Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 36.- Preparando El Terreno

—¿¡Cómo pudiste!?, ¡Bastardo descarado! —.

Draco y todos los demás en la sala común de Slytherin se volvieron para ver a una furiosa Pansy que se dirigía hacia él. Su padre debía haberle informado sobre la no-existencia de su compromiso hace horas. Y, sin embargo, ella había esperado hasta ahora, mucho después de la cena, para ponerse de pie. Presumiblemente, para tener una mayor audiencia, Draco sonrió para sí mismo. ¡Cuán predecible!

—Sí, querida Pansy, ¿cómo puedo ayudarte? —Dijo arrastrando las palabras con falsa cortesía, sin siquiera intentar ocultar su diversión.

Los miembros de La Nueva Orden se inclinaron hacia atrás para ver el espectáculo, mientras que el resto de la sala común intercambiaba miradas, que variaban entre la curiosidad y la confusión.

—¡No te atrevas a hablar dulce conmigo, pedazo de escoria sin honor! —Chilló la arpía, sacudiendo su dedo hacia él—¡Eres el peor tipo de canalla vivo! ¿Rompiendo el contrato de compromiso concluido entre nuestras familias y huyendo con alguna zorra barata? ¡Cómo te atreves a llamarte sangrepura! —.

La audiencia detrás de ellos estalló en murmullos excitados, acercándose para tener una mejor vista. El comportamiento de Pansy cambió de enojado a lloroso en un abrir y cerrar de ojos.

>> ¡Confié en ti! —Gimió en una mala personificación de una víctima—¡He confiado en el honor del nombre Malfoy! ¡Demasiado para eso! —.

La última parte salió como un siseo y ella volvió a enojarse nuevamente.

>> ¿Quién es esa puta que ha extendido sus piernas para ti en un intento desesperado de escalar en sociedad? ¡Dime en este instante! —.

—Dice la mujerzuela que tiene la lengua de Selwyn en su coño con regularidad, a pesar de estar supuestamente comprometida conmigo—Dijo Draco sin perder el ritmo y se inclinó cruzando sus brazos—Honestamente, cariño, ¿de verdad creías que no me iba a dar cuenta? —.

La sala común explotó en susurros mientras Pansy intentaba recuperar la compostura, tartamudeando de rabia y sorpresa. Draco se levantó de su asiento y se enderezó las túnicas fingiendo aburrimiento.

>> Soy un Malfoy, cariño, y nosotros los Malfoy no nos casamos con zorras buscadoras de oro. Deberías haberlo recordado y también debería haberlo hecho tu padre cuando invento ese patético intento de enriquecerse a sí mismo—Se burló mirándola con desprecio—Ahora disculpa, tengo mejores cosas que hacer que contribuir a la diversión pública por más tiempo—.

Pasó junto a ella solo para encontrarse con la punta de la varita de Selwyn dirigida hacia él.

—Creo que debes disculparte con la señorita Parkinson por hacer acusaciones falsas para cubrir tu propia mala conducta, Malfoy, así como también por involucrar a mi persona en ellas—.

—¿Tú crees? —Draco sonrió sin impresionarse, su propia varita lista para saltar a su mano con el más leve movimiento de su muñeca—Realmente, Selwyn, no deberías. Definitivamente no es algo en lo que eres bueno—.

Dicho eso, comenzó la lucha por el dominio final sobre la casa Slytherin. Los Primeros y Segundos Años corrieron hacia sus dormitorios, sin siquiera pensar en adoptar una postura. Esta no era la escaramuza ocasional entre grupos rivales, esta era una guerra total y todos lo sabían. Agachándose detrás de los muebles, los neutrales y los vigilantes se retiraron de la línea de fuego, esperando, pidiendo su tiempo para unirse al lado ganador tan pronto como se determinará sin lugar a dudas. A diferencia de los "Pequeños", no se les permitía abandonar el campo de batalla. Era el precio de la cobardía, pero estaban dispuestos a pagarlo, incluso si eso significaba que podrían terminar siendo víctimas del hechizo.