi cara y mis labios rozaron por unos segundos los suyos, era un beso débil pero lleno de suplico de que despertara y me viera a los ojos, pero lo único que me sorprendió fue lo helada que se encontraba, mis lagrimas brotaron sin que pudiera hacer nada para impedirlo, la abrace para poder mantenerla a mi lado más tiempo <<la he perdido. La he perdido y es mi culpa.>>

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora