Capítulo 7.- Planes

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Draco gimió y se derramó sobre su mano y su estómago jadeando pesadamente. Tendido allí en el confinamiento de su cama con cortinas, no pudo evitar sentirse derrotado. ¡Esto era patético! No, rayando en eso, hacer el ridículo delante de Potter y Longbottom había sido patético, esto... ¡esto en realidad era más que patético! Se había masturbado siete veces hoy pensando en ella. ¡Siete! Por lo general, no quería tanto en una semana entera.

Lanzó un hechizo de limpieza y lo metió dentro, enderezando su ropa. Debería ir a la sala común, él lo sabía, pero no podía hacer que sus miembros le obedecieran. No se podía negar, ayer había experimentado el orgasmo de su vida. Los siete que tuvo hoy no estaban ni cerca. ¡Con Ginevra Weasley de todas las personas! Había pensado que lo había soñado al principio, volviendo en sí mismo en esa sala de almacenamiento. Había estado tan fuera de sí que ni siquiera había notado cuando ella se había ido, pero las manchas de lápiz labial en su polla eran evidencia suficiente de lo contrario.

Oh, él sabía muy bien de qué había ido todo. Los sórdidos detalles de su ruptura con Corner habían sido el tema número uno en las fábricas de chismes de hoy. La niña había estado despierta y estaba a punto de hacer una declaración y él había sido el bastardo afortunado para cruzarse en su camino.

"Yo fui el primero", se dio cuenta de repente. Si lo que había oído era verdad, Corner nunca la había tocado. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, "¡El estúpido nunca sabrá lo que perdió!"

Draco suspiró frotándose el puente de la nariz. Sin embargo, el hecho seguía siendo cierto, que para él no solo había sido un sexo alucinante, sino una iluminación. Su rumoreada reputación era solo eso, rumores. Tenía un contrato de esponsales con Pansy desde la infancia y su sentido del honor le había impedido buscar placer en otro lado, e incluso con Pansy lo había hecho solo dos veces. No le había gustado demasiado, por lo tanto, había decidido que era más problemático que valioso.

Ahora él lo sabía mejor. Había aprendido como una chica que realmente disfrutaba se veía, sentía y sabía y podía decir sin lugar a dudas que Pansy había fingido su orgasmo en ambas ocasiones. A cambio, ella simplemente se la había chupado, nada más y nada menos, y no le importaba que ella lo hubiera ofrecido constantemente desde entonces, ella no lo quería.

"Todo lo que quiere es mi dinero y mi posición. No sería sorprendente, si ella tuviera otro en algún lado escondido en realidad".

Tenía que admitir que había sido tan estúpido como para creer que ella honestamente se preocupaba por él. Esa era una de las razones por las que se había mantenido fiel a ella durante tanto tiempo. Hasta que una sirena pelirroja apareció de la nada y le mostró lo que realmente significaba dar y recibir placer. Sonrió al recordar su rostro enrojecido en un halo de gloriosos mechones rojos después de que ella se había corrido gritando su nombre. Había sido lo más hermoso que había visto en su vida, aunque verla complacerlo y agradarle se acercaba bastante.

Su polla dio un tic de interés otra vez haciéndolo gemir y empujar su almohada sobre su rostro.

"¡Esto no funcionara! ¡De ningún modo!"

Pero, ¿qué iba a hacer al respecto? Volvió a poner la almohada bajo su cabeza y miró al dosel.

Necesitaba deshacerse de Pansy, esto lo sabía con certeza. De ninguna manera se iba a casar con una zorra buscadora de oro, sin importar lo que su padre había arreglado para él.

Y ahí radicaba la raíz de todos sus problemas, ¿no es así? Las palabras de Potter pasaron por su mente una vez más, al igual que las de Severus. Sabía muy bien lo que ambos estaban tratando de decirle, después de todo no era estúpido, y sin embargo... Siempre había estado tan orgulloso de sus padres, siempre había tratado de hacer que ellos, especialmente su padre, se enorgullecieran de él a cambio, para cumplir sus expectativas, así como las de sus compañeros.

Emancipation - BadGirlGoesWorseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora