29. Cole

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-esto es demasiado arriesgado, no podemos forzar las cosas, ¿no lo entienden? se trata de Ruby- El chico alambres estaba consternado ante nuestras palabras, se podía notar la tensión de sus músculos y el enojo intuitivamente.
-fue ella misma quien lo propuso, yo tampoco estoy muy feliz con la decisión pero si es lo que quiere no podemos negárselo- la exasperación en mis palabras no pasó desapercibida por nadie, pero casi nadie tuvo la fuerza de sorprenderse. Todos habían vuelto de la conferencia de prensa y entendía que estuvieran cansados. Por lo que había entendido la familia de joyita no participó activamente, pero si estuvieron a un lado pasando desapercibidos mientras escuchaban solamente un poco de lo que había pasado su hija.
La única que replicó fue Vida gritando.
-¡tu entre todas las personas es el que tiene menos derecho de decir algo así! ¡Te encantaba negar los deseos de todos! ¡Aún cuando queríamos sacar a Cate de dónde estaba negaste todos nuestros planes para rescatarla y a todos con quienes estaba!- su voz sacó de su aturdimiento a todos en la sala haciéndolos saltar asustados. Pero yo por mi parte empecé a consumirme por dentro, no quería explotar en frente de todos pero no pude contenerme del todo, comencé a tensarme desde la primera palabra que había soltado hasta quebrarme.
-¡Exacto!¡todo este maldito tiempo me he preocupado más por la seguridad general haciendo sacrificios por ello! ¡Hice a un lado a Cate para evitar poner en riesgo a todos! ¡Dejé a Ruby entrar en esa mierda de campamento para poder sacar a todos de ahí, obligándome a ignorar las consecuencias que tendría!-mi voz sonaba más fuerte, brusca y firme de lo que realmente tenía en mi cabeza, todo dentro de mi se estaba desmoronando poco a poco mientras yo me obligaba a permanecer de pie- ¡créeme que no necesito que nadie me recuerde cómo terminaron cada una de mis decisiones! Pero ahora ya no interesa nada más que Ruby y aún cuando piensen que ir despacio sería más seguro o más fácil, si ella dice que prefiere hacerlo de alguna manera, es por una razón- todos me miraban sorprendidos por mi arrebato de furia
Podía ver la perplejidad en los ojos de los padres de Ruby sin que supieran exactamente qué pensar sobre mi, Harry aún estaba en modo de militar, esto no había acabado hasta estar todos seguros y mi Joyita no lo estaba, pero a pesar de esa máscara que se había puesto podía ver la inquietud hacia mi y el simple hecho de que existiera esa preocupación por parte suya me estresaba.
Connor no se centraba en mi ataque de furia, ella simplemente seguía pensando sobre las posibilidades de Ruby. Podía sentir la tensión de Vida y del chico alambres ante mis palabras y sus deseos de contestarme.
La pequeña niña Zu estaba sentada en las piernas de Liam mientras comía un panecillo en silencio, intentaba evitar mis ojos, pero cuando nuestras miradas se cruzaron dió un respingo, no supo qué hacer durante un instante, pero en seguida se tranquilizó y me sonrió tímidamente, la presión dentro de mi bajó considerablemente pero no cedió.
Por último observé a Liam, pero el no me veía ni preocupado ni enojado, ni siquiera me observaba a la cara, solo veía mi movimiento involuntario de la mano por la tensión que se repetía una y otra vez, sus pensamientos habían profundizado demasiado, pero no solamente en dirección de Ruby, sino que también en la mía, podía escuchar su mente procesar aún la noticia de que era uno de "ellos". Eso fue la gota que derramó el vaso.
-¡no necesito esto!-susurré lleno de tensión y les di la espalda ignorando el peso de las miradas sobre mi, no me alejé completamente, solo me encamine a la habitación de mi Joyita de tal manera que pudiera verla desde afuera.
-realmente no sé qué pensar sobre esto-la voz del padre de Ruby sino más tranquila y serena de lo que nadie hubiera imaginado- por lo que dicen es muy arriesgado que alguien entre a su mente, pero no sabemos si realmente si el estado en el que se encuentra es mejor o peor- al escuchar las palabras me estrujaron dolorosamente el estómago por la carga que conlleva. La voz del padre de Ruby parecía apacible, pero debajo de ella se podía intuir un enorme dolor que provocaba ver a su hija entre una espada y otra, entre lo peor y lo malo.
-yo ya he pasado varios meses por esto señor y le puedo asegurar que fue una de las peores etapas de mi existencia, a pesar de que aún tenía los recuerdos de mi familia y amigos, yo me sentía incompleto, lleno de duda e incertidumbre en todo momento, pero con Ruby...es diferente ella no tiene a nadie en sus recuerdos y apenas se mantiene a flote dentro de toda esa incertidumbre que la ahoga y sinceramente no sabemos qué es lo que realmente le pasó, creo qué hay algo más, algo más complicado- mi corazón se estrujo al escuchar eso mientras veía a mi Joyita hablar con la enfermera dulcemente. Abrí la puerta dejando los problemas atrás.
-lamento los problemas que ocasiono- susurro Ruby tímidamente en cuanto vio mi rostro<<rayos ¿qué cara tengo?>>
-¿Tan mal me veo? - dije sarcásticamente para aligerar el ambiente, mi joyita no pudo contener una sonrisa sin ganas.
Yo estaba demasiado cansado de todo esto, pero ella no tenía que saberlo.
-¿Tan mal lo están tomando?- preguntó mientras la enfermera anotaba algo en el expediente. Evitaba mirarme a la cara para que no me dieron cuenta de lo incómoda que se encontraba
-solamente están preocupados- mi intensión era calmarla pero su cara se llenó de duda, mi cuerpo se tensó ante el miedo de que nuevamente se quebrara.
-¿todos ellos están preocupados por mi? ¿Por qué?- su sincero desconcierto en su voz me tomo por sorpresa.
-por que te quieren- mi voz sonaba tranquilizadora pero dentro de mi la inquietud me carcomía lentamente, todo esto es mi culpa y tendría que hacer lo necesario para arreglarlo-¿Eso es malo?- la confusión de mi Joyita ni desaparecía de su cuerpo.
-no...no lo creo, pero si está mal no recordar nada sobre ellos, me siento mal por no acordarme de las personas que se preocupan por mi-  su cara se fue apagando poco a poco hasta no soportarlo más.
-Joyita eso no es tu culpa, te obligaron a olvidarlos, no tienes porqué sentirte mal- yo ya estaba a lado suyo, ella no me miraba, estaba perdida dentro de su mente lo cual era un peligro, así que llamé su atención- oye, tranquila, no te presiones, nos vas a recordar- ella finalmente volteo a verme, pero su frustración de palpable.
-¡No me puedes asegurar eso! ¡Tú no lo sabes!- no estaba gritando pero su desesperación transformó esas palabras en golpes en mi rostro.
-eso cierto no te puedo asegurar que recuperes tus recuerdos, pero aún si no nos recuerdas...seguiremos a tu lado y podremos empezar desde el principio- su cara palideció considerablemente -mucho gusto joyita, mi nombre es Cole-

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora