Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 27.- La Transformación

El lunes por la mañana se arrastraba a un ritmo agonizante. La transformación había comenzado y Harry estaba inquieto, incluso febril a veces. Hermione lo estaba instando a visitar a Madame Pomfrey cuando finalmente había llegado el almuerzo y le había prometido que iría justo después de su clase de Runas Antiguas por la tarde. Sin embargo, era consciente de que nada podría ayudarlo durante las próximas dos semanas, hasta el ascenso de la luna llena para ser preciso. Nada, excepto pasar tiempo en la cama de su marido, eso era. El sexo los relajaría lo suficiente como para poder dormir de forma algo relajada y, aunque sería muy arriesgado reunirse todas las noches, no habría otra alternativa, si es que querían dormir.

Había debatido consigo mismo larga y duramente si debería contarle a sus amigos, o al menos a Hermione, pero al final había decidido no hacerlo. Esto era algo entre Severus y él mismo, algo que necesitaban ver sin un tercero involucrado. Sin embargo, les informó que ahora estaban casados, era solo ser prudente.

Dumbledore todavía estaba ausente de manera regular y lo iba a estar por un buen tiempo todavía. Realmente no podrían haber elegido un mejor momento. Sonrió distraídamente mientras masticaba su sándwich, aunque no se atrevió a mirar hacia la mesa principal. Honestamente, no podía recordar un momento de su vida en el que haya sido tan feliz o contento. Era como ser consciente de que ya no estaba solo y que nunca lo estaría si tuviera a Severus a su lado. No era solo una suposición, era un hecho. Como una ley de la naturaleza o algo...

Harry negó con la cabeza. ¿Desde cuándo se volvió tan filosófico? Severus debe estar frotándose con él. Suspiró soñoliento y dejó el sándwich para tomar un sorbo de su jugo de calabaza, mirando a Neville a los ojos al otro lado de la mesa, que lo miraba sonriendo demasiado a sabiendas. Harry realmente no pudo evitar el rubor que trepaba por su cuello a pesar de su Oclumancia. No era necesario ser un Vidente para saber lo que estaba pensando. Él resopló y rodó sus ojos antes de regresar a su comida. Era un tonto enamorado y no se avergonzaba de eso.

Severus paseaba por su sala de estar en un extraño estado de agitación. Sentía como si toda su piel estuviera llena de algo y decirse constantemente a sí mismo que era solo la transformación, no estaba ayudando a la necesidad de rascarse en lo más mínimo. Llamaron a su puerta y casi corrió hacia ella, informado por las protecciones de que era Harry. Al abrir de par en par fue instantáneamente envuelto en un par de brazos invisibles y suspiró de alivio cuando el hormigueo de su piel se redujo. Dio un paso atrás en sus habitaciones arrastrando el peso unido a él dentro y dejó que la puerta se cerrara, devolviéndole el abrazo feroz.

—Ya me echabas de menos al parecer—Bromeó con poco entusiasmo presionando su rostro contra el cuello invisible e inhalando el familiar aroma casi codiciosamente.

Harry gimió de frustración—¡Va a ser un infierno! ¿Y se supone que debemos soportar esto durante los próximos diez días? ¡No sé tú, pero definitivamente me volveré loco! —.

—Fue idea tuya, si mal no recuerdo, así que deja de lloriquear y fóllame ya—Realmente no sabía de dónde había salido esa sucia boca suya de repente. Sin duda, Harry debía estar frotándose contra él, pero de alguna manera lo encontró más liberador.