18. Liam

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Cole me había dicho que cargara a Ruby cuidadosamente, pero mis manos estuvieron temblando todo el tiempo de camino hasta este punto, así que no confiaba en mí mismo para esa tarea, no sabría cómo lidiar con la responsabilidad de llevarla y cuidarla durante todo el camino faltaba por recorrer, yo ya le había ocasionado todo este sufrimiento. Pero al ver la cara de mi hermano no me dio otra opción que lidiar con la frustración que había crecido en mi y seguir según lo planeado, esto era la que tendría que haber hecho desde un principio, cuidarla desde que salió del infierno, ser lo suficientemente fuerte como para que ella pueda confiar en mí cuando lo necesite, y si no lo había hecho antes, lo haría a partir de ahora.
La levanté tan cuidadosamente que dudaba que podríamos ir lo suficientemente rápido como para escapar de las flamas. Pero después de un rato pude acoplarme al estado de tensión que se sentía y manipular mis poderes de manera que Ruby pudiera estar a salvo.
<<solo un poco más cariño, por favor resiste>> no recordaba si las palabras solamente pasaban por mi mente o si realmente las murmuraba. Todo el mundo se difuminó, solo podía concentrarme en encontrar una ventana y en mantener a mi cariño a salvo, todas las habitaciones eran algo extra que borraba de mi mente en cuanto las pasábamos.
Fue así hasta encontramos la salida, fue un momento de alta tensión pues mi mente en cada momento que se imaginaba a Ruby caer después de un descuido mío, o que empezara a empeorar sin que yo pueda hacer nada hacía que mi cabeza diera vueltas.
En cuanto llegaron los refuerzos, todos nos relajamos un poco, pero al ver aparecer la ambulancia detrás del Jeep mis músculos se tensaron al recordar el inicio de esta pesadilla. Los cuatro paramédicos dudaron un poco al verla levitar por mis poderes, pero en cuanto vieron su situación olvidaron el rechazo que tenían contra el poder de un adolescente e inmediatamente fueron a Ruby en el aire haciendo diagnósticos,
La lleve nuevamente a una ambulancia mientras los paramédicos danzaban a su alrededor, colocando una aguja en su brazo para poder hacer una transfusión de sangre, la dejé en la camilla dentro de la ambulancia con un nudo en el estómago y otro en la garganta.
Todo se estaba repitiendo, pero yo no volvería a cometer los mismos errores, intenté subir a la ambulancia, pero los paramédicos me detuvieron.
-está muy grave, ante cualquier emergencia sólo serías un estorbo, no puede venir con nosotros- me dijo seriamente ansioso por irse de este lugar lo más rápido.
-No la voy a perder de vista-pronuncie las palabras de la manera más fría que me permitía la situación pero me odie a mi mismo cuando se quebró al final de la frase. De reojo pude percibir a mi hermano acercarse, mi cuerpo se tenso al pensar en lo que diría.
-iremos enfrente sin hacer nada y no hay discusión sobre eso- pasó a mi lado en dirección a la puerta del copiloto, sin siquiera molestándose en mirar al paramédico que fruncía el ceño y  accedía a regañadientes y con una clara frustración.
Un segundo después yo estaba incómodamente apretujado junto con mi hermano en el asiento delantero tratando de vislumbrar lo que hacían las personas al rededor de Ruby.
Uno le limpiaba los cortes que se esparcían por su cuerpo con un gesto de sorpresa ante la cantidad y los métodos tan mediocres que habían utilizado para curarla. Otro se inclinaba sobre su pierna incrédulo ante el daño que tenía, por un instante se quedó helado ante la tarea que le había tocado, como si no supiera que hacer con una pierna que había sufrido tortura. El tercero estaba sobre su cabeza revisando los numerosos golpes y cortadas que encontraba conforme más revisaba, le había colocado un collarín, pero yo podía escucharlo maldecir en voz baja cada vez que encontraba una herida.
-¡tienes que ir mucho más rápido! No puedo medir el daño en la cabeza- gritó el paramédico número tres, al conductor, la ambulancia daba brincos y se movía bruscamente mientras avanzaba entre la carretera hasta el punto de sorprenderme la estabilidad de la escena de atrás.
Habían colocado la máquina que emitía un pitido junto con cada latido de su corazón y escucharlo me provocaba una especie de tensión agradable ante el sonido de su vida. Me volví para ver a Colé que se encontraba viendo la carretera vacía frente a nosotros, atento a cualquier contratiempo. Pude notar el momento exacto en que se percató de que mi mirada estaba puesta en el, lo vi dudar unos instantes antes de atreverse a hablar.
-¿estoy tan guapo como creo?- sus labios formaron una sonrisa ante su voz que quería salir para aligerar el ambiente, pero me imaginé que era un chiste que yo no conocía, no dije nada pero no dejé de mirarlo, sin entender porqué había venido, o porqué me había ayudado-¿porqué siempre me ves como si fuera una hazaña todo lo que hago?- me volteó a ver con sarcasmo pero algo me dijo que realmente estaba dolido y de alguna manera me sentí mal.
-lo siento, es solo que no te conocía de esta manera- susurré después de unos segundos sin saber qué decir.
-claro, pues te fuiste sin decirme nada de la liga, aún sabiendo lo peligroso que es el mundo para nosotros- empezaba a emanar enojo de Cole, y sorprendentemente su temperatura subió considerablemente, regreso su mirada hacia el parabrisas suspirando para calmarse-cada vez que veía tu maldita cara en la base de datos me enloquecía, lo borraba, pero me di cuenta que no sabías muy bien lo que hacías, y yo estaba en la liga sin poder hacer nada por mi estúpido hermano al que una niña le salvo el pellejo- se quedó pensando sin dirigirme la palabra, pero yo estaba sorprendido por sus palabras, ¿eso era lo que le enojaba? ¿No poder cuidarme? Sus palabras me interrumpieron-aunque no puedo criticarlo, esa niña también salvo mi trasero- sus últimas palabras salieron de una media sonrisa, pero a mi me costaba procesarlo.
-¿Ruby te salvo la vida?- no me había dicho nada, ninguno de los dos me habían dicho nada sobre eso.
-¿no te lo dijo?  Así es como la conocí, me salvo mientras salía de un búnker de tortura- a mi otro lado pude notar que el conductor se estremecía ante sus palabras, y no sabía si las había creído o no, pero yo entendía que no conociera nada del mundo en el que vivíamos-todos se metieron al búnker mientras ella guió a Vida afuera después de que el idiota de Rob las quisiera matar con una granada- mi cuerpo se tenso al imaginarme esa escena, nunca podría  ni imaginarme cuanto había sufrido Ruby en la liga, aunque también había sufrido afuera de ella, en Thurmond, cuando los de la FEP nos siguieron ella nos había salvado. A pesar de todo ese dolor aún seguía preocupándose por los demás y yo no había sido capaz de devolverle el favor, la palabras de mi hermano me interrumpieron unos segundos después- después nos salvo el culo a los dos cuando no dijo nada de cuando te vi, estaba tan enojada porque te había metido de nuevo en el juego de la liga, pero ella no sabía que fuiste tú el idiota que se metió hasta el fondo- su temperatura había bajado considerablemente pero yo aún seguía sorprendido por lo voluble de sus poderes.
Ruby me había dicho anteriormente que los dos poderes de Cole y de ella se parecían en lo difícil que era manejarlos, y aún si los manejabas no significaba que la gente confiara en ti. Y lo pude ver en este momento, Cole estaba tranquilo pero si algo lo incomodaba o lo alteraba era muy fácil salirse de control. Tampoco podría nunca imaginar cuanto sufrió Cole mientras escondía su poder.
Un sonido procedente de la parte trasera nos llamó la atención, en cuanto sonó el paramédico al volante subió la velocidad del carro si es que se podía, volteamos a la parte trasera todo era un tornado de brazos y piernas al rededor de Ruby, uno le quitaba la camisa completamente mientras que el otro hacía presión sobre su pecho repetidamente y el último preparaba un par de paletas y en ese momento me di cuenta.
"¡Despejen!"
<<no cariño>>
El cuerpo de Ruby se sacudía bajo la electricidad.
"De nuevo, ¡Despejen!"
<<¡mierda cariño!>>
Otra sacudida involuntaria.
"Una vez más, ¡Despejen!"
<<por favor>>
Una sacudida más.

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora