Capítulo 12.- El Amo De La Casa

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Durante el desayuno, a la mañana siguiente, finalmente llegaron las cartas de Hogwarts, o mejor dicho, McGonagall las había traído consigo, diciéndoles que las había guardado para entregarlas en persona en lugar de enviarlas por lechuza. Los sobres eran mucho más gruesos de lo normal y contenían sus resultados de los TIMOS.

—Ustedes me pueden decir directamente qué clases de EXTASIS desean tomar también—Les informó sacando una lista de su bolsillo.

Hermione inmediatamente las tomó todas, mientras que Ron optó por un mínimo de cinco, Transfiguración, Encantamientos, Defensa, Herbología y Cuidado de Criaturas Mágicas.

—¿Señor Potter? —McGonagall se volvió hacia él, expectante. Sin embargo, Harry estaba ocupado examinando una insignia brillante que se le había caído del sobre.

—¿Me hizo capitán de Quidditch? —Levantó la cabeza mirándola con incredulidad.

—Sí, Señor Potter—Frunció los labios con ironía—La prohibición de por vida emitida por la Señora Umbridge ha sido levantada, en caso de que no se le informara—.

—Lo siento, profesora, pero no puedo aceptarlo—Empujó la placa sobre la mesa hacia ella—No voy a jugar este año, o el próximo para el caso—.

Hermione le sonrió con orgullo mientras McGonagall, Ginny y la Señora Weasley miraban en estado de shock. Ron casi escupió un bocado de jugo de calabaza que había estado bebiendo en ese momento.

—Harry, compañero—Balbuceó incrédulo—¿Te has vuelto loco? ¡No puedes dejarnos colgando! —.

—Se las arreglaron bien sin mí el año pasado, Ron—Señaló Harry molesto—No voy a tener tiempo para eso en el futuro, eso es todo—.

Él se volvió hacia McGonagall—¿Por qué Ron no lo consiguió por cierto? Él es mucho mejor en reglas y tácticas que yo—.

Reuniéndose, carraspeó distraídamente, antes de mirar a Ron con severidad—El Señor Weasley ya tiene un puesto de prefecto y sus calificaciones indicaron que no podría mantenerse al día con todo si se le agregaran otros deberes—.

—¿Eso significa que puedo tenerlo, si renuncio a mis deberes de prefecto? —Ron había saltado sobre él inmediatamente, mirando muy ansioso.

—¡Ronald Weasley! —La Señora Weasley explotó hacia él.

—¿Qué? —Él regresó desafiante—No voy a convertirlo en Premio Anual de todos modos, así que ¿de qué sirve mantenerlo? —.

McGonagall lo miró pensativamente—Si el Señor Potter los toma en su lugar, no veo por qué no—.

Harry parpadeó sorprendido. Pensándolo bien, sería absolutamente perfecto teniendo en cuenta las libertades que ganaría, por no mencionar que transmitiría sus propios planes bastante bien.

—Lo haré—Dijo riéndose hacia Ron, que estaba saltando de un lado a otro en su asiento, como si la Navidad llegara temprano.

—Muy bien—McGonagall hizo una nota en su pergamino.

Ron metió la placa de prefecto en la mano de Harry y aceptó la del capitán a cambio acariciándola reverentemente con una sonrisa soñadora en la cara, sin importarle en absoluto que el resto de ellos sacudieran sus cabezas con diversión.

—Ahora, su cronograma, Señor Potter—McGonagall volvió a los negocios.

—Er—Harry volvió a mirar sus notas—Tomaré Defensa, Transfiguración, Encantamientos, Herbología, Cuidado de Criaturas Mágicas y Runas Antiguas de Tercer Año—.

Emancipation - BadGirlGoesWorseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora