46. Ruby

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"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
Mierda
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
Esas palabras...
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
Esas simples palabras hacían temblar mi corazón...
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
Esa voz...la conozco...
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
El hielo comenzó a quebrarse a mis pies, pero por primera vez no tuve miedo pues de ahí provenía esa voz, esas palabras se encontraban en la oscuridad penetrante pero no podría ser tan mala si al otro lado se encontraban esas palabras.
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
Conozco esa voz, había escuchado esas palabras antes, mi corazón revoloteo por ese sentimiento en el pasado, el hielo crujía con más ruido cada vez provocándome cada vez más dolor mientras intentaba recordar esas memorias como si fueran un sueño difuso y viejo, pero sabía que debía encontrar esas palabras sin importar lo que me costará, finalmente tome coraje para golpear con el pie el hielo debajo de mi y caer en la penumbra.

Caí en el agua helada provocándome una ola de calambres por todo mi cuerpo, quería moverme pero mis extremidades no me respondían como si pesaran más de lo normal o mi fuerza se hubiera desvanecido, pero eso no era lo peor, entre el frío se encontraban millones de navajas afiladas que se incrustaban o me cortaban cada milímetro de mi piel como si reaccionara ante mi de forma agresiva formando un torbellino a mi alrededor.
Sin poder evitarlo el grito desesperado ante el dolor salió desgarrandome la garganta y no se detuvo.
<<Tranquila, tranquila Ruby, enfócate>> me repetía una y otra vez intentando mantenerme cuerda.
<<Mierda, mierda, mierda...no voy a salir de aquí, no podré salir nunca de aquí>> pero otra parte de mí seguía sin poder recuperar la razón y no podía pensar en otra cosa.
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte" las palabras aparecieron a través del dolor y como la niebla de la mañana comenzó a propagarse lentamente por todo mi alrededor esparciendo un sentimiento de tranquilidad.
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
Ese sentimiento de calidez que se desborda de mi corazón propagándose hasta cada centímetro de mi cuerpo embriagándome de felicidad ya lo había sentido antes y en este momento me ayudó a recobrar la cordura, mi mente se despejó un poco cuando todo a mi alrededor se tranquilizó, el torbellino cesó su agresivo movimiento dejando simplemente una constante y persistente malestar.
Ese sentimiento ya lo había sentido, lo podía recordar y no había sido solamente una vez, en cuanto desperté en medio de este mar de incertidumbre los brazos que me rodearon me dieron un poco de tranquilidad, aún cuando se haya roto un instante después por el miedo podía recordar perfectamente la reacción de mi cuerpo ante esa calidez, también lo había sentido cuando finalmente decidí confiar en esa felicidad mientras se entrelazaban nuestros dedos, él estaba triste pero yo simplemente quería quitarle esa mirada de pesadez de su rostro y el simple roce de nuestros dedos había tenido una reacción instantánea en los dos, por su parte me miró sorprendido y con un matiz de alegría pero para mí al aceptar esa felicidad la incertidumbre se desvaneció en un momento siendo remplazado por una simple y pura paz.
<<Liam>> un escalofrío recorrió mi cuerpo estremeciéndose ante la pequeña luz que había aparecido en la oscuridad.
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte" <<fue Liam>> finalmente pude reconocer su voz, su tono y su cariño.
Las palabras resumbaron por todo a mi alrededor y solamente podía pensar en Liam.
<<Fué él, pero ¿Cuándo lo había dicho? ¿En qué momento tuvo la necesidad de decirme eso? ¿Por qué también tengo un atisbo de tristeza y de miedo al escuchar esas palabras?>> Mi cabeza comenzó a palpitar con cada latido de mi corazón aturdiéndome.
<<El miedo...¿el miedo por qué?>> Experimentaba los sentimientos tan vividamente que me arrebataba el aliento, y me estrujaba el estómago hasta casi vomitar sin ningún antecedente.
Sabía la alegría que sentí en su momento con esas palabras fue un intento por quitarme el miedo, pero el miedo y la tristeza era porque...porque él se iría...Liam me dejaría, pero no solamente sería él, sabía que una parte de mi vida me abandonaría.
<<¿Porqué me abandonarían? ¿Qué había hecho para que me abandonara? ¿Quién más me abandonaría? Si eran una parte importante de mi vida ¿por qué no los podía recordar?>>
"¿Te has metido alguna vez en la cabeza de alguno de nosotros?" un dolor punzante me partió el corazón ante esas palabras llenas de ansiedad.
<<Es porque soy naranja, tenían miedo porque puedo meterme a sus cabezas, pero ¿Quiénes?>> una punzada de tristeza apareció en mi pecho pero la voz de Liam me decía otra cosa.
"nunca, nunca jamás pienso olvidarte"
En ese instante una presión apareció en mi cerebro y nuca, pero esas simples palabras me daban esperanza.
"!No tengo ninguna hija! ¡No es mía!"

