Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 21.- Encuentro Con El Ministro

Harry observó a las brujas y magos reunidos, que lo miraban en un silencio de asombro, sin estar seguros de sí podría haber cometido un error al decir eso. ¡Pero, por el amor de Merlín, llevaba un buen rato ardiendo en la punta de su lengua! Él simplemente no pudo evitarlo.

—Por supuesto Harrykins, voy a luchar por mi propio bien posterior, ¿qué más? —Llegó la respuesta oportuna de Seamus desde algún lugar a su izquierda.

Él sonrió e hizo una reverencia en esa dirección. Hubo momentos en los que realmente podría besar al irlandés—Gracias, Seamus. Bueno, aquí tenemos al menos un hombre listo para luchar por su piel, todavía hay esperanza para el mundo mágico—.

Con eso la tensión se rompió y se escuchó una risa ocasional, aunque a juzgar por sus rostros, su pequeño discurso debió haber dejado un gran impacto. No hubo más preguntas por parte de los reporteros, por lo que Harry decidió que sería mejor que despejara antes de que volvieran a concentrarse y se alejó cancelando el Sonorus.

—Señor Potter—.

Ya había bajado los escalones y había tenido que levantar la mirada para encontrarse con los calculadores ojos de Scrimgeour.

>> ¿Le gustaría unirse a mí para almorzar? —.

—Por supuesto, ministro—Sonrió maliciosamente al pensar que a Dumbledore seguramente no le gustaría eso—Sería un placer—.

No pudo evitar pensar mientras seguía a Scrimgeour en el restaurante que había muchas cosas que quería discutir con este hombre, algo que al director tampoco le gustaría oír. Lo que definitivamente sí apreció sobre el nuevo ministro hasta el momento fue que, a diferencia de Fudge, sabía mantener las manos para sí mismo.

Fueron conducidos a una habitación privada por el propietario excesivamente entusiasta, que parecía que no podía creer su suerte en la acogida de invitados tan ilustres, y se sentaron en una mesa preparada para dos personas. La guardia del Ministro tomó posición fuera de la puerta, dejándolos solos. Harry pidió zumo de calabaza, sopa de cebolla francesa y sándwiches de ensalada de pollo a su plato, y los recibió de inmediato. Comieron por un rato en silencio midiéndose el uno al otro. Scrimgeour, como el mayor se encargó de iniciar la conversación.

—Debo admitir, Señor Potter, que tiene bastante talento para llegar a la gente—.

—¿Se refiere a tomar un mazo y golpearlos en la cabeza? —Harry respondió con una sonrisa—Desafortunadamente, he tenido la experiencia de que, con la bruja y el mago comunes esta es la única forma de que funcione—.

—De hecho—Scrimgeour sonrió brevemente antes de poner una expresión neutral—Nos enfrentamos a tiempos difíciles, Señor Potter, y el público mágico necesita con mucha certeza que el Ministerio haga todo lo que esté a nuestro alcance para mantener la seguridad y la estabilidad. Usted como celebridad ampliamente reconocida, sin mencionar un modelo a seguir y portador de esperanza para tantos, tiene el poder de hacerlo. Incluso llegaría a declarar que es su deber como ciudadano destacado—.

Harry lo miró con incredulidad, antes de echar la cabeza hacia atrás y rugir de risa. ¡El nervio del hombre! ¡Honestamente! Tranquilizándose un poco, se secó las lágrimas en las comisuras de los ojos, todavía riéndose de vez en cuando. Luego, respiró hondo y levantó un poco sus escudos de Oclumancia para poder adoptar el tono apropiado.

—¿Me está ofreciendo el puesto de chico de poster, Ministro? Debo aconsejarle que no me insulte—Se burló con una pizca de acero en los ojos, luego se inclinó hacia atrás sonriendo maliciosamente—Además, tendría que alinearse detrás de Dumbledore y su preciosa Orden, me temo—.