19. Ella y yo.

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El segundo que siguió fue una eternidad. Mi cuerpo estaba totalmente rígido sin poder moverse, pero mi mente viajó por todos los recuerdos en donde aparecía Ruby.
La sombra en el retrovisor de Black Betty.
una carretera vacía mientras ella manejaba aferrada al volante con las piernas sangrando, me costaba procesar la idea de que ella nos había salvado y sorprendido de que siguiera bien después de escuchar los millones de gatos en nuestras cabezas.
Un par de calcetas en un Motel, mientras yo hablaba nerviosamente al otro lado de la puerta, con las manos sudadas y temblorosas, ella había pasado mucho tiempo dentro de la ducha y sin ninguna razón aparente eso me ponía nervioso pensando en qué estaría haciendo o pensando dentro del cuarto de baño, algo me decía que no estaba bien; su cara me confirmó todo sin decir nada, pero al verla sonreír tímidamente al ver las calcetas pe tranquilice.
Lady Jane caminando al bosque mientras ella se acercaba al suelo previniendo el desmayo de un segundo después, quedando tendida en el asfalto sin reaccionar, me quede observando su cuerpo en el suelo, no podía pensar en nada salvo que ella estaba lastimada, corrí para desatar a Chubs y a Zu para después correr al cuerpo de Ruby, la levante después de tratar de despertarle, pero era imposible, solo pude soltar un <<mierda>> antes de irnos.
Ella en el cuarto de Clancy, petrificada por el miedo de no poder moverse, mi sangre hervía dentro de mi, mi cuerpo seguía aturdido por el recuerdo de Ruby, pero supe en el instante que tendríamos que irnos, no podía permitir que la lastimara de nuevo.
Sus lagrimas desapercibidas al contarme su historia mientras yo estaba tendido en un catre, mi dolor al ver su miedo de perderme, de repetir todo de nuevo y mi deseo de explicarle que eso nunca pasaría.
Chubs tirado a sus pies desangrándose en sus brazos mientras ella intentaba encontrar una salida, su mirada suplicante para que me fuera de ahí, pero no podía, aunque quisiera no podía irme de ahí.
Yo dándole la espalda saliendo de la casa de la Liga sin saber quién era y sin saber de dónde venía el sentimiento tan profundo de dolor.
Mientras ayudaba a enderezarme cuando yo tosía estrepitosamente, no la podía reconocer de alguna parte pero mis sentimientos afloraron empañando todo el mundo al rededor al ver esa mirada de preocupación.
Mi corazón se partió al verla atada dolorosamente mientras salía del maletero de un carro que acababa de estrellarse en la carretera, asustada y extremadamente ansiosa por irse, tratando de gritar desesperadamente para salir de su pesadilla, todo a mi alrededor se esfumó cuando escuchaba sus gritos, me sentía tan impotente y estúpido que me limite a gritarle a Chubs y a manejar lo más rápido posible, como si pudiera desahogarme con la carretera.
La nieve a su alrededor mientras lloraba a lado de un río descalza y con una manta que le cubría, yo solo podía verla pues no sabía qué hacer con una desconocida que me revolvía el estómago.
Nuestros labios danzando entre sí dentro de un taller mecánico, para que después saliera corriendo tras una psicópata aterrorizada dejándome en el suelo, pero yo ya tenía la certeza que podía preocuparme por ella, que podía gritarle para que volviera sin que me viera como un loco. La tranquilidad de saber que Ruby estaba bien, que ese miedo sin fundamento y solitario por una persona sin cara había desaparecido.
El sollozo de ella a mi lado durante el camino a California, mi mano acercándose lentamente para sostener la suya, el sollozo paró, y sentí cada uno de sus músculos se relajaban poco a poco. <<No volveré a dejarte, simplemente no puedo>>
Mi miedo mientras caminábamos por el pasillo nauseabundo de la liga en total obscuridad, simplemente no pude contenerme y la giré en mi dirección para darle un beso corto pero era lo suficiente.
Mis gritos contra mi hermano que me corria de la sala llena de escombros <<¿donde está? Tiene que estar bien, no me puedo ir sin ella, no otra vez>> mis pensamientos corrían en mi mente sin comprenderlos por mi susto y mi desesperación, hasta que la vi levantarse tosiendo <<está bien>>
Su gritos llenos de dolor cuando salí del túnel con la brújula rota, yo me sentía tan impotente al ver cómo me golpeaba y lloraba por su amigo, que no pude hacer nada solo ver como sufría.
Ella bajo la lluvia buscando algo dentro de una casa vacía, regresando al carro sin fuerzas y triste, cuando subí al carro no lo entendía, pero de nuevo salió del carro en marcha corriendo en el lodo, el sonido de un disparo nos hizo despertar a todos de nuestro aturdimiento <<mierda>> pero un segundo después una figurita saliendo de entre los árboles corriendo hacia ella. <<gracias cariño>>
Nuestro pequeño momento en la alacena del rancho, un poco cansados y distanciados pero Justo lo que necesitábamos.
Mi puño a unos centímetros de su estómago, no entendí muy bien como habíamos llegado hasta ahí, pero mi corazón se partió cuando se puso en frente de Cole para protegerlo...de mi, si hubiera reaccionado unos segundos después la hubiera golpeado <<yo la iba a golpear>> ese pensamiento me causó náuseas.
Su gélida mirada que me dirigió cuando me vio en oasis junto con Alice, <<mierda>> paso a mi lado sin dirigirme la mirada lo cual metió un cuchillo dentro de mi estómago, pero al verla hablar en dirección de todos los niños el orgullo hacia ella fue imposible de contener.
Sus emociones que desbordaban de sus facciones, mi capacidad de identificarlas me hacía comprender que el enojo hacía mi era increíblemente profundo, pero mi miedo a perderla dentro de su pesadilla era aún mayor, mis suplicas para que pensara en si misma, pero solo podía ver sus convicción mezclada con miedo. Partiéndome el corazón, mis palabras salieron con la intención de que pudiera sentir lo mismo que yo, pero los dos sabíamos que siempre la esperaría.
La pequeña cabaña ubicada en el mapa de Thurmond, su lugar para dormir durante seis años, mi incapacidad de llamarlo hogar se unía con la imagen de una Ruby de diez años caminando dentro del campo con miedo a todo momento. Siendo maltratada y despreciada.
Su voz a través del auricular del teléfono público, la tristeza se mezclaban junto con su miedo ante el peligro que corría, pero yo solo podía pensar en Cole, no podía concentrarme en ella, debí de haberlo hecho, debí de haber regresado cuando me lo pidió, debí de haber sabido que todos estaban en peligro, pero no lo hice.
El vacío en mi estómago al escuchar las palabras de Chubs, había estado afuera por unos pocos días, preocupándome por las reacciones de mis padres ante la noticia de Cole, pero a ella se la habían llevado desde ese momento, desde ese momento estaba sufriendo un infierno y yo no sabía, no me había preocupado lo suficiente por ella. Se habían llevado a los dos, a Cole y a Ruby de mi lado, habían sufrido demasiado y yo no había hecho nada para detenerlo. Todo mi deseo de abrazarla durante los últimos días se volvió insoportable ante la posibilidad de no poder hacerlo nunca más.
<<¿que era lo último que le había dicho?>> esa pregunta estuvo acosándome por las noches mientras esperábamos la fecha establecida.
El sonido de un disparo me hizo detener mientras corría entre los corredores, no pude distinguir exactamente de dónde provenía pero caminé a un pasillo dispuesto a encontrarla, había pasado mucho tiempo, me había tardado demasiado y aún no la encontraba, mis pies temblaban en cada paso pero me obligaba a seguir caminando. Pude distinguirla desde varios metros atrás aunque sólo fuera un bulto rodando por el piso, <<está viva>> sentí como mi cuerpo dejaba caer el peso que tenía encima torturándolo <<está viva>> corrí en su dirección pero su pistola me apunto asustándonos a los dos por igual ante su objetivo se escuchó el ruido del metal a un lado de ella cuando la aventó mientras lloraba. Cuando tuve tiempo de verla con detenimiento mi corazón dio un vuelco mientras me acercaba a ella, había sangre por todas partes y no entendía muy bien de dónde provenía hasta que soltó un grito cuando toque su pierna, <<mierda>> estaba temblando demasiado en mis brazos y yo no sabía qué hacer, ya estaba conmigo pero no era lo suficiente como para hacer algo por ella <<ya está conmigo, ya está a salvo>>
Estaba muy equivocado.
Podría resumir nuestra relación a todos estos sucesos, pero detrás de ellos existían miles de sentimientos volvían una simple ilusión sobre alguna playa y un vestido verde en una realidad.
Transformaban un segundo de silencio en una eternidad en donde apareció la la recapitulación de toda nuestra historia, el momento de silencio que si se alargaba un poco más, volvería gris mi mundo dejando atrás toda la vida junto con ella y quedarme con un vacío en el corazón.
Y fue entonces cuando se escuchó.
Pip. Volvió.
Pip. Regresó.
Pip. Está viva.

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora