-yo te maté- <<No cariño>> -yo te maté- <<estoy bien cariño>> podía escuchar como repetía una y otra vez las tristes palabras.
-Ruby, ¡por favor mírame! ¡Estoy bien! Mírame estoy aquí contigo, no me hiciste nada- estaba parado a un lado de su cama mientras le suplicaba en un gemido, tomaba cariñosamente su rostro entre mis manos para poder hacer que me viera, pero era inútil, sus ojos estaban cerrados fuertemente mientras susurraba sin que me oyera, nada del exterior podía llegar a ella, se había encerrado en su mente.
Volteé desesperado para poder llamar a la enfermera pero lo que vi fue una pequeña Zu petrificada a la mitad de la habitación mientras veía la escena ante ella, mi alma se cayó al suelo cuando nuestras miradas se encontraron.
Hace un instante había abierto estrepitosamente la puerta gris con los ojos desesperados por ayuda, yo me encontraba sentado a un lado de ella mientras los demás habían ido por café con Colé mientras hablaban de la situación. Cuando vi sus ojos supe que algo iba mal, pero me había olvidado de que ella seguía aquí, no le había dicho que se fuera o que buscara ayuda y en este momento lo lamentaba demasiado.
-Zu, necesito que vayas a buscar a la enfermera por favor- le dije moderando mis palabras lo más posible.
Sabía perfectamente que había un botón a un lado de la cama, pero lo que realmente necesitaba era que saliera de aquí, pero no lo hizo. Se movió como si mis palabras la hubieras sacado del shock, se acercó a la cama a un lado mío, yo no entendí hasta que escuché los pitidos provenientes del botón, <<que listo Liam>> me dije sarcásticamente mientras recriminaba mi estupidez.
En este punto no sabía a quien dirigirle mi atención si a Zu que creí que se escondía detrás de mi, o a una Ruby tensa de miedo encerrada en si misma llena de dolor.
Zu se alejó de mi y estuve a punto de inventar una excusa para sacarla pero ella misma dio media vuelta y salió corriendo por la puerta.<<¡mierda Liam!>>
Mi mente un segundo después estaba dirigida a Ruby, estaba peor de lo que me imaginaba, estaba hecha un ovillo totalmente tensa en la cama, parecía de piedra mientras repetía sin parar las palabras, lagrimas ya bañaban su rostro, pero lo que me preocupaba eran las manchas rojas que comenzaban a esparcirse por su camisa de hospital.
<<¿qué hago?>> mi cuerpo no podía reaccionar ante la imagen que tenía enfrente, mi alma cayó al suelo nuevamente inhabilitándome para hacer cualquier cosa.
En ese instante la enfermera apareció por la puerta con Cole pisándole los pies, detrás de ellos estaban todos pero un segundo enfermero los detuvo antes de que pudieran entrar todos. Se escuchaban los gritos y los sollozos de la madre de Ruby mientras su esposo la sostenía para detenerla.
-está en shock, sus heridas se abrieron y hay sangrado, te necesito aquí Demian- la señora daba vueltas por la habitación, saco una jeringa de algún cajón de debajo del monitor que sonaba como loco, la incrustó en la intravenosa y unos segundos después Ruby estaba inconsciente en la cama. El enfermero se alejó de la puerta dudoso, pero Cole se acercó por detrás para suplirlo, unos segundos después los padres de Ruby quedaban pegados a la puerta mientras Cole la cerraba detrás de si mientras sacaba a todos. <<busquen a Zu>> pensé para mis adentros, pero no sabía si alguien se daría cuenta que faltara.
El joven se acercó a mi pidiendo permiso urgentemente para quitarme del camino, y no sabía qué era capaz hasta que retrocedí un par de pasos inconscientemente.
Cortaron la camisa dejando al descubierto el torso de Ruby, al fondo escuché el gemido de la señora pero no pude tomarle mucha importancia.
<<¿porqué no la llevan con un doctor?>> Ruby corría peligro de nuevo sin que yo pudiera hacer nada, me limitaba a ver su sufrimiento y eso me partía el corazón.
Me di cuenta que en su situación no puede estar a salvo en ningún momento.
En su mente solo podía recordarme como al chico que mató, mi cuerpo se estremeció ante la idea, el miedo de que cada vez que me viera un dolor profundo la arruinaría, como hace un instante que no logró seguir viéndome por el dolor que le causaba sus recuerdos falsos.
<<¿y si no puedo siquiera acercarme lo suficiente como para poder explicarle? ¿Qué pasaría con nosotros? ¿Que pasaría con ella? ¿Y si me odia por causarle dolor? ¿Y si ya no me quiere ver?>> al principio había pensado que no importaba que no me recordara, que podríamos empezar de cero, pero si le causo dolor cada vez que me veía, sería demasiado egoísta por mi parte seguir aferrándome a ella cuando puede volver a hacer su vida.
Mi cabeza se volvió un panal atestado de ideas sin orden alguno mientras curaban a Ruby.
Cuando curaron lo más urgente la movieron a algún lugar para asegurarse de su salud, la cama salió de la habitación pero yo aún seguía aturdido por mis pensamientos, mi cuerpo temblaba y no me había dado cuenta que había comenzado a llorar.
-ya está bien, ella estará bien- la voz de un señor llego a mi, esperaba ver a mi padre que posiblemente había llegado, pero al levantar la mirada el padre de Ruby me miraba comprensivo y cansado frente a mi. La sorpresa me hizo despertar de mi letargo, limpie mis lagrimas mientras ocultaba mi rostro, quería contestarle, darle las gracias, pero no podía encontrar mi voz, me limité a asentir, al parecer le fue suficiente pues se dirigió a su esposa quien me miraba tristemente, sin odio o rencor solamente devastada por lo que sucedía.
<<¡Zu!>> me levanté bruscamente y me dirigí corriendo a la puerta, no estaba afuera, solo encontré la mirada de todos confundidos.
-¿Dónde está Zu?- una sola pregunta hizo palidecer a Chubs y a Vida en un segundo, todos incluido mi hermano comenzamos a buscarla por todo el piso, pasaba de habitación en habitación diciendo su nombre con el alma sostenida por un hilo.
Cuando llegue a la área de descanso pase de largo por el balcón para fumadores, pero un bulto que estaba a una esquina me hizo regresar, <<ahí estas>> sentí como si pudiera volver a respirar de nuevo, estaba sentada en dirección a la ciudad, su espalda se recargaba sobre el vidrio que separaba el exterior del interior, abrazaba sus piernas sobre su pecho y miraba la ciudad.
Abrí la puerta corrediza para salir y el frío me caló hasta los huesos, di unos pasos en su dirección mientras escuchaba que la puerta detrás de mi se volvía a cerrar. El click que hizo la puerta hizo que Zu dirigiera la mirada a mi dirección, un par de lágrimas se secaban lentamente en sus cachetes, mi mente no lo soportó y también comencé a llorar silenciosamente, me senté a su lado pero me acerqué a abrazarla, ella comenzó a sollozar y a gemir en mi cuello y yo podía sentir la humedad que se esparcía por mi hombro.
-lo siento, no quería hacerle ningún daño- sus palabras apenas las podía distinguir pero en cuanto comprendí lo que pensaba me separé de ella para poder verla a los ojos.
-no le hiciste ningún daño, ella va a estar bien- le dije mientras le secaba su rostro con la palma de mis manos, ver todo su dolor y arrepentimiento ante lo que había hecho me dolía en el alma.
-pero la enfermera y tú me dijeron que debía dejarla descansar, debí de haber hecho eso- gimió mientras sorbía su nariz.
-pero Ruby quería que te quedaras, ella quería que estuvieras con ella, estoy seguro que así lo querrá siempre-le dije tratando de consolarla con mis palabras.
-Pero mira cómo resultó- su voz era un quejido doloroso, yo la senté en mis piernas y le froté sus brazos para mantenerla caliente y también para poder calmarla un poco.
-en este momento ella está muy delicada- traté de buscar las palabras adecuadas para poder tranquilizarla- así reaccionó conmigo y con mi hermano, no eres tú la que causó eso- mis palabras sonaban exhaustas por lo que Zu levantó su mirada para saber cómo estaba.
-lo siento- su voz sonaba preocupada. Zu podría ser muy pequeña de edad, pero había pasado por tantas cosas que siempre me había parecido demasiado madura y sabía que en este momento ella estaba intentando ayudarme. Sonreí cansadamente por primera vez en mucho tiempo.
-estoy bien, exhausto, pero bien. No te preocupes por mi-acercó su cuerpo una vez más al mío y nos quedamos semi acostados en ese lugar.
Nos quedamos callados mirando la ciudad por bastante tiempo, había visto de reojo a Vida pasar detrás de nosotros por lo que no me preocupe por avisar a todos que estaba con Zu.
-No te preocupes Ruby me dijo que si nos recordaba- su susurro casi se perdía en la noche mientras yo tomaba un descanso, pero después de unos segundos reaccioné.
-¿Te dijo eso?- le pregunte mientras ella se separa de mi para poder vernos.
-no exactamente, me dijo que creía que una parte de ella podía recordar-se paró por un instante al recordar lo que había pasado, como si fuera difícil- pero que le daba miedo entrar, me dijo que era demasiado obscuro- mi corazón se retorció al imaginarme el miedo que estaba pasando mi cariño, había regresado a Thurmond a pesar de ser su pesadilla, qué había sucedido con su mente como para que le diera tanto miedo, la voz de Zu interrumpió mis pensamientos-ahí fue cuando comenzó a ponerse mal- su cuerpo en mis brazos empezó a temblar, pero no por el frío.
-hiciste lo correcto, me buscaste ¿no es así? - le pregunte para animarla.
-si, pero al principio no pude moverme, fue ella la que me dijo- su voz apenas era un susurro, como si estuviera apenada.
-¿te dijo algo?- le pregunte sorprendido.
-me dijo que saliera, pero no creo que su intención fuera que buscara ayuda, Ruby me dijo que estaba bien que solamente saliera, creo que ella no quería que la viera así-Zu fruncía el ceño mientras pensaba sobre eso.
-¿es por eso que saliste después de pedir ayuda?-
-Ella no quería que la viera así, yo no quería empeorar las cosas así que me salí- un par de lagrimas comenzaron a caer después de unos segundos- sé que no nos recuerda pero creo que sigue siendo ella, sigue sintiendo lo mismo por nosotros, sino no se hubiera preocupado por mi ¿no lo crees?- su era una súplica intentando de encontrar alguna esperanza.
-sí, así es, pero creo que es doloroso para ella recordar, por eso tenemos que tener mucho cuidado para no lastimarla- en ese momento recordé las palabras de Ruby cuando me dijo que mentirle a Zu para que estuviera feliz era cruel, debía de estar preparada para realidad, y hasta ese momento lo entendí.
-Nuestra Ruby sigue siendo la misma, por eso tenemos que cuidarla-mi voz sonaba tan cariñosa que Zu sonrió ante la idea de cuidar a Ruby.
<<sigo amando a la persona que está adentro y la seguiré amando>>
ESTÁS LEYENDO
Mentes poderosas 4
FanfictionEsta historia es un final alternativo de los tres libros escritos por Alexandra Bracken, los personajes y la historia de la cual se basa este fanfic pertenecen a la autora. Espero que lo disfruten tanto como yo disfrute escribiéndolo.