Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 9.- Un Buen Comienzo

El viaje de regreso a Privet Drive había sido bastante tranquilo y sin incidentes, dándole a Harry tiempo para considerar cómo proceder exactamente con sus parientes. Al final, decidió que el enfoque directo era el mejor cuando se trataba con este tipo de personas y después de dejar sus cosas en su habitación, bajó a la cocina.

Dudley parecía estar fuera, mientras el tío Vernon estaba sentado a la mesa y discutía con su tía Petunia, que estaba ocupada preparando la cena. Ambos se callaron después de verlo de pie en la puerta.

Harry se acercó al mostrador de la cocina, sacó cuatro billetes de cincuenta libras que había preparado de antemano, y las ordenó sobre ante ellos, justo debajo de sus ojos fijos.

—El dinero de mi supermercado—Les informó con una sonrisa burlona—Me quedaré aquí hasta mi cumpleaños y no quiero volver a trabajar en esta casa—.

El tío Vernon farfulló con incredulidad, aunque la tía Petunia solo parpadeó una vez antes de sacar el dinero del mostrador, doblarlo y guardarlo en el bolsillo del delantal.

—La cena estará lista en media hora—Le informó con frialdad.

Tomándolo por un despido, Harry asintió y se fue a su habitación. Todo dicho y hecho, todo fue bastante sencillo de hecho.

Theodore sintió una enorme satisfacción al sentarse en la silla de su padre después de la cena con un vaso del mejor Whisky de fuego de su padre. Estirando sus piernas, hizo un punto de ponerlas directamente en el amado escabel de su padre.

Esto... esto era bueno, decidió, justo lo que siempre había anhelado, junto a una cierta sabelotodo de pelo espeso. Sonriendo ebrio, se abrió los pantalones con la mano libre y sacó su polla ya medio dura, acariciándola perezosamente.

Sí, una hermosa chica de ojos color avellana de rodillas que sonríe maliciosamente, antes de llevarlo a su boca dulce, sería lo correcto. Echándose hacia atrás, cerró los ojos, imaginándose exactamente eso, mientras aceleraba sus ministraciones.

—Oh, sí... más duro... ahh... solo así... oh, mierda... sí... casi allí... oh, Mione... Mione... ¡HERMIONE! —.

Tranquilizándose un poco, se tomó lo último de su bebida, antes de poner el vaso en la mesa auxiliar y tomar su varita para limpiarse. "Mañana..."

Se levantó tambaleándose ligeramente, luego se calzó los pantalones y comenzó a caminar inseguro hacia su habitación. Él pondría las cosas en movimiento mañana.