El dolor estalló en mi estómago como una burbuja, instantáneo y corto pero me había dejado sin aliento, sabía que esos recuerdos eran peligrosos, pero sentía de alguna manera una atracción envuelta en miedo a esas palabras.
Incrementó el malestar en mi cabeza, sentía el dolor incluso detrás de mis ojos como si una capa de sufrimiento me envolviera el cerebro apretando a cada segundo.
"¿Te dijeron tus padres que habías sido mala?"
Mi cabeza parecía a punto de estallar, la presión aumentaba con cada palabra, las navajas a mi alrededor se tornaron más violentas y el frío me impedía moverme, hasta ese momento la oscuridad se cernía a mi alrededor, pero aún podía ver mis brazos y mis piernas, hasta que unas manchas aparecieron en mi visión dejándome en la oscuridad, pero todo eso carecía de importancia, toda mi mente estaba aturdida por la tristeza.
<<Tranquila, todo estará bien, concéntrate, concéntrate, debe de haber una solución>>
"Volvería a pasar de nuevo por todo...—un sentimiento de tristeza explotó—.Lo haría, siempre que gracias a ello hubiera podido conocerte"
Mi voz emergió con tono completamente agonizante, sabía que había sufrido al decir esas palabras, pero ahora provocaron el efecto contrario, me dieron esperanza...esperanza de felicidad.
Y sin ninguna advertencia las imágenes explotaron en una ráfaga imparable, cada una apenas aparecía y duraba un instante para después dar pasó a otra imagen, sin tiempo suficiente para procesar o entender la carga que contenían.
Un par de calcetines colgando de la mano de Liam.
Yo de nueve años en la parte trasera de una patrulla con mi padre en el volante cantando a todo pulmón Free Bird. <<Mi papá>>
Yo de ocho años caminando de la mano de mi madre en un centro histórico de Virginia mientras hablaba sin parar.
<<Mi mamá>>
Zu acostada a mi lado en la oscuridad debajo de una litera con una nota entre manos.
Chubs inclinado sobre un volante austandose con el toquido de mi mano en la ventana.
Cole frente a mi con una postura de pelea en un gimnasio sobre unas colchonetas.
Vida sentada a mi lado con la luz de la fogata iluminando su rostro mientras todos dormían.
La oscuridad de un camión pero aún así podía ver la cabeza de Jude recargada en mis piernas, completamente dormido con el rostro en total paz. Así quería recordarlo.
La mano de Sam asomándose a lado de la litera de madera con goteras.
Cate gritando mi nombre entre los pasillos hasta encontrarme y correr para envolverme en un abrazo.
Cada imagen aparecía cada vez más violenta que la anterior, aturdiéndome sin ser capaz de recuperarme, sobrepasando mi límite pero seguían y seguían apareciendo.
El torbellino de navajas que hace un momento me torturaba se convirtió en una ráfaga de recuerdos, cada vidrio era una memoria que se había dispersado y totalmente separado de la unidad.
Las imágenes no paraban, eran memorias que me regresaban mi vida pero no lograba ordenar ninguna, a excepción del último recuerdo.
El naranja, entró en mi mente, se metió a mis recuerdos y los destrozó...un hilo pasando por cada una de mis historias las tensó hasta quebrarlas y esparcirlas por toda mi mente como motas de polvo al soplar.
Todo seguía ahí pero destrozado y sin ser capaz de acceder.
Hasta ahora.
Mi cabeza explotó en dolor y todas las imágenes me aplastaron en una avalancha empujándome a despertar de manera violenta.

Mentes poderosas 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora