40. Cole

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Estaba Clancy debajo de mi cuerpo, sentía cómo se retorcía desesperadamente para zafarse de mi mano en su clavícula, pero aún así no borraba su maldita sonrisa burlona de su rostro. Escuchaba el eco de los gritos de Ruby por toda la habitación pidiéndome que acabe con esto. Cuando comencé a subir aún más la temperatura al punto de oler la carne quemándose, hasta que algo ajeno súbitamente se adentró a mi cabeza y no me dí cuenta hasta ese momento que estaba sobrecargada, la presión dentro de mi cráneo se volvió insoportable dejándome demasiado aturdido sin poder hacer ningún movimiento y quitándome la visión.
<<¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!>>
Todo a mi alrededor desapareció para trasladarme a una habitación con espejos, entre colchonetas y máquinas de correr. El gimnasio.
En los espejos se podía ver el rostro de Clancy dedicándome un sonrisa.
-Maldito bastardo- susurré. Pero un movimiento sobre mi hombro me distrajo.
Era mi Joyita, encojida de hombros e incómoda pero sin poder quitar la mirada de los espejos.
-¿Qué rayos haces aquí?- pregunté con voz frustrada tratando de ocultar mi preocupación. Borré la distancia que nos separaba en dos pasos, pero ella se tensó considerablemente, sentí como si alguien me clavara un cuchillo en mi estómago <<¿Por qué?>> .
Me pregunto qué cara puse, pues mi Joyita soltó un suspiro lleno de pesar y conflicto.
-Lo siento, era la única solución-  bajó la mirada sin poder soportar mi mirada, como si algo estuviera mal. Mi intento de aparentar fuerza se desplomó ante su dolor, la tomé de los hombros intentando tranquilizarla.
-No tienes que preocuparte, voy a solucionar esto, no debiste hacer semejandte esfuerzo en este momento- su rostro se descompuso por un instante y sentí cómo mi rostro palideció, algo iba mal-¿Qué pasa?- pude ver que mi Joyita buscaba las palabras adecuadas.
-Creo que será mejor si te muestro- susurró mientras se apartaba de mi y comenzó a caminar en dirección al espejo, la seguí unos pasos detrás- ¿No sientes un tipo de incomodidad? Como si tú cerebro pesara demasiado, como si tuvieras demasiado contenido en tu cráneo-  asentí recordando la presión que sentí en un principio y persistía inadvertida- eso es porque hay muchas personas alterando tu mente en este momento- no entendía a dónde quería llegar con todo esto, pero en el fondo sabía que no era bueno.
-¿De qué hablas? Sólo estamos nosotros aquí, no hay nadie más- en ese instante el eco del grito desesperado de mi Joyita retumbó por toda mi cabeza <<¿Qué?>>- si estás gritando de esta manera ¿cómo es posible que no te inmutes en mi mente?- el miedo comenzó a apoderarse de mi junto con una angustia penetrante.
-yo no estoy gritando- una punzada de incredulidad apareció en un instante y se apoderó de mí un segundo después.
-¡¿De qué rayos estás hablando?! ¡Te estoy escuchando en este momento!- grité furioso, la Ruby en frente de mi se encogió por instinto, temiendo a que perdiera la cordura pero no dejó de verme ni un segundo con sus ojos llenos de  perseverancia y dolor, el eco en mi cabeza se volvió más intenso cubriendo todo a mi alrededor, perturbado mi capacidad de pensar, todo lo que había eran los gritos dolorosos de mi Joyita, implorando que acabe su dolor.
<<Mierda, mierda, mierda>> una impotencia insoportable me dejó paralizado, quiero quitarle el dolor a Ruby, quiero que estemos todos a salvó pero no era capaz de hacerlo, no sabía cómo hacerlo.
-¡no es cierto! ¡Eres Clancy tratando de salvar su trasero!- tomé de los brazos de nuevo a la Ruby frente a mí pero ahora la empujé bruscamente en contra del vidrio creando grietas que se abrían paso hasta el techo, partiendo la cara de Clancy en varias figuras.
-no sé si haya alguna manera de mostrarte quién soy yo realmente, pero piénsalo, sabes que lo que te digo es posible, Clancy no tendría motivo de arriesgar su vida solamente para que las cámaras te vean, tiene que mostrar la capacidad de su poder- un nudo se formó en mi garganta, sentía que mis piernas amenazaban por ceder ante mí peso y náuseas comenzaron a trepar por mí estómago hasta llegar a mi garganta.<<¡No, no, no!¿Con quién he peleado todo este tiempo? ¿De quién era la piel que estaba quemando?  >>
Yo sabía que el miedo ante la respuesta estaba impregnado en mi rostro y no necesité siquiera que la manifestará en palabras, sus ojos me confirmaron mi miedo.
-Dime que es una mentira- le pedí en un suspiro, mirándola con los puños apretados contra el espejo, cada uno a lado de sus hombro, baje la mirada llena de furia y dolor- por favor dime que no es verdad, que es una pesadilla- ella tenía razón, desde un principio tuve la intuición de que algo iba mal, que este escenario era un plan ingenuo, pero me dejé llevar por mis emociones, decidí explotar antes de pensar correctamente y ahora estaba lastimando a mi Joyita. Golpeé el vidrio una y otra vez a un lado del rostro de Ruby, las grietas se multiplicaron hasta dejar irreconocible el desagradable rostro de Clancy, no sentía dolor en la mano pero lo deseaba, deseaba tener algo que me despertara de este aturdimiento, que me sacara de este odio hacía mi.
Finalmente en el último golpe sentí cómo algo cedió detrás del espejo y cayeron los pedazos en una lluvia de destellos, detrás estaba el rostro de mi Joyita llena de lágrimas, impotencia y desesperación, yo se lo había causado, a mí me tenía miedo. Podía ver mi maldita mano en su clavícula sobre la piel quemada al rojo vivo, con golpes y cortadas por todo el rostro, pero lo que me derrumbó fue su  miedo ante mí y su dolor que le ocasioné.
Me alejé de ella lo más posible, sabía que nunca soportaría estar a mi lado de nuevo.
-no, no, no, no- susurré- Ruby, y...yo...lo...lo siento- retrocedí un par de pasos hasta tropezar y caer en la colchoneta-yo lo hice de nuevo, te volví a lastimar- me tomé la cabeza entre mis manos tratando de mantener la cordura.
Di un respingo al sentir el tacto de las manos de mi Joyita en mi espalda.
-Cole, por favor, no tenemos mucho tiempo, te necesito- susurro intentando llegar a mi y hacerme reaccionar.
-Es demasiado riesgoso, no puedo siquiera mantener afuera de mi cabeza al maldito de Clancy- esepequeño detalle me hizo reaccionar- ¿En dónde está?- alcé la cabeza intentando buscar al idiota hijo del presidente pero solo encontré la mirada de Ruby intentando llamar mi atención.
-se dió por vencido contigo, ahora que sabes la verdad solamente tiene que cambiar lo que ves para que te deje fuera de combate- sentí nuevamente una puñalada en el estómago provocándome necesidad de vomitar, respire profundamente intentando tranquilizarla el fuego que me quemaba por dentro.
-lo único que puedo hacer es quedarme aquí encerrado...y dejarte lidiar con Li sola, pero no lograrás llegar a él antes de que el te mandé volando- odiaba la idea de dejarle todo el peso de nuevo a mí Joyita, solamente en pensar en ponerla en peligro en el estado en que se encontraba me subía la presión dentro de mi, la flama me quemaba todo el cuerpo, pero cuando ví la mirada de mi Joyita no parecía abatida, estaba planeando un plan.
-es cierto no llegaré a él sola, es por eso que necesito que vayas por Chubs- me sonrió y pude ver a la Ruby del Rancho, con la que entrenaba todas las mañanas, la Ruby que me salvó el trasero y no pude resistir devolverle la sonrisa por unos segundos-espero que el no se vea afectado por Clancy, despierta a los demás pero mantenlos lejos de aquí-
-¿Y tú mi Joyita? - pregunté dejando en claro mi preocupación.
-intentaré mantenerme con vida hasta que lleguen los refuerzos, así que será mejor que te des prisa- me levanté en un segundo quedandome frente a frente con mi Joyita, la tomé entre mis brazos tomándola por sorpresa, sostuve su cabeza en mi mano derecha, mientras con el brazo izquierdo la acercaba con un abrazo hasta el punto del dolor, sentí como unos instantes después de la impresión, Ruby levantó su brazos y me rodeó lentamente con ellos.
-lo siento Joyita- sabía que con esto no era suficiente, pero era un comienzo me alejé de ella tomándola de los hombros para poder ver su rostro, se notaba su preocupación y un atisbo de miedo en sus facciones, yo le sonreí intentado darle un poco de confortación- cuídate jefa- su mirada se llenó de emociones y yo simplemente le apreté los hombros animándola antes de que se desvaneciera la Ruby parada frente a mi y apareciera nuevamente pero ahora debajo de mi cuerpo, estaba llena de cortadas y con mi mano en su clavícula, el olor a carne quemada me quitó la fuerza de todo el cuerpo y todo el mundo a mí alrededor comenzó a dar vueltas. Sabía lo que había hecho pero sentir su cuerpo debajo de mi, oler lo que ocasioné, ver mi mano sobre de ella era demasiado.
Sus ojos se abrieron mientras yo temía ante su reacción pero lo peor de todo es que no podía quitar mi mano, no sería capaz de ver su piel, no podía verla.
Mi Joyita sin dejar de verme a los ojos liberó sus brazos ahora sin ningún problema, posó una mano en mi muñeca  mientras la otra la colocó sobre mi mano, jaló lentamente la muñeca y mi mano se separó de su piel, soltó un quejido y sus facciones se contorsionaron por un instantes presas del dolor pero aún así no despego sus ojos sobre mi.
Dejó su otra mano sobre la quemadura sin dejarme verla, pero aún así yo no podía desviar mi mirada de sus ojos intensos.
-Esta bien- susurró apacible- corre, ve- asentí intentando despedirme silenciosamente y salí corriendo por la puerta en la que entramos, pude ver de reojo a Clancy sonriendo satisfactoriamente a lado de  Liam que protegiendo a una ilusión mientras me veía atónito.
No le hice caso a la preocupación por él, por cómo se sentiría después de esta pesadilla, simplemente me dediqué a correr y a ignorar lo que tenía en la mano.
¡¡¡¡¡¡Hemos llegado a las siete mil lecturas!!!!!
¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora