Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 38.- La Oscuridad Golpea

Los tres grupos de asalto de diez hombres cada uno, se aparecieron en sus puntos designados a lo largo del perímetro de las protecciones que rodeaban su objetivo. La noche era despejada y tranquila, pero estaba impregnada de frío, que se notaba incluso a través de sus gruesas capas negras con capucha. La ventana de lo que presumiblemente era la cocina, todavía estaba encendida, a pesar de la hora tardía, lo que indicaba signos de habitantes.

Los labios del líder se torcieron en una alegre sonrisa. Los informantes de su Señor habían hecho su espionaje correctamente entonces. Los traidores de sangre pelirrojos volvieron a casa.

Levantó su mano señalando para que todos comenzaran. Las protecciones perimetrales se desmantelaron en poco tiempo y los pabellones anti-Aparición y bloqueo de Flu se instalaron en su lugar. Después de todo, este no era un hogar ancestral, por lo tanto, nada podía impedirlo. Los traidores de sangre deberían haber sabido mejor sobre confiar su seguridad a esta patética choza. Pero bueno, no es como si pudieran permitirse algo mejor de todos modos.

Otra señal y los mortífagos comenzaron su aproximación rápida y sigilosamente, utilizando la mayor cobertura posible, hasta que la casa estuvo rodeada por todos lados. Estos hombres conocían su negocio, a diferencia de los torpes mochuelos que habían reclutado últimamente. Rodolphus solo pudo negar con la cabeza, molesto, pero este no era ni el lugar ni el momento para contemplar tales cosas. Tenía trabajo que hacer, un trabajo muy agradable en realidad. Sonrió detrás de su máscara y emitió una maldición explosiva, arrancando la puerta principal fuera de sus bisagras. Al oír que la puerta de atrás también estallaba, hizo un gesto a sus hombres para que entraran, antes de seguirlos.

El primero y el segundo grupo avanzaron con fluidez por las escaleras, separándose de los muchos aterrizajes para registrar las habitaciones individuales, mientras el grupo que venía desde atrás buscó en el primer piso. Rodolphus no escuchó ningún sonido de pelea en ninguna parte, parado y esperando en el pasillo, lo cual era definitivamente extraño.

—Rodolphus—Rabastan apareció en la barandilla superior, gritándole—No hay nadie aquí. ¡Toda la jodida casa está vacía! —.

Ninguno tuvo tiempo para considerar lo que eso podría significar, ya que todas las paredes cedieron de repente y toda la casa se plegó sobre ellas, como si la magia que la sostenía y unía, hubiera sido eliminada.

—Colagusano—.

—S-sí, ¿mi Lord? —.

—Ve a la residencia Weasley y averigua qué le toma tanto tiempo a Rodolphus—.

—Si, mi Lord—.