42. Liam

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Podía ver a Clancy frente a mí, totalmente rojo y gritando de dolor, pero los gritos de mí cariño a mis espaldas aún opacaban todo a mi alrededor, sabía que esto no estaba bien, yo no quería matarlo por lo que la tortura fue la última opción, es posible que me odiara a mí mismo al día siguiente por haber utilizado lo que siempre había repudiado de la liga, pero todo valdría la pena si con esto cuidaba a Ruby, <<no será tan malo utilizar la fuerza para una buena causa>> me repetía una y otra vez en mi mente mientras intentaba ignorar la pizca de satisfacción mientras le provocaba dolor al maldito hijo del presidente.
Estaba a punto de ejercer un poco más de fuerza para escuchar el crujido de su brazo pero su rostro se tranquilizó considerablemente, como si no sientiera nada en absoluto,  mi corazón se detuvo por un instante provocando una ola de adrenalina y miedo que me provocó náuseas.
- se acabó el tiempo- las palabras  de Clancy se escuchaban tranquilas y llenas de gozó. La furia se prendió dentro mi sin ningún precedente, simplemente apareció como un río furioso que se desbordaba y en ese instante tomé la decisión. Era su fin.
Solté su brazo para tomar en su lugar su torso, pude sentir debajo de la piel dos costillas rotas pero aún así no me interesó, apreté lo más fuerte posible sintiendo la resistencia de sus costillas tratando de soportar para no romperse, su respiración paró repentinamente y supe inmediatamente que era por el miedo <<te tengo maldito>> los gritos de mí cariño me envolvieron suplicándome que lo hiciera y no lo dude ni un segundo, en cuanto sentí sus costillas presioné con la misma fuerza para atrás.
Quería verlo, quería asegurarme que no se levantaría de nuevo, quería ver el momento exacto en que él se diera por vencido para que los gritos de Ruby pararan, pero los gritos se esfumaron un instante demasiado pronto y un sentimiento de profunda angustia inundó mi cuerpo sin explicación aparente. Al mismo tiempo ví el rostro de Clancy sonriente alejarse de mí pero tras un parpadeo cambió por las facciones de mi Cariño <<¿Qué...?>>  Perdí toda fuerza en el cuerpo, liberé las costillas del cuerpo frente a mí no por decisión propia, mi corazón se detuvo por un momento amenazando con desmayarme pero me obligué a permanecer despierto.
Mí cerebro no podía procesarlo, no quería procesarlo, no entendía lo que estaba presenciando...<<¿Por qué ella está frente a mí?>> No pude ver otra cosa y durante una milésima de segundo logré ver el estado de Ruby, su rostro estaba demacrado lleno de cansancio y fatiga, su cuerpo estaba lleno de heridas con  sangre goteando desde sus pantalones de hospital y su camisa, podría jurar que una mano se mantenía en su cuello debajo de la camisa pero el olor a carne quemada y sangre por toda la habitación me animó a juntar los puntos para comprender todo lo que sucedía, pero una parte se negaba. <<es Clancy intentando librarse>>
Pero el rostro de Ruby no desaparecía, era nítido y definido, todo concordaba. Mientras más se alejaba su cuerpo del mío, mis músculos más se contraían en sí mismos, los efectos colaterales que provocaba mi cerebro a mí cuerpo al darse cuenta de la cruda realidad eran verdaderamente dolorosos físicamente, una puñalada atravesó sin miramientos en mi estómago, el aliento me faltó provocando que mi garganta se rasgara en dos, mi cabeza estalló un una punzada de dolor repitiéndose en cada palpitación de la sangre, mis piernas cedieron ante mí peso y caí de rodillas mientras veía a Ruby cerrar los ojos aceptando el dolor que le ocasioné.
Al estrellarse dolorosamente en contra la pared solo emitió un simple gemido, un ruido apenas audible dejándome claro el cansancio de mi cariño, ya no tenía fuerza si quiera para llorar, solamente su cuerpo se limitó a soltar un sollozo mientras una mueca aparecía en su rostro. Yo no pude reaccionar, simplemente ví cómo caía en picada contra el suelo por lo que me parecieron siglos, sin saber cómo, mi cuerpo reaccionó antes que el cerebro y mi mano se levantó a mi lado para tomar a Ruby.
Sentir el peso de mí Cariño fue un paso en dirección a conectar con la realidad, la detuve a diez centímetros antes de que tocará el suelo para después colocarla cuidadosamente en el suelo al mismo tiempo en que me levantaba y corría en su dirección.
Por un instante voltee la mirada buscando a la Ruby de mí mente pero otro cuchillo atravesó mis entrañas al ver el vacío. No había rastro de la proyección de mí Ruby ni de Clancy por ningún lado. Me permití pensar en eso por un segundo mientras corría en dirección de Ruby, pero lo descarté inmediatamente.
Llegué al cuerpo en el suelo, su pecho se movía rápidamente y sus manos comenzaron a palpar todo lo que podían por culpa del miedo, caí de rodillas a su lado desesperado por estar a su lado.
Sabía que estaría mal, pero nada me hubiera preparado para su rostro lleno de terror, mis lágrimas amenazaron por salir pero me obligué a mantener la calma, suspiré fuertemente intentando deshacerme del nudo en la garganta pero era inútil, estaba demasiado aterrado por lo que había hecho, coloqué mis manos sobre su torso intentando ver las heridas de dónde brotaba la sangre, con mi poder presioné lo más posible las cortadas de la pierna y el estómago parando así un poco la sangre, pero lo que me aterró fue que mi Cariño no se inmutó, no sintió la fuerza que apliqué en su cuerpo. Tomé su rostro entre mis manos para que pudiera verme, seguía consiente pero no era capaz de hablar, supe el instante en que me reconoció, su respiración se relajó considerablemente pero su cuerpo aún seguía tensó como piedra.
-Cariño, Cariño- intenté llamar su atención susurrándole, mi miedo a perderla me provocaba náuseas pero la impotencia de no poder hacer nada sin ayuda me dejó desolado, mis lágrimas de nuevo aparecieron pero en esta ocasión no las detuve, fluyeron como si drenará mi alma, intenté buscar algo más en qué pudiera ayudar pero el sonido de unos pasos apresurados en el corredor que daba a las escaleras al otro lado de la recepción me distrajeron y de la nada apareció Chubs con los pómulos rojos por el esfuerzo pero el color desapareció en cuanto sus ojos se posaron en Ruby para después pasar a mi rostro y a mí cariño de nuevo, no se detuvo a pensar en otra cosa, se limitó a ver que la habitación estaba vacía, que todo había acabado antes de salir corriendo de nuevo en busca de ayuda, regresé de nuevo con mi cariño mientras le pedía a Chubs que corriera.
-Oh por dios Cariño...¿Qué hice? Lo siento, lo siento...lo...- los sollozos no me dejaron terminar, era imposible hablar de este modo, trataba de contener mis gemidos pero aparecían los temblores en mi pecho propagándose por todo mi cuerpo, todo se estaba derrumbando dentro de mí en ese instante, la culpa, la pena, el terror eran huracanes que destrozaban todo dentro de mí.
Pero un susurro aterciopelado apareció desde las sombras como una brisa cálida <<No es tu culpa, por favor Liam no es tu culpa, lo siento, lamento todo esto>> apenas se percibían pero estaban ahí.
Voltee a ver a nuestras manos entrelazadas sorprendido y de nuevo a su rostro que me veía lleno de sentimientos de preocupación.
-por dios Cariño no tienes que lamentar nada, no es tu culpa, lo siento, lo siento- no logré soportar más, me desmoroné en ese instante repitiendo esas últimas palabras como un mantra sin esperanza a que me perdonara, no lo merecía. Mí cerebro no procesaba aún toda la información, simplemente sabía que yo le había hecho daño, pero no entendía hasta qué grado. <<Me escuchas>> sus palabras aparecían flotando en mi mente pero cada vez eran más livianas y difusas, como si estuvieran diluidas, pero a pesar de todo esto esas palabras me dieron un pequeño consuelo - sí Cariño, siempre podrás entrar a mi alma en cualquier momento, aún cuando me odies- aparté la mirada de su rostro que se había calmado un poco con nuestra conversación pero aún así no quería ver su desilusión ante mí, no podría.
<<no te odio, no fuiste tú pero te perdono>> no logré levantar la mirada, no merecía verla, pero de repente su respiración se aceleró y su pecho se sacudía y cuando levanté los ojos en su dirección, hilos de sangre salían de su boca impidiéndole respirar solamente logró inclinar su cabeza a un lado para que el líquido cayera a su lado, su rostro se inundó de terror y desesperación sin saber que hacer para sobrevivir, mi mente quedó paralizada y no lograba encontrar fuerzas para reaccionar, pero unas palabras aparecieron como humo liviano <<tengo miedo...Liam tengo miedo>> esas simples y frágiles palabras fueron otro paso a la realidad, sabía que debía permanecer fuerte, sabía que debía estar ahí para ella, aún cuando fuera demasiado para mi dejándome quebrado y destrozado debo de estar ahí para ella, aún si no pudiera soportar verla de esta manera debía de tener fuerza para los dos.
Tomé su rostro entre mis manos dudando de qué realmente se diera cuenta de lo que sucedia pero sus ojos se posaron en mi rostro y hablé con toda la ternura que se merece mi Cariño.
-lo sé Cariño, pero todo estará bien, te lo prometo, voy a estar a tu lado todo el tiempo, nunca me apartaré de tu lado, jamás pienso dejarte sola, estoy aquí- mis palabras salieron de mí boca como única suplica de mantenerla despierta y bien, pero sus ojos se cerraban pesadamente mientras ella luchaba por mantenerse consiente <<¡No! ¡No! ¡No! ¡Por favor!>> mis manos se movieron desesperadamente a sus mejillas intentando llamar su atención pero un segundo después su rostro se relajó junto con todo su cuerpo mientras su cabeza cayó hacia un lado ya sin importar el dolor.
<<¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!>> Un hueco se abrió paso en mi estómago provocándome náuseas y un  mareo intenso que amenazó con tirarme, y no sabía si fue por las lágrimas o por algo más pero mi visión se torno borrosa por unos momentos, una ola de desesperación se asomaba mientras veía el rostro de mi Cariño inconsciente, <<mierda, mierda, concéntrate Liam, vamos concéntrate, ¡Maldita asea, Ruby me necesita! ¿¡Qué diablos estás haciendo!?>> Tragué el nudo que me lastimaba la garganta, cerré los ojos y suspiré para tratar de mantener la calma, mi cuerpo se tranquilizó lentamente provocando que tuviera más control sobre mí y mis sentimientos.
Voltee a ver a mi alrededor deseando encontrar una salida, intentando encontrar a Chubs, pero solamente estaba yo entre la recepción y la sala de conferencias. Regrese de nuevo con mi Cariño, acerque mi rostro al suyo y pose mis labios sobre su frente en un beso.
-Cariño, está bien, resiste, estoy aquí, por favor no me dejes, no te rindas, te necesito...te necesitamos - susurré sobre su piel suplicando.
Un murmullo apenas perceptible apareció lejos a mis espaldas y no le preste atención hasta que se volvió un ruido que incremetó en un segundo, eran varios pasos y respiraciones agitadas. Levanté la mirada preparándome para atacar en el caso de que fueran hostiles, levanté un pedazo de techo que había caído por la explosión, listo para salir disparado, la tensión crecía en mi cuerpo conforme los pasos de acercaban, mi mano derecha se posó sobre el cuerpo de Ruby de manera protectora, nadie se acercaría de nuevo a ella para hacerle daño.
Los pasos se acercaron en segundos durante los cuales el concreto que esperaba mi orden para salir volando se acercaba cada vez más en dirección a las escaleras, pero al momento en que el rostro de Chubs apareció en el mismo lugar en dónde hace un momento había desaparecido el concreto cayó sobre el suelo en un ruido sordo, sorprendiendo a todos detrás de Chubs, Vida y Zu faltaban pero todos los adultos miraron atónitos y sin entender la escena ante ellos, solamente Cole se acercó corriendo en cuanto vio a Ruby en el suelo con Chubs pisándole los talones.
Mi hermano se colocó a mi lado  sin quitarle la vista al cuerpo de mí Cariño.
-Mierda Joyita- susurró mientras sus ojos se llenaban de lágrimas sin dejarlas caer por orgullo-estarás bien, te lo prometo, puedes con esto- sus ojos dejaban ver el horrible miedo y preocupación de ver a Ruby de este modo de la posibilidad de perderla.
-necesitamos ayuda- gritó Chubs al ver de cerca a su amiga, se quedó atónito mientras intentaba procesar todas sus heridas, no se atrevía siquiera a tocarla por miedo a empeorar las cosas- ¿Qué sucedió?- <<no lo sabían, nadie lo sabía>> Cole no había entrado en detalles.
Mi alma calló en un hoyo sin fondo mientras mi cuerpo perdía toda la fuerza al darse cuenta que finalmente tenía que enfrentar la verdad, tenía que decirlo y mi boca actuó antes siquiera de procesarlo... simplemente lo dije.
-fuí yo- susurré mientras bajaba la mirada a mis manos llenas de sangre intentando saber qué habían hecho, los adultos que se acercaban no habían escuchado pero Chubs volteó a verme perplejo-fuí yo- las palabras salian de mí boca, pero no las entendía del todo, no lograba comprender el verdadero significado de lo que decía-fuí yo- lo repetí para intentar procesarlo pero no lo lograba, aún cuando todos llegaron a lado de mi Cariño seguí repitiendo, los padres de mí Cariño se centraron en Ruby revoloteando a su alrededor con un terror indescriptible en sus rostros, el de Chubs se dedicó a tratar a Ruby y mi padre miraba alrededor cuidando que no se acercará ningúna amenaza, todos ellos estaban ocupados, pero mis palabras se repetían, Cole y Chubs ya me miraban desde un principio pero todos los demás me miraron cuando mis palabras se volvían más sonoras y desesperadas- fuí yo, fuí yo, fuí yo, fuí yo- las lágrimas que se asomaban por mis ojos finalmente callejón en picada hasta mis manos creando círculos blancos en medio del líquido rojo.
-¿Qué?-escuche una voz que me obligó alzar la cara enfrentándome al rostro de la mamá de Ruby.
-yo le hice esto- dije en un gemido. Sus rostros parecían de piedra yo esperaba que comenzarán a gritar pero algo más interrumpió antes de que tuvieran la oportunidad de reaccionar.
-Nosotros le hicimos esto- la voz de mi hermano apareció sin fuerza interponiéndose. El silencio de unos cuantos segundos se esparcía lentamente sin encontrar palabras, pero Chubs finalmente encontró la salida.
-Clancy- esa simple palabra contenía toda la verdad, pero tenían que descubrirla- él los obligó- cerré los ojos y bajé la cabeza sin fuerza, negué con la cabeza. Él no nos había obligado.
-No nos obligó- susurré con voz pesada- nos hizo creer que Ruby era él, creímos que estábamos protegiéndola cuando en realidad nosotros...-no logré terminar la frase, no podía-y ahora está...-era demasiado para mi no podía soportarlo, sentí como si mi llanto me inundaba, mis sentimientos me abrumaban y mi dolor me partía- yo le hice esto y ahora está...-no lograba soportarlo.
-viva- la voz del padre de Chubs apareció-ella está viva y cuando acabe todo esto ustedes hablaran- voltee a verlo sorprendido, pero el solo me dedico una mirada sería que contenía la promesa de mantenerla a salvo- pero ahora necesito que me ayudes a cargarla- estaba totalmente determinado a salvar a Ruby, se podía notan en sus ojos, pero yo no podía, no podría tocarla en ese estado que le ocasioné.
-y...yo...yo no puedo- tartamudeé desesperado de salir de esto, no soportaba la idea de hacerle daño, de que estuviera cerca de mi.
- yo lo haré- susurró Chubs con un sentimiento en sus que no pude definir, ¿preocupación? ¿Enojo? ¿Decepción?
Chubs levantó a mí Cariño por los aires manteniendo la presión que unos instantes antes yo mantenía, en cuanto se movió mi mano se deslizó por su brazo hasta caer a mi lado.
La madre de mi cariño no se despegó ni un segundo de su hija, se fue junto con ella sin siquiera voltearme a ver con desprecio, en cambio su padre se levantó, me miró dudando y se alejó corriendo detrás de su esposa, podría haber jurado que había visto compasión en sus ojos, lo cual descarté de inmediato con gran pesarm <<ellos deben odiarme>>
Mi hermano y mi padre intercambiaron unas miradas antes de que Harry saliera para cuidar a todos.
Solamente nos quedamos Cole y yo en el suelo, mirando alrededor, la habitación que odiaríamos por mucho tiempo y las cámaras que guardarían nuestros pecados para recordárnoslos, de repente sentí las manos viscosas y cuando bajé la mirada me sorprendió el rojo intenso que las envolvían.
Froté desesperadamente las manos entre ellas, con la ropa y hasta en el suelo ansioso por borrar el maldito recuerdo <<No, No, No, No, No>>las lágrimas comenzaron a salir de nuevo.
-no- <<mierda>>
-Li- Cole se acercó por detrás.
-No- <<mierda>> no salía la sangre.
-Liam- mi hermano se colocó en frente de mi tratando de llamar mi atención preocupado.
-No- <<mierda>> nunca podría limpiarme las manos.
-¡Liam!- sostuvo mis hombros bruscamente obligándome a mirarlo, a sus ojos llenos de tristeza y preocupación mientras el silencio se propagaba entre nosotros.
-fui yo- susurré sin saber qué hacer y percibí que él también buscaba una respuesta.
-yo también- respondió en un gemido- yo también le causé daño- podía ver el dolor en su rostro y supe en ese instante que no estaba solo, sus manos cayeron a mi lado y nos quedamos ahí sin hablar, procesando lo sucedido.
-Ella nos perdonó- susurré, yo lo había escuchado por aparte de ella, pero Cole no tenía ninguna clase de consuelo, mi hermano me miró sin entender nada-antes de perder la consciencia, ella no podía hablar pero...-me detuve un momento para recuperarme- pero entro a mi cabeza y solamente dijo que no era mi culpa, que aún si me perdonaba- mi cuerpo estaba totalmente exhausto- creo que también quería decírtelo en persona pero...- suspiré pesadamente sin fuerza.
-lo hará, cuando despierte lo hará-  <<lo hará>> en medio de todo el desastre me permití aferrarme a la esperanza que contenían esas palabras.
<<Lo hará, mi Cariño despertará>>

Finalmente logré terminar esta parte, creo que es la más larga hasta ahora.
Espero que les guste. Y gracias por esperar.

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora