La cama vacía ante mi me provocó un hoyo en el pecho, mis pulmones ardían ante el esfuerzo de retener un poco de oxígeno ante la sorpresa y mi cuerpo se había vuelto de plomo intentando hundirme.
En cuanto los vi en el área de fumadores caí de rodillas, ella en una silla de ruedas con su suero a un lado y Cole sentado en el piso a un lado suyo, no se miraban entre ellos pero las palabras flotaban en el aire pasando de un lado a otro.
Mi alma se tranquilizó ante aquella vista pero mi corazón se estremeció dolorosamente durante un instante. <<¿por qué con el y no conmigo? >> no tuve fuerzas de levantarme, simplemente me arrastre por el piso asta la pared mas cercana al vidrio que nos separaba y me recargue en ella permitiéndome hacer pausa en el mundo para poder procesar todo lo que estaba pasando.
Había dejado a los demás en frente de las cámaras, no soportaba una sola pregunta indecente más sobre Ruby, solamente tarde dos minutos para identificar a los cinco periodistas que realmente se preocupaban por la verdad, los demás solo querían obtener una historia que pudiera valer lo suficiente sin importar si fuera verdadera o falsa. Me sentí asqueado hasta el punto de preguntarme si tendrían alguna diferencia con los caza recompensa. <<¿realmente hemos cambiado algo?>>
No me di cuenta cuanto tiempo pasó antes de escuchar la puerta abrirse. Cole estaba luchando con la silla de ruedas y la puerta que se cerraba antes de que le diera tiempo de pasar, mientras me levantaba sostuve la puerta sin tocarla el tiempo suficiente para que Ruby pudiera salir, podía sentir el estrés de Cole por haber perdido contra una puerta y que yo lo haya presenciado, su rostro me provocó una media sonrisa que no me moleste en ocultar en cuanto se acercaron a mi.
-una buena contrincante la puerta ¿verdad? - el sarcasmo en mi voz provocó que el color rojo de su cara subiera dos tonalidades, estuvo a punto de comenzar una pelea pero lo interrumpí dirigiéndome a Ruby- ¿todo bien?-
-¿cuánto tiempo llevas aquí? ¿Por qué no nos dijiste?- preguntó sinceramente confundida y apenada.
-no quería interrumpirlos, ademas me vino de maravilla una pausa- sonreí con las palabras palabras sinceras, nos quedamos mirando y pude notar el rubor en sus mejilla que se prendía un poco cada segundo que transcurría hasta que se vio obligada a apartar la mirada incómoda. Mi corazón volvió a estrujarse de nostalgia, <<ella aún reacciona a mi, pero aún no me recuerda>> el sentimiento tenía un sabor agridulce.
-no hubieras interrumpido- susurró tímidamente-de hecho me podrías haber ayudado-
-¿ayudado? - voltee a ver a mi hermano perplejo, pero el solo evitaba mirar a Ruby frustrado.
-ya te dije que es una pésima idea, no sabemos qué podría pasar, no tenemos prisa, pensé que eras más lista mi Joyita-sus palabras sonaban tensas y forzadas, podía ver el esfuerzo de mi hermano para no explotar contra Ruby. <<¿ya le dice "Joyita"?>> me obligué a centrarme.
-¿cuál es la pésima idea?- mi mirada viajo aleatoriamente de mi hermano a Ruby incómoda. Mi cariño se removió incómoda en la silla dudando si me podría de su lado o del lado de mi hermano, en ese momento me inqué frente a ella para poder ver su rostro a la misma altura, me preocupaba lo que estuviera pensando, pero me preocupaba aún más que no me lo quisiera decir-¿cual es tu idea?-insistí tranquilamente tratando de encontrar sus ojos y al toparme con ellos solo pude ver determinación.
<<esa mirada es de una idea imprudente>> es la misma que tenía en el East River antes de ir a encontrarse con el idiota de Clancy ella sola, es la misma mirada que tenia cuando me contó sobre su plan de regresar a la liga sin que nadie la cuidara, la misma que tenía cuando platicamos sobre su ida a Thurmond.
