Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 22.- Halloween

Harry se sorprendió bastante cuando Hermione le informó sobre el nuevo desarrollo en su relación con Theodore a su regreso el domingo por la noche, aunque él de todas las personas podía entender por qué habían decidido no esperar. Incluso supuso que sería mejor seguir su ejemplo y sacar su cabeza de su culo y la parte del cuerpo antes mencionado y ponerlo en la cama de Severus pronto. Sin embargo, el problema fue que los últimos restos de Harry, el felpudo personal de todos, finalmente habían elegido levantar su fea y desaliñada cabeza y llevarlo a una pequeña crisis de identidad.

Desde que no se reconoció a sí mismo en esa fotografía en El Profeta, tuvo dificultades para reconciliar al Harry que conocía con el Harry que los demás, tanto amigos como desconocidos, veía. Le había obligado a dudar seriamente si realmente se conocía a sí mismo tan bien como había creído previamente, sin mencionar considerar si le gustaba este nuevo Harry en el que obviamente se había convertido o no. Afortunadamente para él, Luna había sentido su confusión interna y lo había arrastrado a la habitación de Fluffy para hablar.

—¿Qué es lo que tanto temes? —.

Harry no pudo evitar sonreír, nunca se molestaba con los preámbulos, ¿no? Y la amaba por eso, sin importar lo difícil que era enfrentar la verdad, o a él mismo en este caso particular. Se tomó un tiempo para reflexionar sobre la pregunta.

—Perderme en las expectativas de los demás... otra vez—Suspiró y se frotó la cara—Ya no me reconozco, Luna, y simplemente no puedo decidir si esta imagen que estoy proyectando soy realmente yo o simplemente otra máscara que me puse para agradar a la gente que me rodea—.

—Te has dado cuenta del poder que tienes y ahora le temes—Concluyó Luna así nada más, sorprendiéndolo mucho. Él no lo había mirado de esa manera.

Estaba a punto de abrir la boca para protestar, pero ella lo interrumpió—El poder no es nada qué temer, Harry, ya que es la forma en que lo usas, lo que determina tu verdadero yo. Tanto Dumbledore como Voldemort lo sabían bien al elegir su camino respectivo. Puedes decidir abrazarlo y elegir como tuyo, o rechazarlo y seguir el camino establecido por otros—.

Con eso ella lo dejó a sus pensamientos giratorios. Harry quería llamarla para decirle que no era cierto, que no era tan simple, pero en el fondo sabía que ella tenía razón. Suspiró y volvió a sentarse sobre el ya familiar alféizar de la ventana. Este era otro remanente del legado de Dursley que él suponía. Ser fuerte, hábil e inteligente solo significaba dolor bajo ese techo, a menos que se usara para llevar a cabo órdenes y trabajos manuales duros.

Frunció el ceño al darse cuenta de repente. Si rechazaba el poder que tenía ahora, estaría jugando exactamente en las manos de Dumbledore, ya que temer cualquier poder propio debe haber sido una de las cosas que el Director quería que le inculcaran desde la infancia. En todo caso, simplemente no podría permitir que eso sucediera.

Llegando a una decisión, Harry aseguró la habitación una vez más y conjuró un espejo de cuerpo entero. Colocándolo frente a él, miró cuidadosamente su reflejo, trazando las líneas de su rostro con los dedos para asegurarse de que sus ojos no lo delataran. Podía recordar con bastante claridad cómo se veía una vez y definitivamente no era lo que veía ahora. El niño pequeño, frágil e inseguro había desaparecido casi por completo, ¿por qué todavía intentaba aferrarse a él? El chico que había conocido era débil y fácil de influir por las opiniones de personas a las que creía más importantes que él. El Harry que lo estaba mirando era todo lo contrario. Era un hombre joven, su cuerpo era el de un hombre joven, sus pensamientos eran los de un hombre joven, entonces ¿por qué no se veía a sí mismo como tal? Los ojos en el espejo se endurecieron.

"Ya tuvimos esta discusión una vez, ¿no es así? ¡Soy lo que soy y no hay nada de malo en ello!" Él sonrió de repente. "Además, Severus no querría un niño, ¿o sí?"