Emancipation - BadGirlGoesWorse

Capítulo 34.- Revelaciones Desde El Infierno 2

En realidad, no podía decir que no había esperado que sucediera algo así, pensó Draco levantándose del suelo y evaluando el daño hecho a su mandíbula. Sin embargo, cuando sucedió, todavía lo tomó por sorpresa. El señor Weasley caminaba a cierta distancia. La brusquedad de sus movimientos y la tensión de su postura y su rostro revelaban cuán enojado estaba, apenas conteniéndose para atacar a Draco de nuevo.

De repente, se acercó al escritorio y recogió el contrato de matrimonio, lo desenrolló y se dejó caer en el sofá en el que había estado sentado antes. Draco usó ese tiempo para lanzar algunos hechizos de curación en su mejilla que se hinchaba rápidamente, antes de volver a mirarlo de frente.

El Señor Weasley leyó los documentos cuidadosamente, pero luego bufó con burla y los tiró al piso—Muy bien, ¿qué es lo que quieres? —.

Draco parpadeó confundido—¿Disculpe? —.

—¡No juegues al tímido conmigo, chico! —Explotó el Señor Weasley—Tienes en tus manos la reputación de mi hija y el buen nombre de mi familia, lo entendí lo suficiente, ¡ahora dime lo que quieres! —.

"¡Él piensa que la he engañado!" Los ojos de Draco se abrieron en reconocimiento. "¡Él piensa que lo estoy chantajeando!"

Bueno, teniendo en cuenta su historia familiar, no era demasiado sorprendente, suponía.

El Señor Weasley se levantó de un salto y reanudó su ritmo—Orgulloso de ti mismo, ¿verdad, muchacho? ¡Cuán ingenioso e inteligente fue envolver a una niña inocente en tu dedo con falsas promesas, solo para desecharla cuando su uso se haya disipado! ¡Estás destruyendo su vida! Pero bueno, ella es sólo una Weasley, así que no importa, ¿verdad? —Se burló sarcásticamente en su dirección.

Draco se erizó y se levantó también—No me importa lo que piense de mí y mi familia, Señor Weasley, pero me han criado como un caballero y soy un hombre de honor. Y al menos dele un poco más de crédito a su hija, ella no es ni inocente ni estúpida, ¡y ciertamente no es fácil engañar! —.

El Señor Weasley lo miraba con los ojos entrecerrados, obviamente sin creer ni una palabra de eso y aun esperando que cayera el otro zapato. Perdiendo la paciencia rápidamente, Draco decidió que ya tenía suficiente. Él había cumplido con su deber e informado al padre de su novia de sus planes. Entonces, por lo que a él respecta, había terminado ahí.

—Sabe qué, crea lo que quiera—Se enderezó la túnica y se preparó para irse—Vine aquí para informarle como las tradiciones y la corrección exigen, y lo he hecho. Buen día, Señor Weasley—Se inclinó y se dirigió hacia la puerta.

Sin embargo, fue golpeada con un pesado Hechizo de Bloqueo antes de que la alcanzara. Draco giró con su varita en la mano y listo para luchar. Honestamente, la idea de que él estuviera aquí era mala y él lo sabía desde el principio. Entonces, ¿por qué en nombre de Merlín había estado de acuerdo con eso?

El Señor Weasley lo miraba con una extraña expresión en su rostro, una mezcla de curiosidad e incredulidad—En realidad estas siendo serio, ¿verdad? —.

Draco reprimió el impulso de poner los ojos en blanco—Creo que lo he dejado suficientemente claro, señor—.

—¿Por qué? —.

Él levantó su ceja en cuestión.

>> ¿Por qué ella? Eres un Malfoy, ¿qué demonios, en el nombre de Merlín, te ha poseído para proponerle matrimonio a mi hija? —.

Él sonrió ante eso—Soy un Malfoy, y como tal, siempre elijo solo lo mejor—.

El Señor Weasley lo miró impresionado—¿Y qué hay de los deseos de tu padre? —