-Soy una naranja, eso significa que las mentes son mi especialidad...creo...o algo parecido...no entiendo muy bien eso-dudo por un instante, pero sin que su determinación vacilara solo por un poco de incertidumbre- el punto es que otro naranja puede meterse a mi mente para investigar qué es lo que me hicieron, ahora que soy consciente de que soy naranja sería capaz de controlar o trabajar junto con el otro para poder hacer algo al respecto- ni siquiera me di tiempo para considerarlo.
-ni hablar, eso no es posible- la palabras salieron en un todo tranquilo y preocupado, pero sin espacio a dudas.
-¿porqué no? - su voz sonaba realmente perpleja ante mis palabras, me miraba on capaz de entender mi decisión.
-todos los naranjas con los que nos hemos topado, a excepción de ti claro, son unos locos y créeme que esa palabra se queda corta, no nos podemos arriesgar tu mente dejándola en manos de ellos- pensé que decir esas palabras sería fácil, pero sus ojos me desarmaron por completo, podía entender la desesperación que se apodera de ti cuando no encuentras el sentido a tantas cosas, pero por lo menos yo me había quedado con Chubs, Zu y mi familia, ella no tenía nada dentro de si...y esa desolación es exactamente lo que vi en sus ojos, se habían vuelto un pozo de desesperación para encontrar sentido, podía sentir su esfuerzo para no ahogarse en la incertidumbre.
-¿arriesgarla? ¿De qué manera puede empeorar?- creo que su intención era sonar furiosa y exasperada ante mis palabras, pero lo único que escuché fue un gemido doloroso que me partió el alma en dos abriendo un abismo en mi corazón que me provocó un dolor punzante, apartó la mirada llena de lagrimas para poder limpiarse tímidamente. Me obligué a pensar otra manera, otra salida.
-está bien- tomé su rostro entre mis manos limpiándole cariñosamente los restos de lagrimas, finalmente me miró con sus ojos tristes y yo le correspondí con una débil sonrisa- no podemos arriesgar tu mente a otro naranja, pero...-me tomé un momento para poder pensar en mis palabras cuidadosamente- anteriormente pudiste...abrir tus recuerdos a mi, yo pude ver tu recuerdo por un instante, creo que es posible que puedas abrir tu mente a alguien para que por lo menos sepamos qué es lo que pasó- pude notar que Cole se tensó detrás de Ruby, estuvo a punto de protestar, pero se detuvo sin que nadie le dijera nada. El sabía que lo más importante en este momento era Ruby.- ¿qué piensas? - ahora lo único que veía en mi Cariño era duda, estaba pensando en todas las posibles consecuencias que tendría esa decisión, y supe lo que diría aún antes de que lo dijera.
-¿y si hago algún daño? - no podía ni pensar qué es lo que se siente tener una posible salida del infierno pero retenerte por miedo a lastimar a los demás.
-oh cariño...te aseguro que eso no sucederá, tú nunca serás algo dañino para nosotros- no pude resistirme más, no pude controlar mi anhelo de llamarla de esa manera, y en lugar de encontrar desprecio o negación de su parte, simplemente un par de lagrimas solitarias salieron de sus ojos, sin dolor o sufrimiento, simplemente acompañaron su mirada con una calidez indescriptible. La misma mirada que miraba a través de mi alma.
-está bien, quiero intentarlo pero odio la posibilidad de dañar a alguien, les ruego que no se sobre esfuercen, sé que fue mi idea, pero si alguien sale herido no volveré a permitirlo...aún si eso significa que nunca recupere mis recuerdos-ella siempre había dudado de su capacidad de liderar a otras personas, pero lo que ella no podía notar eran esos atisbos de seguridad que daba ante los demás, su convicción por sus metas para ayudar a todos y sobre todo su enorme capacidad de preocuparse por los demás hasta el punto ponerla en peligro a ella misma, es por eso que la seguían, su enorme corazón cautivaba a las personas cercanas aún cuando ella no quisiera, hacía que las personas quisieran seguirla con la única fuerza de su corazón.
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Mentes poderosas 4
FanfictionEsta historia es un final alternativo de los tres libros escritos por Alexandra Bracken, los personajes y la historia de la cual se basa este fanfic pertenecen a la autora. Espero que lo disfruten tanto como yo disfrute escribiéndolo.