17. Cole

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Mi hermano estaba teniendo una especie de crisis psicótico, apretaba tan fuertemente a mi Joyita que temí que le hiciera más daño.
-¡Liam! ¡Tenemos que ver si está bien!- traté de hablar con el para que se hiciera a un lado pero no me escuchó, se dedicaba a aferrarse a Ruby-lo siento hermano, sé que me lo agradecerás en otro momento- mi padrastro trató de detenerme, pero era muy tarde, yo ya estaba bajando la culata de la pistola en dirección a su cabeza, el ruido sonó sorprendiendo a todos, hasta al chico naranja que se encontraba en el piso a los pies de Cate y Vida.
-¿Qué rayos haces?- gritó Harry en mi dirección, Liam estaba desorientado por el golpe y había soltado a medias a Ruby.
-Está desperdiciando tiempo valioso para Ruby- mi mirada no demoró mucho tiempo en pasar de Harry al amigo de Liam, pero fue tiempo suficiente para fulminarlo con la mirada frustrado y que aceptar la verdad, pude apreciar la aceptación por parte del chico que parecía un alambre en forma de humano- chico alambre, es toda tuya- me incline sobre los dos cuerpos en el suelo, apartando a mi Joyita de los brazos de Liam cuidadosamente hasta posarla en el piso, su cara estaba en mi dirección por lo que le tomé el pulso cardiaco mientras veía preocupado su palidez. <<mierda>>
-son muy débiles sus latidos, ha perdido demasiada sangre, necesitaremos una ambulancia- mis palabras se dirigían a alambres quien colocaba un torniquete en la pierna fracturada y abierta tratando de no mirarla por mucho tiempo para no vomitar, pero la simple mención de la palabra hizo regresar a mi hermano de su aturdimiento, se acercó y tomó la mano de Ruby, pero no se acercó más <<Es un gran paso>> -lo siento, pero no pensé en otra manera...- mi mirada se dirigió a él, quería justificarme por hacerle daño, no quería volver a la época de odio total entre nosotros, pero me interrumpió.
-lo entiendo, lo siento-dijo en un susurro nervioso y apenado, yo sabía que sentía mis ojos sobre el, pero se obligó a observar a mi Joyita y no lo obligué a mirarme, solamente seguí con los primeros auxilios. Me dolía verla, aún cuando no estaba conciente, me avergonzaba  no haber  hecho nada  para  ayudarla. Aún podía recordar la mirada alegre y confiable de mi joyita a pesar de haber cambiado drásticamente su cara por todo lo que le había pasado, ver esa transformación me hizo estremecer de tristeza. Cuando concluí que no tenía ningún golpe visible en la cabeza, me dispuse a observar el torso magullado que subía y bajaba dificultosamente, mi corazón se estrujó hasta dolerme en cuanto mis ojos se posaron en su torso, tenía tanta sangre esparcida que dudaba que toda fuera de ella, sus cortes a medio curar que se esparcían mayormente por el abdomen, pero solo al mirarlo me dolía, se movían con cada respiración dando aún más la impresión grotesca.
-mierda Joyita, tienes que sobrevivir, si yo regrese entre los muertos, tu también puedes-susurré mientras me quitaba mi playera y la apoyaba en los cortes más grandes.
-tenemos que salir de aquí, el fuego se está expandiendo- escuché decir a Cate quien se había movido a la entrada. Antes de movernos a cualquier lado tendría que quitar ese maldito artículo de tortura del cuello de mi compañera, seguí el mismo procedimiento que con el chico amarillo, pero fue mucho más rápido y brusco, en ese momento no necesitaba muchas razones para hacerme calentar.
-Liam, levanta a mi Joyita de la manera más cuidadosa que puedas, sin que se mueva mucho no la bajes en ningún momento, alambres mantente presionando las heridas en todo momento, Vida, en cuanto encontremos una salida, nos sacas de aquí- nos colocamos en posición para salir, Harry de nuevo iba hasta delante, pero ahora le seguía Vida pisándole los pies, Liam iba detrás de ellos concentrándose en su tarea, junto con alambres, unos pasos detrás íbamos Cate y yo.
Al principio creí que tendría que lidiar con el chico naranja, pero se había quedado en shock desde el disparo al presidente, no hablaba ni forcejeaba, solamente seguía nuestros pasos.
-cuando estemos seguros te quitaré esa maldita cosa- le susurré mientras corríamos pasillo tras pasillo.
-¿Qué podrías saber tu? -me preguntó con un tono amargo.
-sé que solamente lo tuve por unos días y casi me vuelvo loco- dije sintiendo un poco de lástima por el-no te puedo juzgar por lo que hiciste si tenías ese maldito collar en tu cuello- estaba siendo totalmente sincero, por lo que él me correspondió con total sinceridad para la cual no estaba listo.
-no creo que pienses igual cuando despierte tu amiga- podría jurar que escuché un todo de culpabilidad en su voz- admiro su coraje para librarse de mis ataduras, pero habría sido mejor que no lo hubiera hecho- un matiz de tristeza se añadió a la mezcla de sentimientos en su voz.
-¿A que te refieres? - pregunte, pero con miedo a la respuesta. No le dio tiempo de contestar, encontramos una ventana finalmente en una habitación desordenada, el humo se estaba expandiendo por todo el lugar, pero Vida ya estaba sacado a Liam por la ventana mientras él cargaba a Ruby, después fue alambres, Cate, el chico naranja empujado por mi, y finalmente nos quedamos los tres en medio del humo espeso.
-¿Qué esperas? - le dije a Vida - baja tu primero, desde ahí nos sacas a los dos-ella dudo por un momento, pero había sido una orden, bajo por la venta con la ayuda de alambres, y se giró en nuestra dirección.
-vas tú- le dije a Harry, pero el solo se rio- debo percatarme que todos salgan bien en una misión y eso te incluye- le dije seriamente enojado por que me veía como si fuera un niño.
-pero yo soy tu padre, y aún si eres el nuevo maldito presidente del país, yo te cuidaré, ahora baja- en su voz no se escuchaba enojo alguno, pero podía percibir un poco de culpabilidad y responsabilidad por lo que me imagino que salió de mi secreto, saqué la mitad de mi cuerpo por la ventana pero antes de acomodarme por completo para que me sacaran lo mire a los ojos, sabía que después me arrepentiría de esto, pero si no lo hacía mi arrepentimiento sería aún mayor.
-lamento no habértelo dicho es solo que tenía que proteger a Liam y a ustedes del peligro- <<¿Por qué lo dices justo ahora?>> me recriminé en mi mente a punto de llamarme idiota a mí mismo, al parecer desde que había decidido decirle a Liam sobre mis poderes, yo ya no estaba tan enojado ni furioso.
-no eres ningún peligro, soy yo el que lo lamenta- el silencio se alargó entre nosotros hasta el punto de pesar, <<está bien, se acabó nuestro pequeño momento de sinceridad>> salí por la venta y caí a un lado de Cate quien miraba a los alrededores  buscando algo. Pero todos lo vimos al mismo tiempo.
Los refuerzos habían llegado.

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora