44. Liam

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-Li...Li...¡Liam!-el grito de Chubs me regreso a la realidad.
-¿Qué pasa?-susurré
-Ruby ya salió de la operación, está estable, creo que estará bien- la voz seria de Chubs llenaba el silencio esperando una respuesta, pero yo simplemente asentí sin poder decir una sola palabra-eso es bueno- añadió Chubs intentando aligerar el ambiente mientras se sentaba a mi lado, estábamos en una terraza desde donde se podía ver la ciudad a siete pisos de altura
- lo sé-solte un suspiro largo pensando en que eso me aliviaría el peso en El pecho- lo sé...es solo que...- no sabía si podría terminar la frase pero Chubs espero pacientemente - ella tiene recuerdos míos que solamente le hacen daño, o estoy muerto o la estoy lastimando...-mi voz se fue apagando en cada palabra que salía de mi boca- no sé cómo seré capaz de verla a los ojos después de todo esto...- y esa simple idea me partía el alma.
-lo sabrás cuando despierte, pero tendrás que acercarte, entrar en su habitación y estar junto a ella como dijiste que harías- su voz sonaba como una súplica adolorida pero no me atreví a levantar la mirada.
-no puedo hacerlo...no quiero que sus padres se preocupen por otra cosa y ver sus rostros porque me tengan miedo de lastimar de nuevo a su hija- y en ese momento me percate durante un instante que ahora compartía el horrible sentimiento que les pesaba a mí cariño y a mi hermano.
-no creo que sea así y nunca lo sabrás si no intentas averiguarlo- las últimas palabras de Chubs me exasperaron y no pude evitar levantar los ojos enfrentándome a él con un tono brusco.
-¡Ese es el punto! ¡No puedo acercarme! ¡Soy el que representa un peligro para Ruby! No puedo acercarme por ella y por sus padres- mi voz había subido de volúmen unos pocos tonos, pero lo que realmente fue sorpresa, incluso para mí, fue el tono condescendiente e hiriente de mis palabras, un segundo después mi rostro se descompuso y Chubs de dió cuenta de cuánto me arrepentía.
-sabes que nuestra Ruby nunca te he harté la culpa...no fuiste tú - susurro intentado consolarme.
-pero quieras o no, por una parte sí es culpa mía, podría haberme resistido un poco más- dije intentando hacerle entender.
-pero aún así ella no te culpa, sabe que tú no querías hacerlo, lo dijo mientras sucedía todo, te lo dijo frente a frente pero tú no te acuerdas- esas pocas palabras provocaron un horrible escalofrío por todo mi cuerpo, me recordó que todos habían visto cómo torturaba a mi cariño, Chubs lo había visto, mi padre, los padres de Ruby <<todos lo han visto>>
-¿Los viste?- tenía miedo a la respuesta pero tenía que asegurarme, Chubs se dió cuenta de mi miedo y trato de encontrar las palabras adecuadas.
-sí, pero lo único que se ve es que tratabas de cuidar a Ruby mientras que el maldito de Clancy jugaba con ustedes dos y ella lo sabía, lo dijo enfrente de ustedes sabiendo que la estarían grabando- él sabía que ninguno de los dos logramos ver el vídeo.
El silencio se esparció entre nosotros dos, un millón de sentimientos se encontraron en mi mente aturdiéndome incapacitándome para responder, pero no fue necesario, el silencio creía ente nosotros dos sin siquiera importarnos, simplemente no quedaban más cosas por decir, él sabía que cualquier palabra extra sería inútil, simplemente se había dicho todo lo necesario y sin embargo mi corazón seguía con pesar y miedo, yo ya sabía lo que necesita, ver a mi Cariño, pero el miedo me impedía levantarme e ir a buscarla en su habitación.
Sin darme cuenta que el tiempo estaba transcurriendo me tomó por sorpresa que Chus se levantara en algún momento, me apretó el hombro tratando de mostrarme su apoyo antes de irse en busca de comida o de Zu y Vida, dejándome en medio del silencio, fui detrás de él pero me detuve en la sala de espera mientras el seguía caminando en dirección a Ruby, me senté en una silla con miles de pensamientos dentro de mi cabeza.
<<Esto es idiota, debería de estar a su lado como lo había prometido.-Pero sería aún más estúpido que por mi simple egoísmo asustara a Ruby con el primer rostro que viera al despertar. -Aunque eso no lo sabía, tendría que acercarme mínimamente a su habitación para poder decidir si sería buena idea o no quedarme a su lado. –pero ¿Qué tal si sus padres no me permitían acercarme? No podría hacer nada ante eso- Sería un posibilidad dejar que ellos decidieran por mí, seguramente me correrían- pero el deseo de ver a mi cariño no se cedería con eso- pero ni siquiera merezco estar junto a ella, no después de lo que hice.- si me corrieran, simplemente me quedaría a una distancia prudente sin molestar ni perturbar la paz de nadie hasta que despierte...si despierta>> después de todo ese hilo de pensamiento recorriendo una y otra vez mi cabeza siempre terminaba con una apuñalada al corazón y un estomago revuelto ante ese último pensamiento, me ensimisme en mí mismo hasta tal punto no darme cuenta del mundo exterior, de repente mi hermano ya se encontraba a un lado mío haciéndose notar hasta que soltó un suspiro cansado.
-¿Tampoco has podido acercarte a la habitación?- su voz desanimada fue como una isla solitaria ante la cual yo simplemente asentí sin atreverme decir algo. Durante los últimos días mientras Ruby pasaba nuevamente de cirugía en cirugía, Cole fue el único que supo cómo lidiar conmigo, se aseguraba de que comiera algo cuando yo hacía caso omiso de los aperitivos de Zu, me obligaba a cerrar los ojos para que durmiera o descansara en cualquier parte o simplemente se quedaba a mi lado sin decir ni una sola palabra compartiendo nuestro pecado.
- Sé que te dijo que nos perdonaba, pero no creo que yo pueda perdonarme, no lo merezco, sé que no fue completamente nuestra culpa pero no puedo evitar pensar que podría haber hecho algo más- los dos estábamos sentado en la zona de espera en las sillas incomodas de plástico, él se había recargado en el asiento mientras que yo recargué mis codos en mis rodillas mientras sostenía mi cabeza con las manos, pero sus palabra me tomaron por sorpresa, <<no soy solamente yo...no estoy solo en esto>> volteé a verlo desde mi posición para saber qué cara tenía al decir esas palabra, pero el simplemente miraba el techo completamente serio- ahora que está hecho tengo ese sentimiento de necesidad de hacer algo...para redimirme de lo que he hecho- al decir estas últimas palabras su rostro se contrajo en una mueca al pensar en algo-pero al mismo me siento como una mierda de persona por que no sabría decir si lo que hiciera es para el bien de mi Joyita o simplemente para sentirme un poco mejor, haría lo que fuera, aunque sea un simple regaño o castigo por lo que pasó- su mirada y su voz hacían todas a esas palabras en un suplico al aire, ya no me hablaba a mí y podría parecer estúpido todo lo que había dicho, pero extrañamente yo lo entendía y sabía exactamente en dónde encontrar lo que buscábamos.

La siguiente parte ya la tengo, pero en papel, yo creo que al rato la subo.
Gracias por leer.

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora